Oberammergau es un pueblo que se encuentra en Baviera, Alemania. Lo podrás encontrar en el valle del río Ammer, por lo que ya nos podemos hacer una idea de lo que nos encontraremos. Un lugar único y al mismo tiempo, mágico que bien merece la pena una visita, por lo menos, una vez en la vida.
Una de las cualidades que nos van a sorprender es que sus casas cuentan con frescos que están pintados a mano. Lo que le da ese aire de cuento a todo el pueblo. Pero además, de una manera literal, ya que nos podemos encontrar el cuento de ‘Caperucita Roja’ o ‘Hansel y Gretel’ retratados sobre ellas.
Historia y tradición de Oberammergau
Como hemos mencionado, el tema de los frescos en las casas, es uno de los detalles a tener en cuenta. Ya que ponen la nota original a par que mágica a este entorno. Pero además de ello, hay que mencionar otra de las grandes tradiciones de este lugar, que tiene que ver con un punto concreto de su historia. Fue en el año 1633 cuando una epidemia en este lugar. La peste se estableció en sus vidas y los habitantes juraron que harían una escenificación de la pasión de Cristo si este los protegía. Al año siguiente comenzó la tradición que se lleva a cabo cada diez años. En el 2020 será la próxima.
La Casa de Pilatos, una de las visitas obligatorias
Sin duda, es una de las zonas más aclamadas del lugar. Lleva este nombre por la pintura en forma de representación, que tiene en la zona de la fachada. Data del siglo XVIII y es obra del pintor Francisco Seraph Zwink. Una vez en este lugar, ya tenemos otros puntos muy cerca de él como es el ayuntamiento así como la oficina de información, que nunca viene mal para evitar que nos perdamos sitios típicos de este lugar.
Los talleres de madera
Además de las casas con las pinturas, en el pueblo también nos vamos a encontrar con los talleres de madera. Ya que la gran mayoría de los habitantes son grandes expertos en el talle de la madera. Lo que los lleva a hacer numerosas piezas en forma de imágenes con diferentes temáticas. Podrás ver cómo los juguetes o los relojes tallados son algunas de las composiciones más impresionantes. Desde luego, son otro de los rincones que nos ofrece Oberammergau.
El hotel Alte Post
El pueblo está lleno de edificios que bien merecen la pena un paseo entre ellos. Desde las casas hasta los talleres y como no, otro de los puntos clave. En este caso se trata de un hotel, aunque cierto es que hace unos años también era otra de las casas que más destacaba en este lugar, ya que era la oficina de correos. Cuenta con una combinación de colores característicos que se dejan entrever en sus ventanas. Cuenta con una preciosa terraza y una zona que une una calle empedrada que da paso al resto del pueblo.
Iglesia de St Peter and Paul
Si antes mencionamos el talle de la madera, ahora hay que decir que la iglesia más famosa de la zona, cuenta también con imágenes en madera, como no podía ser menos. Se dice que en su interior hay más de 120 figuras con acabados asombrosos. Podremos ver el altar mayor donde se encuentra la Virgen del Rosario y una preciosa cúpula. Hay que decir que esta iglesia data del siglo XVIII.
Palacio de Linderhof
No está concretamente en Oberammergau, sino muy cerca de allí. Por lo que todo el mundo que está por la zona asegura que es otra de las visitas que debemos tener en cuenta. Ya que el Palacio de Linderhof es una de las grandes joyas en plena naturaleza. Ha sido el único de los tres castillos, de los que mandó construir Luis II, que pudo ver finalizado. Cuenta con la inspiración del Palacio de Versailles, por lo que ya nos podemos hacer una idea de la belleza del mismo. Rodeado por una decoración barroca para los jardines, en su interior, pasamos a una sala de espejos, gabinetes y cuartos con increíbles tapices.
Si quieres visitar la parte del jardín será totalmente gratuita. Es un lugar que también bien merece la pena recorrer y donde veremos la Fuente de Neptuno, así como cascadas. A partir de aquí, seguiremos por todo el parque, accediendo a la Gruta de Venus. El hacer fotos en su interior está prohibido, pero sí que podemos entrar a él a través de una visita guiada que dura alrededor de una media hora. Por unos 8,50 euros podrás acceder al castillo, aunque si quieres disfrutar de los edificios del parque, entonces abonarás 5 euros.