¿Cuáles son las islas ABC?

Cuba, República Dominicana, Puerto Rico. . . cuando hablamos del Caribe unas pocas islas parecen convertirse siempre en las merecidas reinas de la función. Sin embargo, a la isla de Fidel Castro o las de los resorts con pulserita podría salirles una competencia que comienza a emerger durante los últimos años en el panorama turístico. A modo de canción de The Jacksons 5, las islas ABC, las más occidentales de las Antillas Menores conformadas por Aruba, Bonaire y Curaçao ya comienzan a convertirse en obligadas de cualquier crucero caribeño y en destinos de lo más prometedores. ¿Quieres conocer mejor las islas ABC?

Aruba

Playa Baby de Aruba, la primera de las islas ABC

La conocida como Isla Feliz se sitúa a 15 kilómetros de la costa de Venezuela y  comienza a perfilarse como una de las islas caribeñas favoritas de los cruceros. Propiedad del Reino de los Países Bajos, Aruba es la más pequeña de las ABC pero también una de las más bellas.

Su capital, Oranjestad (Ciudad Naranja, en honor al monarca Guillermo de Orange), es una ciudad de poco más de 26 mil habitantes famosa por uno de los carnavales más famosos de todo el Caribe y una arquitectura colonial que, a pesar de ser menos pintoresca que la de Curaçao, evoca el encanto holandés combinado con los colores del Caribe. Ejemplos de esta herencia cabe encontrarlos en Main Street o Royal Plaza, siendo su fuerte militar una de las grandes atracciones. A su vez, a tan solo 2.5 kilómetros de la ciudad se encuentra el aeropuerto internacional de Aruba, el Reina Beatrix.

El mejor punto de partida antes de adentrarnos en una isla cuyo encanto se reparte por todos sus rincones. La costa norte, más pedregosa, alberga desde una famosa piscina natural, Kadi, hasta granjas ecológicas de aloe vera, uno de los productos más demandados de la isla. Además, cualquier tour por el centro de la isla pasa por el Parque Nacional de Arikok, compuesto de formaciones volcánicas que marcan el contraste con el azul de unas playas paradisíacas que podremos encontrar en el sur.

Palm Beach o Eagle Beach, ésta última considerada en más de una ocasión como la playa más bella del mundo, son paraísos color turquesa rodeados de cocoteros que harán las delicias de los buceadores. Por su parte, la famosa Baby Beach responde a tan curioso nombre con unas aguas diáfanas que apenas superan los 5 metros de profundidad.

Bonaire

Fotografía: Goboogo

La más oriental de las islas ABC, Bonaire, es puro tropicalismo. De hecho, su aeropuerto internacional se llama Flamingo y su capital, Kralendijk, significa Arrecife de Coral en neerlandés y Playa en papiamento, la lengua nativa. Una «playa» de arquitectura colonial y restaurantes donde sirven estofados marineros cuya cercana isla de Klein Bonaire ya supone un adelanto de ese paraíso del buceo y el snorkel que supone la isla en sí.

Y es que si por una cosa destaca Bonaire es por sus cientos de opciones para los amantes de la fauna marina: el Bonaire National Marine Park está considerado como uno de los mejores lugares de buceo del mundo gracias a unas especies que van desde la morena hasta el pez loro pasando por las tortugas marinas. A ello habría que sumar la experiencia de una buena sesión de kayak por sus manglares de agua clara o una mañana de bronceado en unas de sus 22 maravillosas playas (repartidas especialmente por la costa oeste de la isla) entre las que destacan 1000 Steps, No Name (si este nombre no evoca el paraíso…) o Pink Beach, de arenas rosadas.

Los amantes de la historia también encontrarán un pedazo del pasado de la isla recorriendo las casas de esclavos, también conocidas como obeliscos, que todavía reposan los colores de la bandera holandesa frente a un mar ahora en calma.

Posiblemente, la más completa de las islas ABC.

Curaçao

Los colores conforman el mejor sello de la flamante Curaçao, punto de anclaje de numerosos cruceros que surcan el sur del Caribe y cuya capital Willemstad, es una encantadora ciudad de orígenes africanos, españoles, portugueses y holandeses dividida en dos distritos: Punda (famoso por su mercadillo flotante) y Otrabanda. Dos barrios unidos a su vez por el Puente de la Reina Emma, el cual surca la Bahía de Santa Ana y está considerado como el único puente de madera giratorio de todo el planeta. En la capital no solo podemos deleitarnos con la fusión de culturas (especial mención a su sinagoga amarilla) sino con unos colores que resaltan las fachadas de sus casas, sus numerosos fuertes o museos centrados especialmente en el pasado del esclavismo africano, siendo el Kura Hulanda el más famoso de todos.

Un primer aperitivo complementado por los muchos encantos de una isla cuyo gran highlight natural son las Hato Caves, un sistema de cuevas descubiertas cuando desciende el nivel del mar y en el que conviven corales con impresionantes estalagmitas. El arte rupestre invade el Christoffel National Park mientras que parques naturales como Shete Boka o el Central Curaçao Underwater Park se convierten en mecas del buceo.

Respecto a las playas, Curaçao cuenta con algunas tan agradables como Kenepa, Cas Abou o, especialmente, Klein Curaçao, una isla situada al suroeste de  principal convertida en paraíso de faros solitarios, playas de un azul superlativo y rincones secretos que harán las delicias de los visitantes más aventureros.

Y tú. ¿con cuál de las islas ABC te quedarías?


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