Si bien es cierto que cocinar el famoso pato laqueado chino es algo complicado y requiere ciertos elementos que no están en cualquier cocina, hay que olvidarse de la idea de que el arte de la cocina china es algo complicado. La mayor parte de los platos de la gastronomía china no requieren ni pasos ni equipos completos. La simplicidad es el secreto de la cocina china, una cocina que se basa en tres formas de cocción:
El rostizado. No es que todas las familias chinas rostizan en casa, este es el realmente un medio de cocción para restaurantes, muy especialmente los que se dedican a la gastronomía cantonesa. En un rostizado todos los ingredientes se marinan antes y después sí pasan al horno o la parrilla a fuego directo. Los ingredientes conservan así sus jugos, ya que se los voltea regularmente y aquellas piezas con piel, el pollo o el pato, por ejemplo, quedan crujientes. Otro método de cocción usual en la cocina china es el hervido, es decir cocinar la comida en agua hirviendo pero sin violencia. Es decir, la cocina china utiliza agua hirviendo pero no en una ebullición explosiva. Además, es solo un paso en la cocción pues la comida seguramente tendrá otro más antes de llegar a la mesa.
Y finalmente, en la gastronomía china está la fritura con poca materia grasa y a fuego no muy alto. Los ingredientes en general se cortan en porciones pequeñas, verduras y carnes como pollo y pescado. Se fríe primero el lado que va a presentarse al comensal y después el otro ya que de esta forma se aprovecha el aceite limpio. Recién después se agregan las salsas.