Rickshaw, el transporte tradicional chino

transporte tradiciona china

En los países del sur y el este de Asia, desde la India hasta China, es muy popular un medio de transporte tradicional conocido como rickshaw.

Básicamente este peculiar medio de transporte es una especie de triciclo de dos ruedas manejado por una persona. Una evolución del diseño original, el cual consistía en una simple carreta de madera tirada por una persona que iba a pie.

Hoy en día cualquiera que viaje a los destino turísticos más tradicionales del gigante asiático podrá ver muchos de estos vehículos. En Beijing por ejemplo, donde al rickshaw se le conoce simplemente como bici-taxi. Cientos de estos vehículos recorren a diario las calles del centro de la capital de China, pilotados por esforzados y expertos conductores que se adentran sin temor en el caos circulatorio de la ciudad.

En realidad no es el medio más cómodo ni más rápido para moverse por la ciudad, pero a los turistas les encantan.

El precio de una hora de trayecto en rickshaw es de unos 30 yuanes (alrededor de 4 euros al cambio actual). En otras ciudades del país, como Hangzhou o Shenzhen, las tarifas son aún más baratas.

Historia del rickshaw en China

El «rickshaw chino» se popularizó como medio de transporte usado por los chinos más pudientes a finales del siglo XIX. El trabajo de conductor (aunque sería más correcto llamarlo «tirador») de estos carros puede parecernos duro, pero lo era aún más en épocas pasadas, cuando los ricos y poderosos eran transportados en literas.

Los primeros modelos empezaron a circular en China en el año 1886. Sólo una década más tarde su uso como medio público de transporte se generalizó. El rickshaw fue un elemento importante en el desarrollo urbano de China en el siglo XX. No sólo ya como medio de transporte, sino también como medio de subsistencia para miles de personas.

Los historiadores calculan que hacia 1900 solamente en en Beijing circulaban unos 9.000 de estos carros, los cuales daban empleo a más de 60.000 personas. Este número no dejó de crecer llegando a alcanzar los 10.000 a mitad de siglo.

Sin embargo, todo cambió después de la guerra y el ascenso al poder de Mao Zedong. Para los comunistas, el rickshaw era un símbolo de la opresión capitalista de la clase obrera, así que los retiraron de la circulación y prohibieron su uso en 1949.

Recorrer Beijing en un rickshaw

Los rickshaws que recorren las calles de China en la actualidad ya no están tirados por un hombre a pie, sino por un conductor que va en bicicleta. Sigue siendo un trabajo duro, aunque no tanto como antes.

En Beijing cabe diferenciar entre los rickshaws que ofrecen un servicio similar al del taxi de los que se ofrecen a los turistas como una forma pintoresca de visitar los principales monumentos de la ciudad. Así, estos rickshaws turísticos se adentran en los hutongs, los callejones de la parte más antigua de la capital china.

La experiencia es intensa, aunque es importante que el viajero sepa algunas cosas antes de subirse a uno de estos vehículos.

Para empezar, hay que saber regatear el precio. Muchos conductores tratarán de hacernos pagar hasta 500 yuanes (más de 60 euros) por un paseo de una hora, lo cual es una tarifa muy inflada. Si nos mantenemos firmes y sabemos regatear, el precio acordado puede reducirse hasta 80 yuanes, e incluso menos.

Otra cosa que hay que saber es que muy probablemente el conductor se detenga en alguna tienda de un amigo o familiar. La idea es que los pasajeros se gasten algo de dinero allí antes de continuar con la ruta monumental por la ciudad.


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*