El alfabeto y la escritura de la antigua Grecia

El alfabeto griego

Alfabeto griego

El alfabeto y la escritura de la antigua Grecia toman como modelo los creados por los fenicios. Estos, originarios de Oriente Próximo, fueron grandes navegantes que establecieron factorías o colonias comerciales por todo el Mediterráneo llegando hasta la misma Península Ibérica.

Pero también fueron los primeros en crear un alfabeto, es decir, un conjunto de representaciones gráficas de sonidos. Hasta entonces, la escritura consistía en iconos que mostraban lo que se quería decir. Era lo que se denomina escritura pictográfica.

Un precedente del alfabeto y la escritura de la antigua Grecia: el Lineal B

El alfabeto fenicio fue difundido por sus inventores a lo largo de todo el Mediterráneo dando lugar a que muchos de los pueblos lo adaptasen a sus necesidades. De todos ellos, el más avanzado quizá fuera el griego, que además lo perfeccionó.

No obstante, debemos decirte que no era el primer sistema de escritura usado por los helenos. Anterior a esta época es el llamado Lineal B, utilizado en el periodo Micénico, es decir, el anterior al de la Grecia Clásica, que abarca, aproximadamente, entre el 1600 y el 1200 antes de Cristo y que tuvo como protagonistas a las ciudades de Troya, Tebas, Atenas o Tirinto.

Objeto decorado con el alfabeto griego primitivo

Objeto decorado con el alfabeto griego antiguo

El Lineal B, también conocido por griego micénico, era un tipo de escritura silábica. Se denomina así a aquella cuyos símbolos representan conjuntamente un sonido vocálico y otro consonántico (una sílaba). Su función no era literaria, sino puramente administrativa. Se usaba para registrar los gastos de los palacios aristocráticos. Como base para la escritura, se utilizaban tablillas de barro cocido que, al acabar el año, solían destruirse para iniciar una nueva contabilidad.

Innovaciones griegas al alfabeto fenicio

En consecuencia, cuando los griegos adoptaron el alfabeto fenicio en torno al año 1100 antes de Jesucristo, lo combinaron con sus propias técnicas de escritura. De esta forma, lo modernizaron e hicieron más completo y funcional. Entre sus aportaciones, destacan las siguientes.

Introducción de las vocales

La principal innovación aportada por los helenos fue la introducción de las vocales, inexistentes en la escritura fenicia. Para representarlas, tampoco creas que hicieron un esfuerzo de imaginación. Se limitaron a adoptar algunos símbolos del modelo fenicio que no necesitaban para su idioma y los convirtieron en grafías de las vocales. Las primeras vocales fueron alfa, épsilon, iota, ómicron e ípsilon.

Sin embargo, esta aportación ha sido fundamental para la historia de la Humanidad. De hecho, todos los alfabetos posteriores que incluyen signos vocálicos se han basado en el griego.

Mapa de la antigua Grecia

Un mapa de la antigua Grecia

Otras aportaciones al alfabeto y la escritura de la antigua Grecia

Los helenos también introdujeron otras innovaciones al alfabeto heredado. Así, crearon tres nuevas consonantes: la Fi y la Gi como representación de sonidos aspirados inexistentes en el idioma fenicio y también la Psi que aún se usa hoy en el lenguaje culto. Transliterada por los romanos, aún aparece en castellano a la hora de escribir palabras como «psicología» o «psiquiatría».

La evolución del alfabeto griego

En sus orígenes, el alfabeto y la escritura de la antigua Grecia tenían algunas grafías que luego desaparecieron. Son los casos de la digramma, que recreaba la wau fenicia; la san, que tenía el mismo sonido que la sigma y, por tanto, eran fáciles de confundir, o la quoppa, que reproducía el sonido explosivo uvular qop de los fenicios el cual no existía en griego.

Pero es más importante que tengas en cuenta que el alfabeto griego no era totalmente uniforme. En concreto, tenía dos variantes principales: la oriental o jónica, que fue adoptada por Atenas en el año 406 antes de Cristo, y la occidental o calcídica, que dio lugar al alfabeto etrusco y, a partir de este, al romano.

También cambiaron los griegos su manera de escribir. En un principio, usaban una escritura de tipo bustrofedón, consistente en redactar una línea de derecha a izquierda, la siguiente de izquierda a derecha y así sucesivamente. De esta forma, siempre empezaban a escribir en el lado donde habían terminado la línea anterior.

Sin embargo, para la época en que Atenas adoptó el alfabeto griego, la escritura ya se realizaba siempre de izquierda a derecha tal como hacemos ahora en Occidente.

Fragmento de la 'Odisea'

Un pasaje de la ‘Odisea’ de Homero

Los números, otra aplicación del alfabeto griego

Como sabes, los romanos se valían de sus letras para numerar. De hecho, todavía hoy usamos la numeración romana, por ejemplo, para los siglos. Sin embargo, esto ya fue hecho por los antiguos griegos. Concretamente fue en la región de Jonia, que comprendía más o menos la costa central y occidental de Anatolia, hoy Turquía, junto a sus islas.

Al igual que después harían los latinos, cada letra del alfabeto griego representaba un número. E incluso conservaron para este sistema las primitivas letras que habían eliminado. A modo de ejemplo, te diremos que alfa valía 1, beta tenía un valor de 2 y así sucesivamente hasta llegar a iota que valía 10. Sin embargo, a partir de esta, kappa tenía un valor de 20, lambda de 30 o mi de 40.

Los soportes griegos para la escritura

Al tiempo que perfeccionaban su alfabeto y números, los griegos también mejoraron los soportes que usaban para escribir. En principio y como los fenicios, usaban tablillas de arcilla blanda e instrumentos puntiagudos. Pero, con el tiempo, fueron adoptando tablas más elaboradas (incluso de madera impregnadas de cera) y también el papiro y el pergamino.

En conclusión, a los griegos debemos la creación del alfabeto tal como lo entendemos hoy, con vocales y consonantes. Pero, además, gracias a la aparición de este, hemos podido conservar las obras de grandes autores de la antigüedad helénica en todos los campos del saber, desde la Filosofía hasta la Medicina. Por ejemplo, sabemos que Sócrates no escribió nada, pero sus ideas fueron redactadas por su discípulo Platón quien, por su parte, también dejó escritas las suyas. ¿No te parece que deberíamos agradecer a los griegos este magnífico servicio?


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