Viajamos al sur de Colombia, en concreto al Departamento del Putumayo, al encuentro de uno de los lugares más mágicos de América del Sur. Allí, cerca de la ciudad de Mocoa se esconde un paraje natural precioso y envuelto en el halo misterioso de las leyendas: el Churumbelo.
En realidad el Churumbelo es el nombre de una sierra que ocupa más de 12.000 hectáreas de selva. Un laberinto verde y espeso lleno de vida por el que discurren numerosos cursos fluviales. Este escenario resulta altamente inspirador para cualquiera que tenga la feliz idea de descubrirlo. Sus rincones remotos y escondidos son el escenario ideal para los mitos y las leyendas.
La leyenda de la que vamos a hablar hoy tiene unos orígenes muy antiguos, anteriores incluso a la llegada de los españoles al continente americano. Lo cierto es que toda esta región estuvo habitada hace siglos por una civilización antigua emparentada con la actual tribu de los Ingas (no confundir con los Incas), como atestiguan los numerosos vestigios arqueológicos que se extienden por toda la zona.
Es realmente asombroso que esta leyenda haya conseguido viajar en el tiempo y llegar hasta nosotros gracias a la tradición oral de los pueblos indígenas de la selva colombiana. Esto es lo que nos cuenta:
El tesoro del Churumbelo
Toda la región del Churumbelo está llena de cascadas y saltos de agua. Los turistas, atraídos por la belleza del paisaje y su riqueza natural, se acercan hasta muchas de ellas para disfrutar de un refrescante baño en sus aguas cristalinas. Sin embargo, muchos ignoran que en una de ellas se esconde un fabuloso tesoro.
En su caída, la Cascada del Churumbelo, formada a lo largo del cauce del río Ponchayaco, forma una pequeña laguna rodeado por la espesura del bosque. Un paisaje paradisíaco. Se dice que en el fondo se oculta una estatua de oro macizo con la forma de un niño. Un valioso objeto que tal vez fue arrojado allí para esconderlo de las codiciosas manos de los conquistadores.
Según la leyenda, los dioses de la selva se han ocupado desde entonces de mantener este tesoro alejado de los curiosos y los saqueadores. Y escogieron a los watíes para esta tarea.
Según las viejas tradiciones de los pueblos indígenas de la zona, los watíes son espíritus que habitan la selva. Son ellos los que conjuran las fuertes lluvias y los violentos vendavales que castigan la zona, haciendo del bosque una fortaleza verde infranqueable. También son ellos los que confunden a los exploradores y aventureros con espejismos y caminos en círculo. Al parecer, los watíes son algo más benévolos con los turistas, a los que dejan acercarse al Churumbelo para disfrutar del paisaje.
¿Mito o realidad? Resulta difícil decirlo, pero medio en serio medio en broma son muchos los turistas que curiosean por la laguna en busca del tesoro durante su visita a la cascada, rebuscando entre las rocas y las cavidades del terreno. Algunos aseguran haber visto destellos dorados bajo el agua cuando los rayos del sol inciden directamente sobre ella.
Naturalmente, nadie ha sido capaz de encontrar nada hasta la fecha. Lo más probable es que el tesoro del Churumbelo no exista, pero eso es algo que nadie puede asegurar con certeza.
Parque Natural de la Serranía de la Macarena
El Churumbelo y su misterioso tesoro de leyenda se encuentran dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra de Macarena, uno de los muchos parques y reservas naturales de la Amazonia colombiana.
Este parque tiene sus orígenes en la reserva Biológica de La Macarena, instituida en el año 1948. Este espacio abarcaba la vasta región geológica del Escudo Guayanés, con una extensión aproximada de 130 kilómetros de este a oeste y de unos 30 kilómetros de norte a sur.
La Sierra de La Macarena guarda en su interior una gran variedad de paisajes y ecosistemas, desde bosques húmedos y selvas inundadas hasta áreas de matorral y zonas de sabana amazónica. Estos paisajes son el hábitat de innumerables especies vegetales y animales, muchas de ellas endémicas.
Además de una naturaleza exuberante y salvaje, en el Parque Natural de la Sierra de Macarena también hay yacimientos arqueológicos muy importantes en las cuencas de los ríos Duda y Guayabero, Allí se han desenterrado misteriosos petroglifos y pictogramas que son el testimonio de las culturas indígenas que hace siglos habitaron la zona.
Por desgracia, la memoria y el conocimiento de muchos de estos pueblos se han perdido para siempre. Es una lástima, porque tal vez ellos podrían aclararnos los detalles de la leyenda del Churumbelo y su enigmática y escurridiza figura de oro.
Es un espectàculo , la cascasda, quisiera contactarme con ustedes pues en la Estrella municipio de Medellìn, hay un terreno que es de mi padre que tiene una cascada espectacular tambien, y quisiera hacer un proyecto ecoturìstico, a media hora de Medellìn.
les recomiendo venir al putumayo es super bakano tiene una gente muy linda.
BIENVENIDOS AL PUTUMAYO
AUI SE BAILA EL PERREO,PERREO PERREO PERRO PERREO PERREO
UYYYYYYY Q GROSERA LA SARITA