Costa Blanca

Vista del Peñón de Ifach

Peñón de Ifach

La Costa Blanca se extiende unos doscientos kilómetros por el litoral del Levante español. Recibe este nombre por sus playas de arenas claras y aguas cristalinas, pero también por sus pueblos de casas encaladas y promontorios rocosos. Puedes disfrutar en ella de casi trescientos días de sol al año y de unas temperaturas medias absolutas de diecisiete grados.

Magníficos paisajes enclavados en preciosos parques naturales, un amplio patrimonio monumental fruto de una rica y extensa historia, una amplia oferta hostelera y gastronomía tan deliciosa como saludable son otras de las cualidades que te ofrece la Costa Blanca. No es casual que cada año millones de visitantes españoles y extranjeros viajen a ella para disfrutar de sus vacaciones. Si te apetece conocerla, te invitamos a seguirnos.

Localidades de la Costa Blanca

Como decíamos, la Costa Blanca se extiende a lo largo de, aproximadamente, doscientos kilómetros por el litoral levantino e incluye municipios de la provincia de Alicante que llegan hasta la misma frontera con la de Murcia. Vamos a ver los más interesantes.

Alicante

Es necesario que comencemos nuestro viaje por la propia capital de la provincia. Con playas como la del Postiguet, San Juan, La Albufereta o Aguamarga (esta última adaptada para perros), Alicante también te muestra un gran patrimonio monumental.

Entre sus símbolos destacan el castillo de Santa Bárbara, una edificación árabe reconstruida por los cristianos entre los siglos XIV al XVIII y que es una de las fortalezas más grandes de Europa. También debes visitar la concatedral de San Nicolás de Bari, edificada en el siglo XVII en estilo renacentista herreriano y que cuenta con un claustro del XV; el monasterio barroco de la Santa Faz o la basílica de Santa María.

Vista del castillo de Santa Bárbara

Castillo de Santa Bárbara

Asimismo, uno de los atractivos de Alicante son sus palacios y casas nobiliarias. Entre los primeros, los de Gravina, Maisonnave y del Portalet, todos del XVIII. Y, entre las segundas, la Casa de La Asegurada, actual Museo de Arte Contemporáneo, o el Ayuntamiento. Cuando visites este último, construido en el siglo XVIII, te en cuenta una curiosidad: se halla en cota cero sobre el nivel del mar y sirve de referencia a la hora de medir la altitud en cualquier parte de España.

Pero también puedes ver en Alicante construcciones más modernas. Destacan en este sentido el Mercado Central y la Lonja, dos edificios modernistas de principios del XX; el castillo de San Fernando, del XIX, y el Teatro Principal, una edificación neoclásica de mediados de este mismo siglo.

Finalmente, en la zona de La Albufereta puedes ver los restos de la ciudad íbero-romana de Lucentum, muchas de cuyas piezas se hallan en el Museo Arqueológico Provincial, donde también puedes ver la Dama de Cabezo Lucero, una de las esculturas íberas más relevantes de España.

Denia

Esta localidad ha sabido mantener su encanto de pueblo pesquero a pesar del turismo, con un casco antiguo de calles estrechas. El macizo del Montgó la resguarda y desde él puedes apreciar maravillosas vistas de la Costa Blanca. Incluso en días despejados se pueden ver los contornos de Ibiza.

Entre sus monumentos destaca el castillo, edificado en época musulmana y ubicado sobre un promontorio en cuyas laderas están los restos de la antigua ciudad romana de Diannium. Puedes ver las piezas extraídas de este yacimiento arqueológico en el museo del propio castillo.

Vista del Montgó

Denia y el macizo del Montgó

También debes visitar el edificio neoclásico del Ayuntamiento; la casa fortificada de Benitzaina, del siglo XVIII y declarada Bien de Interés Cultural; la iglesia barroca de la Asunción; las ermitas de San Juan y Santa Lucía y torres de defensa costera como las de la Almadraba y del Gerro.

Finalmente, puedes disfrutar de playas y calas como las de la Marineta Casiana y Les Marines. Y no olvide pasear por el barrio de Baix la Mar, con sus casas encaladas de pescadores y sus restaurantes.

Javea

Ubicada en una preciosa bahía enmarcada por dos cabos, en Javea tienes un precioso casco histórico de calles estrechas, pequeñas casas blancas y palacios medievales. No obstante, su monumento más importante es la impresionante iglesia fortaleza de San Bartolomé, edificada entre los siglos XIV y XVI y cuyo campanario es visible desde toda la comarca. Es Monumento Artístico Nacional.

Además, puedes disfrutar en Javea de la playa del Arenal, en pleno casco urbano, y sobre todo emprender alguna de las rutas de senderismo que llevan a los miradores del Parque Natural del Montgó, de cuyas vistas ya te hemos hablado anteriormente.

