La vendimia

La vendimia tiene su orígen en la Antigua Grecia, cuando se cosechaba la uva, motivaba  una gran fiesta, era cuando se celebraban las fiestas en honor al dios Dionisos, duraban cinco días, se llamaron fiestas dionisíacas, era una de las fiestas más importantes de Grecia.

El trabajo en el viñedo comenzaba a finales de febrero con la poda, antes de que suba la sabia, ese trabajo comenzaba 70 días después del solsticio de invierno, buscaban los días propicios que podía ser el octavo y el noveno ya que son días favorables. A finales del verano cuando los racimos están maduros y pesados indican que la hora de la vendimia ha llegado. Con esta uva se puede hacer el vino concentrado y espeso que se puede tomar mezclado con agua. Durante esas fiestas eran honrados el dios del vino y la diosa del amor. Los muchachos y las doncellas eran los que trabajan cortando las uvas, depositándolas en sus canastos que llevaban cerca de la casa, iban cantando, los niños cantaban y tocaban la cítara. Durante seis días y seis noches se deja la uva al sol para deshidratarla un poco, luego viene el pisado, a continuación se deja cinco días fermentar a la sombra. Este líquido azucarado se trasiega, posee una gran dosis de alcohol, a continuación se coloca en tinajas pithoi, que tiene la altura de un hombre, están enterradas en el suelo hasta la boca, y tapadas con planchas de madera o de piedras, las que se han encontrado en la actualidad. Los pithoi no se abren hasta finales del próximo invierno. En Grecia se hacían tres comidas diarias con abundante pan, carne y vino. Todos los trabajos relacionados con la vid, con el proceso de fabricar el vino eran una fiesta con mucha alegría cantos y bailes para Grecia.