Aveiro en Portugal

Canal de Aveiro

Aveiro

Cuando visitas Aveiro en Portugal no puedes evitar la sensación de hallarte en una Venecia en miniatura. Atravesada por tres canales que hasta no hace muchos se utilizaban para transportar algas y sal, también cuenta con una interesante arquitectura art nouveau y varios monumentos religiosos. Por si ello fuera poco, también te ofrece la animación de una ciudad universitaria, excelentes playas y la comodidad de una ciudad pequeña.

Aveiro se halla a tan solo setenta kilómetros de Oporto y un tren directo se encarga de comunicar ambas localidades. Esto hace que muchos turistas portuenses acudan a Aveiro en excursiones de un día. En cualquier caso, todas las cualidades de esta pequeña ciudad la han convertido en uno de los destinos preferidos del norte de Portugal. Si te apetece conocerla, te animamos a seguirnos en nuestra visita.

Monumentos de Aveiro en Portugal

El núcleo primitivo de Aveiro es el barrio de Beira Mar, con sus estrechas callejuelas y sus canales enmarcados por casas de estilo art nouveau con llamativas fachadas profusamente decoradas. Fueron construidas a principios del siglo XX por los emigrantes portugueses que regresaban tras hacer fortuna en Brasil. Pero Aveiro tiene otros monumentos que mostrarte.

Plaza de la República

Es el centro neurálgico del casco histórico de Aveiro. Se trata de un amplio espacio urbano con suelo adornado y donde puedes ver el edificio del Ayuntamiento y la iglesia de la Misericordia, de la cual te hablaremos enseguida. También encontrarás en esta plaza una estatua al político portugués José Estevao, quien nació en esta ciudad.

Casas de estilo art nouveau

Arquitectura art nouveau

Catedral de Aveiro

También denominada iglesia de Sao Domingos de Aveiro, fue edificada en el siglo XIV. No obstante, exteriormente de entonces solo queda una de las paredes, el resto se debe a la reconstrucción hecha en el XVIII. En cambio, dentro del templo puedes ver el famoso cruzeiro gótico de Sao Domingos, que sí es parte de la primera edificación. También en su interior destacan el presbiterio modernista, el coro barroco, algunas capillas manieristas y un espectacular órgano de tubos.

Sin desmerecer a este templo, a nosotros nos parece más bonita la iglesia de la Misericordia, una pequeña capilla del siglo XVII con un precioso pórtico manierista ornado por azulejos. También merece la pena el interior, con más azulejos, tallas y pinturas.

Antigua fábrica de cerámica Jerónimo Pereyra Campos

Esta importante muestra de arquitectura industrial es uno de los monumentos más significativos de Aveiro en Portugal. Destaca en ella su fachada de arcilla roja y actualmente se usa como centro de congresos y sede de espectáculos.

Convento de Jesús y Museo de Aveiro

El recinto conventual es una magnífica construcción del siglo XV a la que posteriormente se le añadieron elementos barrocos. Alberga el sepulcro de la princesa Santa Joana, hija del Rey Alfonso V de Portugal. Pero sobre todo es sede del Museo de Aveiro, donde puedes ver numerosas obras de arte de los siglos XIV al XIX, así como manuscritos históricos y restos arqueológicos de la zona.

La fábrica de cerámica Jerónimo Pereyra

Fábrica de Cerámica Jerónimo Pereyra

Museo Fábrica de Ciencia Viva

Perfecto para que lo visites con tus hijos, cuenta con doce salas interactivas dedicadas respectivamente a la robótica, la bioquímica y otras disciplinas científicas. Asimismo, te ofrece varias exposiciones permanentes muy interesantes.

Ecomuseo da Marinha da Troncalhada

Si quieres saber cómo se trabajaba en las salinas de Aveiro en Portugal, puedes visitar este recinto situado en una de ellas que todavía funciona. Además sirve como método para conservar esta milenaria disciplina de extracción que lleva practicándose desde el año 959.

Museo de Vista Alegre

La porcelana de Vista Alegre lleva fabricándose desde 1824 y es una de las más famosas del mundo, con clientes como la Reina de Inglaterra. Muy cerca de Aveiro tienes este museo donde puedes ver algunas de sus mejores piezas.

