Viajar a China es una de las grandes experiencias de la vida. Abre la mente a cualquiera por la inmensidad del país, su cultura milenaria, sus distintas etnias. Pero aunque de un tiempo a esta parte es uno de los países con mayor cantidad de turistas lo cierto es que viajar a China no es lo mismo que viajar a Francia o Estados Unidos. Hay ciertos riesgos y situaciones inesperadas que debes tener en cuenta. No puedes programar mucho y la sorpresa siempre está a la vuelta de la esquina.
Por ejemplo, ¿cómo son los hospitales chinos? Los hospitales de las ciudades son buenos y están bien equipados pero China es un país todavía mayormente rural y en las zonas del interior faltan insumos médicos. Recibir un tratamiento médico adecuado puede ser difícil. Los médicos, en las ciudades y en el interior, no suelen hablar inglés y en verdad hay muy poco personal médico que hable aunque sea algunas palabras. No cuentes con eso así que si tienes a alguien que hable chino e inglés haz que te acompañe. Caso contrario terminarás gesticulando de todas las maneras posibles. En un hospital chino te debes moverte mucho, completar papeles, ir de aquí hacia allá y nadie te asiste. Pagas por todo, por cada médico que ves, por cada tratamiento, medicina y demás.
Si hay mucha gente las colas son frecuentes así que no se trata de entrar y salir. Por último: los hospitales chinos pueden no ser confortables, no debes ser tímido pues no suele haber privacidad y no son rápidos. Eso sí, los médicos son buenos y generalmente son mejores profesionales que los hospitales donde trabajan. Si tu herida es grave siempre, pero siempre, te conviene ir a una ciudad. ¿Seguro de viaje? ¡Obvio!