Artesanías y tradiciones de Canadá

¿Sabías que en Canadá viven aproximadamente 300 mil aborígenes que hablan 58 idiomas o dialectos pertenecientes a diez grupos lingüísticos distintos? Es difícil hablar de las artesanías y tradiciones de Canadá como algo concreto. La diversidad étnica del país es enorme, y esto tiene su reflejo en la gran riqueza y variedad de sus tradiciones y expresiones artísticas.

Estas tierras de bosques infinitos, grandes lagos y desiertos árticos, ofrecen al viajero la oportunidad de descubrir estas culturas anteriores a la llegada de los colonizadores europeos. Y también adquirir genuinos recuerdos de su viaje a Canadá.

Los pueblos indígenas canadienses

Los pueblos y etnias que habitaron el territorio canadiense antes de la llegada de los europeos son conocidos como First Nations (primeras naciones). Se trata de un grupo muy heterogéneo en el que habitualmente no se incluyen los pueblos Inuit y Métis.

El arte indígena tradicional se expresa de muchas formas: trabajos de peletería, armas de caza, tallas de madera, pinturas y abalorios… Los artistas y artesanos indígenas de nuestros días siguen fabricando los mismos objetos siguiendo fielmente la herencia de sus antepasados, aunque también introduciendo de vez en cuando alguna que otra novedad.

Sin duda la faceta más popular y más valorada del arte tradicional de Canadá gira alrededor de las tallas de madera. Son especialmente valiosos los objetos tradicionales de las tribus tlingit, haida, tsimshian y kwakiutl, en la provincia de Columbia Británica. Sus trabajos decorativos sobre utensilios son reconocidos por su calidad y originalidad.

Lo mismo se puede afirmar de las máscaras ceremoniales. Estos objetos fueron usados en su día en los ritos ancestrales de los antiguos pobladores de estas tierras. Hoy se exponen en museos y centros de artes, o bien (en el caso de las de menor calidad) se venden en tiendas de souvenirs.

Los tótems

Sin embargo, los objetos más icónicos dentro de las artesanías y tradiciones de Canadá son los tótems, objetos simbólicos que tuvieron (y tienen) una gran importancia en las ceremonias religiosas de muchos de estos pueblos.

Básicamente, un tótem es un gran tronco de árbol (generalmente cedro) o poste de madera que puede alcanzar una altura de hasta 20 ó 30 metros. En él se representan las imágenes de las divinidades y los animales sagrados protectores de un clan. Sus orígenes se remontan a épocas antiquísimas y entroncan con los mitos y leyendas de cada pueblo.

Las representaciones más comunes de un tótem canadiense son el águila, el halcón, el oso, el lobo, la ballena, el sapo, el castor y el ave trueno, que según las tradiciones, es un ser que se convirtió en hombre y engendró un hijo. Éste, al ascender al Cielo, controla los truenos y los relámpagos.

Es raro hallar un único tótem solitario, pues la tradición manda que sean erigidos formando grupos junto a ríos y lagos, o bien en los claros de los bosques, siempre a poca distancia de los núcleos habitados. En la actualidad, fuera de los museos y los poblados turísticos, quedan muy pocos tótems auténticos en pie.

Algunos de los mejores lugares para ver tótems y aprender más cosas sobre el arte tradicional de Canadá son como Dunkan Aka, llamada «la ciudad de los tótems», el Puente Capilano, la isla Queen Charlotte (también conocida como Haida Gwai) y la Universidad de British Columbia, donde se conservan magníficos ejemplares.

Artesanías y tradiciones de Canadá: los Inuit

Por sus peculiares características, los Inuit (mal llamados esquimales) constituyen un episodio aparte dentro de los pueblos indígenas canadienses.

Sus expresiones artísticas son tan originales como inconfundibles. Las esculturas, tallas, grabados y dibujos que se conservan de este pueblo reflejan el mundo de los Inuit: su cosmovisión y su espiritualidad. El mundo animal, la caza y la naturaleza son los temas centrales de todas sus creaciones.

Cualquier viajero que sienta interés por este arte no debe dejar de visitar el Museo de Arte Inuit (Museum of Inuit Art- MIA) en Toronto. Allí se exponen innumerables piezas de arte que abarcan desde esculturas talladas en piedra, asta, marfil y hueso hasta grabados, tapices y piezas de cerámica.

Existen en el país otros museos que exhiben obras de arte y creaciones de los Inuit. Los más importantes son la Colección de Arte Canadiense McMichael, la Galería de Arte de Ontario y el Museo Real de Ontario, que exhiben piezas antiguas y creaciones de artistas modernos como Annie Pootoogook, Karoo Ashevak o David Piqtoukun, continuadores de las viejas técnicas artesanales de este pueblo.