Estación de ferrocarril

Si llegas a Aveiro en Portugal por medio del tren, la primera sorpresa que tendrás en la ciudad es la misma fachada de la estación. Porque está cubierta de grandes azulejos policromados que recrean escenas propias de la región. Por ejemplo, la actividad de los pescadores, las salinas o el canal central de Aveiro.

Faro de Aveiro

Situado en la playa de la Barra, de la cual te hablaremos más adelante, llamará tu atención por su altura. De hecho, es el más elevado de Portugal y el segundo más alto de toda la Península Ibérica. Lleva funcionando desde 1893 y su luz tiene un alcance de 23 millas náuticas.

Los moliceiros

Moliceiros

Jardim do Rossio

Situado al borde de la ría de Aveiro, es un parque ideal para que te relajes después de recorrer la ciudad. En él puedes observar una importante variedad de especies vegetales y magníficas vistas. Además, si tienes un poco de suerte, tu visita coincidirá con uno de los muchos mercados artesanales que se celebran en este parque.

Parque Infante Dom Pedro

Quizá aún más bonito que el anterior, tienes en él varios lagos con decorativos puentes y muchos rincones románticos. También cuenta con una cafetería y terraza, así como con mesas y bancos de uso libre para tomar algo de comer. Asimismo, puedes llevar a tus hijos al Parque da Baixa de Santo Antonio, donde tienen zona infantil e incluso una pista de skate.

Actividades que hacer en Aveiro

Si visitas Aveiro en Portugal, hay algo que debes hacer de forma indiscutible para disfrutar de la ciudad. Se trata de surcar sus canales en las antiguas barcas que se dedicaban a transportar algas y sal. Los aveirenses las denominan moliceiros y tienen un aspecto parecido a las góndolas de Venecia, aunque son más grandes.

Cuentan con dos tripulantes y, al poder llevar bastantes pasajeros, tienen un precio económico que ronda los seis euros. El recorrido dura 45 minutos y abarca los tres canales de Aveiro, ofreciéndote otra perspectiva de la localidad.

Por otra parte, si visitas Aveiro en verano, te interesa saber que cuenta con dos playas. La de Costa Nova destaca por sus singulares casinhas às riscas, unas casas pintadas a rayas, y por sus puestos ambulantes de comida. En cuanto a la playa de Barra, donde está el faro del que te hablábamos, está circundada por un bulevar donde tienes numerosos bares y restaurantes.

Las casas a rayas de Costa Nova

Casas a rayas

Cerca de la primera de esta playas está la Reserva Natural das Dunas de Sao Jacinto. Se trata de unas novecientas hectáreas de naturaleza donde puedes observar singulares aves marinas, además de las propias dunas, que son espectaculares. Es un lugar perfecto para que hagas senderismo al tiempo que avistas esas especies. Entre sus rutas, destaca la llamada Trilho de Descoberta da Naturaleza. No obstante, para visitar esta reserva natural debes solicitarlo previamente.

Por último, si quieres sentir el verdadero pulso de Aveiro, tienes que pasar por la plaza do Peixe. De día, hay un populoso mercado de pescados y, de noche, es el punto de concentración de los estudiantes para tomar algo en sus numerosos bares y restaurantes. Y esto nos lleva a la cocina típica de la ciudad portuguesa.

Gastronomía de Aveiro en Portugal

Aunque parezca que comenzamos nuestra recomendación culinaria por el final, lo más típico de Aveiro en cuanto a gastronomía se refiere es un postre. Se trata de los dulces que denominan ovos moles, cuya receta es simple: yema de huevo, azúcar y agua.

En cuanto a los pescados, debes probar el bacalao, típico de todo Portugal, pero que en Aveiro se prepara de mil maneras. Y también la raya en salsa pitaú, el molho de escabeche frito, las distintas caldeiradas, el estofado de anguila o la lubina a la brasa. Respecto a las carnes, destaca el cordero tierno, que se prepara en unos recipientes de arcilla denominados caçoilos negros, y el cerdo lechal crujiente.

Para beber, debes probar el afamado vino de la Denominación de Origen Bairrada. Y, entre los postres, además de los ovos moles, tienes unas excelentes tartas y también las tripas, una suerte de crepes rellenas de miel, chocolate o incluso queso.

