Las islas Canarias despliegan un manto de opciones y atracciones que encuentran en Tenerife el mejor epicentro en el que disfrutar de todas ellas. Desde playas de ensueño hasta el pico más alto (y rugiente) de España, hay mucho que hacer en Tenerife.
Adentrarse en el Parque Nacional del Teide
Cuenta una leyenda de los antiguos guanches que el Dios Sol fue secuestrado por el maligno dios Guayota y encerrado en el interior de un volcán. Una historia que, posiblemente, explique las erupciones que tuvieron lugar en 1492, justo antes de la partida de Cristóbal Colón hacia el Nuevo Mundo, o la de 1798, la cual forró de lava este paisaje lunar. Con 3718 metros de altura, el Teide no solo es el pico más alto de España, sino el tercer volcán más basto del mundo. Un icono que ha convertido el conocido como Parque Nacional del Teide en uno de los más visitados de España, especialmente desde su designio como Patrimonio de la Humanidad en 2007. Un valle lunar en el que adentrarse durante tu aventura en Tenerife a fin de poder acercarte lo máximo posible al considerado como «techo de España».
Relajarse en sus playas
Playa de las Teresitas
Tenerife cuenta con algunas de las mejores playas de España. Aguas color turquesa que contrastan con la arena blanca (o negra) de sus costas, acantilados y lugares secretos. La costa de Adeje, una de las zonas más turísticas de la isla gracias a zonas como Los Cristianos, contiene playas de ensueño como la del Duque o Las Américas. En caso de querer bañarte en playas más inaccesibles, los acantilados de Los Gigantes esconden calas y ensenadas entre las brechas que ha tejido esta tierra salvaje. O el encanto salvaje de La Tejita, tan aislada del ruido y el turismo, y la considerada como una de las playas más famosas de Tenerife: Las Teresitas, de más de un kilómetro de extensión.
Avistamiento de cetáceos en Tenerife Sur
Delfín en libertad en aguas tinerfeñas
Las islas siempre son un buen lugar para avistar especies acuáticas en libertad. Y Tenerife no se queda atrás. Con hasta 21 especies de cetáceos registradas en las aguas de la isla canaria, los delfines mular y las ballenas piloto se convierten en los grandes protagonistas de cualquier aventura a bordo de un catamarán, ya que permanecen durante casi todo el año al sur de Tenerife. Desde Puerto Colón o Los Cristianos parten a diario diferentes excursiones a fin de poder avistar a estos nobles animales en su estado natural. Siempre, eso sí, respectando su espacio y modo de vida. Sin duda, una de las mejores cosas que hacer en Tenerife.
Admirar la arquitectura colonial de la Orotava
No sabemos si se debe a su posición alejada de la península, a su carácter tropical o a su atmósfera isleña, pero lo cierto es que las Canarias beben mucho de la cultura de los países latinoamericanos, y la arquitectura es una de ellas. El mejor ejemplo lo compone la ciudad de La Orotava, en Tenerife Norte, una localidad cuyas casas de colores, balcones de madera e iglesias de otro tiempo nos transportan a una particular Cartagena de Indias o a la cubana Trinidad. Como guinda, nada mejor que asomarse a sus antiguos molinos de agua y degustar el famoso gofio, un tipo de harina elaborada a partir de cereales tostados que conforman algunos de los platos más famosos de la gastronomía isleña.
Perderse por los mágicos bosques de laurisilva de Anaga
La laurisilva es un tipo de bosque nuboso y subtropical presente en lugares como la costa de Chile, Uruguay, Argentina o la región macaronésica en la que se incluyen las Canarias. Un paraíso mágico del que podemos encontrar una porción en Tenerife, más concretamente a través de una ruta de senderismo mágico a través de Anaga, en la parte noreste de la isla. Considerado como uno de los bosques más antiguos de Europa, el de Anaga engloba un conjunto de helechos o sabinas, pueblos perdidos y miradores de infarto que convierte esta en una de las mejores experiencias a disfrutar en la isla tinerfeña.
Asomarse a Los Gigantes
Tenerife es una isla vertiginosa, repleta de monumentos naturales que quitan el aliento. Y uno de ellos es sin duda Los Gigantes, acantilados que alcanzan hasta los 600 metros de altura. Considerados por los antiguos guanches como «las murallas del Diablo», este conjunto pedregoso no solo esconde algunas de las calas más bonitas entre sus rincones, sino que supone uno de los mejores lugares desde los que contemplar el atardecer en Tenerife, especialmente desde Punta Teno o la playa de los Guíos. Simplemente mágico.
Degustar su deliciosa gastronomía
El carácter isleño ha dotado a la gastronomía de Canarias, y en concreto de Tenerife, de un carácter único. Si bien sus famosas papas arrugás con mojos de diferentes sabores y colores conforman el plato principal de las Afortunadas, existen otros muchos manjares como el mencionado gofio, la carne de cabra, los huevos al estampido (huevos con papas, chorizo o pimiento dulce), el puchero canario o mi trago favorito, el barraquito. Un café elaborado a partir de canela, corteza de limón o leche evaporada simplemente espectacular.
Visitar Santa Cruz de Tenerife
Si bien la capital de Tenerife no es la mayor atracción de la isla, nunca está de más perderse por las calles de esta ciudad isleña cuyo ritmo, gente y color puede apreciarse en cada uno de sus rincones. Desde el moderno Auditorio de Tenerife hasta el antiguo Castillo de San Cristóbal, pasando por su extensa Rambla o incluso el Palmetum, uno de los palmerales más grandes de Europa, Santa Cruz de Tenerife erige un microcosmos cosmopolita desde el que partir en busca de nuevas aventuras.
Tenerife es una isla de contrastes donde la fiesta, la naturaleza y el relax se entrelazan invitándonos a descubrir sus rincones y secretos. Un destino de altura ideal para iniciarse en unas islas Canarias marcadas por un exotismo único.
¿Que cuál de estas cosas que hacer en Tenerife te llaman más la atención?