Calpe

Cobijada bajo el impresionante Peñón de Ifach, uno de los grandes símbolos de la Costa Blanca, la villa de Calpe destaca precisamente por el parque natural de cincuenta mil metros cuadrados que conforma esa mole rocosa. Es un lugar perfecto tanto para la escalada como para el submarinismo. Pero también te ofrece magníficas playas como la de Levante, la del Arenal-Bol y la del Cantal Boig.

En cuanto a sus monumentos, destacan Los Baños de la Reina, unos viveros de pescado de época romana; el Castell del Mascarat, una torre vigía del siglo XVI que es Bien de Interés Cultural, y la Casanova, una casona rural de principios del XVIII.

Vista de Altea

Altea

Altea

Con una línea costera de seis kilómetros que alterna calas y acantilados, Altea es un pueblo precioso. Su parte antigua, conocida como El Fornet está compuesta por calles empedradas y pequeñas casas blancas enrejadas y adornadas con flores. También su puerto es muy pintoresco.

En cuanto a las playas, puedes disfrutar de las de La Roda, La Olla y Cap Negre. Incluso cuenta con tres playas nudistas: la de Mascarat Norte, la de la Solsida y la Cala de la Barra Grande.

Finalmente, puedes visitar en Altea la iglesia monasterio de las Carmelitas Descalzas; la Torre de la Galera, que es Bien de Interés Cultural; la preciosa iglesia ortodoxa, que replica un templo ruso del siglo XVII, o el Museo Casal del Festero, donde verás los trajes típicos de las fiestas de Moros y Cristianos, de las cuales te hablaremos más adelante.

Benidorm

Poco hace falta que te digamos de Benidorm, uno de los grandes destinos turísticos de España. Con dos espectaculares playas, la de Levante y la de Poniente separadas por el mirador bautizado como Balcón del Mediterráneo, destaca por su vida nocturna, con numerosas discotecas, pubs y bares.

Pero también puedes encontrar en Benidorm tres parques temáticos: Terra Mítica, con base histórica; Aqualandia, para disfrutar de toboganes gigantes, y Mundomar, para observar animales. Asimismo, tienes que ver el yacimiento romano de Tossal de la Cala; la torre Punta del Cavall, que se halla en el Parque Natural de la Sierra Helada, y la iglesia de San Jaime y Santa Ana, edificada en el siglo XVIII en estilo neoclásico.

Finalmente, otro gran atractivo de Benidorm es la Isla, que se encuentra frente a la bahía y tiene una bonita historia legendaria. El gigante Roldán amaba profundamente a una dama que cayó enferma. Solo los rayos del sol parecían recuperarla. Roldán asestó un puñetazo a la montaña de Puig Campana y una parte de esta cayó al mar (todavía hoy se aprecia en la colina una hendidura) conformando la isla, en la cual el sol se pone unos minutos más tarde.

Vista de Benidorm

Benidorm

Villajoyosa

El casco antiguo de esta población conforma el Conjunto histórico-artístico de La Vila, donde destacan las espectaculares murallas renacentistas y la iglesia gótica de la Asunción. También debes ver el chalet de Centella, un palacete urbano de estilo ecléctico, y las torres costeras y huertanas que vigilaban la llegada a la costa de piratas berberiscos. Entre estas, la del Aguiló y la de Dalt.

Pero Villajoyosa destaca sobre todo por su amplio patrimonio romano. Las termas romanas de Allon, el santuario de la Malladeta y la torre de Sant Josep son sus tres elementos principales. Respecto a las playas, tienes en la localidad y sus alrededores gran número de ellas. Destacan Paraíso, el Bol Nou y la playa Estudiantes.

Santa Pola

También debes visitar en esta localidad las Ruinas del Portus Ilicitanus, un yacimiento íbero del siglo IV antes de Cristo sobre el que se edificó una factoría romana. Destaca entre todos estos restos la Casa del Palmeral, una villa con mosaicos de época latina. Igualmente destaca en Santa Pola el castillo-fortaleza, construido en el siglo XVI y que alberga dos museos: el del Mar y el de la Pesca.

Respecto a naturaleza, tienes magníficas playas como las de Tamarit, Varadero y Lisa, todas ellas completamente equipadas. Y también el maravilloso Parque Natural de las Salinas, catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves.

Torrevieja

También aquí hallarás un parque natural, el de las Lagunas de la Mata y de Torrevieja, que durante siglos fueron salinas y actualmente son una zona fundamental en la migración de las aves. Entre sus playas, destacan las de los Locos, la del Cura, la de La Mata y la del Dique de Levante. Pero, sobre todo, la de Cabo Cervera, no solo por sus cualidades, sino porque en ella, más concretamente en la torre del Moro, encontrarás un espectacular mirador que te ofrece maravillosas vistas de la Costa Blanca.

