Cómo se celebra el día de Reyes en Argentina

6 de enero

El 6 de enero es uno de los días más esperados del año por los niños de muchos países del mundo. El Día de Reyes en Argentina es también una fecha mágica y especial, el esperado día en que Melchor, Gaspar y Baltasar traen regalos a los más pequeños de la casa.

Cierto es que no se trata de una tradición única de este país. Como es sabido, es una costumbre que se basa en la historia que se explica en el Evangelio según San Mateo, la de los Reyes Magos de Oriente que viajaron siguiendo la estrella de Belén para rendir tributo al niño Jesús. La tradición de los regalos en este día pretende emular a los presentes que los reyes le trajeron: oro, incienso y mirra.

Son muchos los países del mundo cristiano que celebran este día. La fecha del 6 de enero, también conocida como Día de la Epifanía, es festiva en muchos países europeos de tradición católica como Austria, Bélgica, España, Polonia o Alemania. Los alemanes presumen además de albergar los restos de los tres Reyes en su territorio, que estarían enterrados bajo el suelo de la Catedral de Colonia.

Con todo, es en España donde esta festividad se vive con mayor intensidad, con las famosas Cabalgatas de Reyes y el clásico Roscón. Fueron precisamente los españoles quienes exportaron esta fiesta al otro lado del Atlántico. En América el 6 de enero encontró en fuerte arraigo en países como Puerto Rico, México, Venezuela, Cuba, Uruguay o la República Dominicana. Y por supuesto también en Argentina.

Hoy en día la tradición anglosajona de Santa Claus se ha impuesto en casi todo el mundo. Sin embargo, todavía son muchos los países donde la tradición de los regalos de Reyes continúa o incluso convive con la de Papá Noël.

La Noche de Reyes

Antes de hablar del Día de Reyes en Argentina hay que hablar de una ilusionada espera que culmina durante la víspera, la mágica Noche de Reyes.

vidriera reyes magos

La tradición de los regalos del Día de Reyes proviene de la Adoración de los Reyes Magos del Nuevo Testamento.

Igual que en otros países del mundo los niños escriben una carta a Papá Noël con una lista de deseos, también los niños argentinos hacen lo propio con los Magos de Oriente, escribiendo y metiendo en el buzón la «Carta a los Reyes». Los regalos no llegarán el día de Navidad, sino un poco más tarde, en la mañana del 6 de enero.

Para que todo salga como está esperado, es importante que los niños no olviden dejar un poco de agua y comida para los sufridos camellos sobre los que viajan montados los Reyes Magos. También es preciso colocar los zapatos en la ventana de la habitación o debajo del Árbol de Navidad.

Después, hay que irse a la cama e intentar dormir a pesar de los lógicos nervios de la espera. Al día siguiente aparecerán los regalos sobre los zapatos.

Día de Reyes en Argentina: dulces y regalos

¡No hay momento más emocionante para un niño que la mañana del Día de Reyes en Argentina! Los pequeños madrugan mucho para descubrir y abrir los esperados regalos. Ya se sabe que quienes mejor se hayan portado a lo largo del año serán quienes reciban los mejores obsequios. Pero que nadie se preocupe: los Reyes Magos no se olvidan de ningún niño.

En las principales ciudades es posible encontrar espectáculos donde los reyes pueden entregar obsequios a los niños. Aún en muchos barrios se mantiene la tradición de organizar la entrega de obsequios.

roscón de reyes

La Rosca de Reyes es el manjar que culmina la fiesta del Día de Reyes en Argentina

El 6 de enero es también un día para reunirse en familia y disfrutar de la comida en una atmósfera alegre. Al final del almuerzo llega el momento de cumplir con otra deliciosa tradición: la de la Rosca de Reyes, que todas las panaderías y pastelerías argentinas venden durante los días previos a la fiesta. La rosca del Día de Reyes en Argentina es algo más pequeña que la se come por ejemplo en México o en España. Además, no contiene ninguna «sorpresa» (habas, judías o figuritas de los Reyes), como es costumbre en estos países.

La Rosca de Reyes en su versión argentina tiene forma anular y viene cubierta con crema pastelera, frutas confitadas y perlas de azúcar. La idea es emular el aspecto de una corona real. Es el último acto de las fiestas navideñas. Un dulce punto final para hacer más llevadero el regreso a la rutina y el trabajo de desarmar el Árbol y recoger las luces y la decoración de la casa.

A pesar del paso del tiempo (y de la competencia de Papá Noel), la costumbre del Día de Reyes no ha perdido su importancia, y muchos menos para los más pequeños, que siguen disfrutando de ella.


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