Los ovos moles

Ovos moles

El clima de Aveiro

La ciudad lusa tiene un clima templado, con temperatura media anual de casi quince grados. Los inviernos, son agradables, con mínimas de unos cinco sobre cero y medias de casi diez. Pero también es la época más lluviosa, sobre todo el mes de enero.

Por su parte, los veranos son cálidos pero no calurosos. Las temperaturas medias en estos meses rondan los diecinueve grados, con mínimas de quince y máximas de veintitrés. La menor cantidad de precipitaciones se da en julio.

Por todo ello, las mejores épocas para que visites Aveiro en Portugal son la primavera y el verano. El otoño también es un buen momento, pero llueve más. Y, si no te gustan las concentraciones de turistas, es mejor que optes por la primavera, ya que en verano la ciudad recibe muchos visitantes tanto de dentro como de fuera de Portugal.

Cómo llegar a Aveiro en Portugal

El aeródromo más cercano a la localidad portuguesa es el de Oporto. Una vez allí, puedes tomar el metro, que llega al centro en unos veinticinco minutos, o un autobús, si bien este último tarda más tiempo. Posteriormente, desde la estación de Campanha de Oporto salen trenes directos a Aveiro, cuyo trayecto dura aproximadamente una hora y cuarto. Por su parte, la estación de esta última ciudad está a unos quince minutos del centro.

Como ves, es un recorrido en el que debes hacer varios trasbordos. Por eso, quizá sea mejor que vayas a Aveiro en tu coche particular o en uno de alquiler. Además, de este modo podrás desplazarte con libertad por los alrededores.
Si llegas desde el este o el norte, la autovía que te lleva hasta la ciudad es la A25, mientras que si viajas desde el sur entrarás en ella por la A17. No obstante, si de transporte por carretera hablamos, también te interesa saber que existen líneas de autobús que llegan directamente a Aveiro desde diferentes ciudades de España. Es el caso de La Coruña, Valladolid o incluso Bilbao.

Fachada de la estación de Aveiro

Estación de ferrocarril de Aveiro

Por otra parte, la ciudad portuguesa es pequeña. En consecuencia, puedes recorrerla a pie. No obstante, también tienes un servicio municipal gratuito de préstamo de bicicletas, popularmente conocidas como bugas. Aveiro es llana por lo que no te supondrá mucho esfuerzo pedalear.

Otros datos de interés sobre Aveiro en Portugal

La ciudad lusa celebra dos festividades a lo largo del año. En enero tiene lugar la fiesta de San Gonzalito, que rinde homenaje a los marineros. Y en julio, la fiesta de la Ría, con numerosas actividades como por ejemplo las carreras de moliceiros y bailes regionales.

Por otra parte, si viajas a Aveiro en tu vehículo, te interesa saber que la autovía A25, que te lleva hasta la ciudad, es de peaje. En Portugal, estos solamente pueden pagarse con tarjeta de crédito. Pero también puedes adquirir una tarjeta prepago que venden en muchas gasolineras. A la hora de aparcar en la ciudad lusa, no tendrás problema fuera del centro, donde está regulado. Al otro lado de la ría pero igualmente cerca del casco histórico tienes varios estacionamientos gratuitos.

En cuanto a la restauración, debes tener cuidado con los aperitivos que te pongan antes de comer. Si no los pruebas, no pasa nada. Pero si lo haces, te los cobrarán aparte del precio de la comida. Si, como es habitual, se trata de mantequilla o aceitunas, es barato. Pero, si en cambio se trata de jamón, ya será bastante más caro.

Finalmente, los portugueses comprenden perfectamente el castellano por lo que no tendrás problemas para entenderte. Sin embargo, te mencionamos algunas palabras que te interesa conocer, sobre todo a la hora de pedir en un bar. Al café en general lo llaman bica, pero si es cortado tienes que pedir un pingado. Por su parte, el café con leche es meila de leite. Y, si quieres precisamente un vaso de leche con una gota de café, pide un galao.

En conclusión, Aveiro en Portugal es una ciudad preciosa que merece la pena visitar. Te ofrece bonitos monumentos, magníficas playas, un clima agradable y una deliciosa gastronomía. Pero, sobre todo, te brinda la sensación de hallarte en una Venecia en miniatura.


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