Catedral de Sal de Zipaquira: Historia, devoción y belleza

Hace unos 70 millones de años, con la formación de la Cordillera Oriental en Colombia (ramal de la gran cordillera de los Andes), también se formó uno de los depósitos más grandes de sal en todo el mundo, ubicado en territorios de lo que actualmente es el municipio de Zipaquirá, a tan solo 47 kilómetros de la ciudad de Bogotá.

Los primeros en descubrir y aprovechar tal riqueza fueron los indígenas Chibchas y Muiscas hace más de 600 años, pero fue gracias al el científico alemán Alexander Von Humbolt cuando se marcó el inicio de una apropiada explotación salinera a comienzos del siglo XIX.
Fue en esa época cuando los mineros, quienes se mostraron muy devotos a la Virgen María, comenzaron a labrar el futuro de lo que hoy en día es considerada como una de las maravillas de Colombia, la majestuosa Catedral de Sal.

Inicialmente estos trabajadores levantaron una pequeña capilla al interior de estas minas; pero fue a mediados del siglo XX en que se apoyó la construcción de una gran Catedral, la cual permaneció por casi medio siglo.

A comienzo de la década de los 90, y con la colaboración de la Sociedad Colombiana de arquitectos, se diseño la actual catedral de sal de Zipaquira, una obra que es considerada como una de las obras artísticas y arquitectónicas más notables del mundo.

La Catedral es la principal atracción del complejo Parque de la sal, en el que los visitantes pueden aprender acerca de geología y recursos naturales, admirar la única obra de carácter religioso en el mundo realizada con este elemento de la naturaleza.


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