Paseo de Torrevieja

Torrevieja

Otras localidades

En fin, también puedes disfrutar en la Costa Blanca de pueblos como Albir, con sus bonitas calas; El Campello, con las ruinas íberas de la Illeta; Guardamar del Segura, con sus inmensas extensiones de pinos, y Pilar de la Horadada, ya lindando con la provincia de Murcia. Todas ellas sin olvidar la isla de Tabarca, cuyas aguas ostentan la categoría de Reserva Marina del Mediterráneo, por su biodiversidad de fauna y flora.

El clima en la Costa Blanca

Una de las grandes ventajas de la Costa Blanca es su magnífica climatología. Si viajas a ella, prácticamente estás contratando un seguro de sol y buen tiempo. De hecho, los días al año en que brilla son casi trescientos, lo cual te garantiza muchas horas de playa.

La zona presenta un clima típico mediterráneo. Por tanto, muy suave en cuanto a temperaturas y con escasas precipitaciones. Los inviernos son muy agradables, con mínimas de unos cinco grados y máximas de quince. En parte, ello se debe a que las heladas son muy poco frecuentes.

Por su parte, los veranos son calurosos, con máximas superiores a los treinta grados y noches de tipo tropical que raramente bajan de veinte. Verás esa sensación de calor intensificada por la humedad de la zona. Al tratarse de costa, puede superar el setenta por ciento.

En cambio, las precipitaciones son muy escasas, concentrándose en primavera y otoño. No obstante, es un fenómeno común a toda la zona la llamada gota fría, que también sucede en los meses más lluviosos. Consiste en la caída muy abundante de precipitaciones durante un periodo muy breve de tiempo, lo cual suele provocar inundaciones.

Las dunas de Guardamar

Dunas de Guardamar

Por todo ello, los mejores meses para que visites la Costa Blanca son los de primavera, con temperaturas muy agradables. Tampoco tendrás que preocuparte de las precipitaciones pues, aunque es una de las estaciones más lluviosas, siguen siendo escasas al tratarse de un clima seco.

Fiestas típicas de la Costa Blanca

Como sucede en todo Levante, los festejos relacionados con el fuego tienen mucha tradición en la Costa Blanca, especialmente la hoguera de San Juan. Más típicas son las fiestas de Moros y Cristianos, que se celebran en casi todas las poblaciones y recrean una batalla entre unos y otros. Especialmente famosas son las de Villajoyosa.

Por otra parte, aunque la ciudad de Elche no pertenece a la Costa Blanca, sí se incluye en ella su término municipal. Y en ella tiene lugar una de las fiestas más originales de España. Se trata del Misterio de Elche, que recrea la asunción y coronación de la Virgen María y que es Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Gastronomía de la Costa Blanca

Como en todo el Levante español, la Costa Blanca se caracteriza por sus arroces, que se preparan de las formas más diversas. Pero también las frutas y hortalizas son muy importantes en su cocina. Es el caso del tomate de Muchamiel, la cereza de la Montaña de Alicante, la granada de Elche o la ñora de Guardamar.

Entre los platos típicos de la zona destacan el arroz con costra o a banda, con conejo y caracoles o con habichuelas y nabos; los pescados frescos asados, a la brasa o en guisos como el bollitori o la borreta, y los mariscos, con especial importancia de la gamba roja. Pero también son clásicos los cocidos de pelotas, que llevan una gran albóndiga de carne; los gazpachos y las farinetas o gachas.

Una cazuela de arroz con costra

Arroz con costra

Y, como postres, la toña alicantina, los turrones de Jijona, los rollos de aguardiente de Villajoyosa o los helados y la leche merengada. En cuanto a las bebidas, destacan la horchata de chufa, los vinos del Vinalopó y licores de anís como el herbero o de café como el burret.

Como llegar a la Costa Blanca

La Costa Blanca cuenta con un aeropuerto internacional, el del Altet. También puedes llegar a Alicante por ferrocarril, con la línea de AVE que une esta ciudad con Madrid. Una vez en la zona, puedes moverte por carretera a través de la autovía A-38, que va desde Valencia hasta Pilar de la Horadada.

Pero quizá te resulte más cómodo utilizar los tranvías y trenes del TRAM-Metropolitano de Alicante, que enlazan esta ciudad con las principales localidades de la Costa Blanca. Entre sus líneas destaca la 9, conocida como el Trenet de la Marina, que une Benidorm y Denia pasando por Alfaz del Pi, Calpe, Altea o Benisa. Finalmente, también puedes moverte en autobús o en taxi.

En conclusión, la Costa Blanca te ofrece todo lo que necesitas para disfrutar de una estancia inolvidable. Tienes buenas comunicaciones para llegar hasta ella y recorrerla. Cuenta con una magnífica oferta hotelera. El clima te garantiza el sol. Posee un amplio y hermoso patrimonio monumental y, por si todo ello fuera poco, su gastronomía es exquisita. ¿A qué esperas para visitarla?


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