A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, la mujer china sigue estando en cierta posición de inferioridad respecto al hombre. Esta condición ha sido así a lo largo de la milenaria historia del país. Hasta fechas relativamente recientes, en China existió una preferencia cultural hacia los varones que estuvo ligada al sometimiento de la mujer.
Tras la implantación de la República Popular China pareció que esto por fin iba a cambiar (no en vano el propio Mao Zedong llegó a afirmar que «las mujeres sostienen la mitad del cielo»), pero los observadores internacionales afirman que las mujeres todavía siguen estando en una posición de inferioridad dentro de la sociedad china.
La mujer china en la familia
Las viejas costumbres chinas respecto al matrimonio obligaban a las mujeres a vivir en casa de la familia del esposo, donde debía permanecer incluso después de la muerte de éste. Su función principal consistía en tener y hijos y encargarse del cuidado del hogar.
Una práctica terrible para las mujeres, que afortunadamente fue erradicada a principios del siglo XX, es la del vendado de pies. Esta costumbre se aplicaba solo a las hijas mayores con la idea de conseguir un matrimonio ventajoso, ya que las deformaciones que provocaba este vendado eran consideradas atractivas además de un signo de distinción. La realidad era que las niñas sometidas al vendado de pies acababan con la movilidad restringida y soportaban muchos dolores.
En 1950 la República Popular de China estableció la Ley de Matrimonio, que suprimía las viejas tradiciones de subordinación femenina y, entre otras cosas, permitía por primera vez a la mujer tomar sus propias decisiones con respecto al matrimonio. Sin embargo, hubo que esperar tres décadas más para que los matrimonios concertados fueran abolidos. Lo mismo sucedió con tradiciones como el concubinato, la poligamia y la bigamia que seguían muy arraigadas.
A pesar de que el progreso ha sido espectacular, el porcentaje de mujeres chinas en el acceso a estudios superiores sigue siendo muy inferior al de los hombres. También persiste el gran problema de la violencia doméstica.
El Zuoyuezi o «hacer el mes». Una antigua tradición china e torno a la maternidad.
El Zuoyuezi
En China sigue muy viva una vieja costumbre ligada a la maternidad: el Zuoyuezi, término que se puede traducir como «hacer el mes».
Cuando las mujeres chinas dan a luz, deben permanecer en casa descansando y cuidando al bebé durante 30 días. Las reglas son muy estrictas: la madre debe seguir una dieta especial sin poder moverse de la cama y sin recibir más visitas que las de la familia más cercana. Tampoco puede usar el teléfono ni ver la televisión. Ni siquiera les está permitido ducharse o bañarse más allá de un aseo mínimo.
En los últimos años el Zuoyuezi empieza a ser visto con malos ojos por la sociedad china moderna, tanto por su carácter poco higiénico como por ser considerado dañino para el equilibrio mental de las madres.
Belleza y salud
En todo el mundo la mujer china es admirada por su belleza y su aspecto juvenil independientemente de su edad.
La verdad es que las mujeres de este país gastan mucho en cuidados personales. De hecho, el consumo interno de cosméticos es enorme. El canon de belleza tradicional en China se resume en una serie de rasgos físicos determinados: ojos grandes, nariz levantada, boca pequeña y piel clara. Por esta razón, a diferencia de las mujeres occidentales, a las chinas no les gusta broncearse al sol. Es más, muchas suelen utilizar blanqueadores para la piel.
El facekini, la curiosa prenda usada por las mujeres chinas para evitar los efectos del sol en la cara
Este «miedo al sol» fue la causa de que se pusiera de moda entre las mujeres chinas el peculiar facekini. Esta prenda de baño empezó a ser usada hace unos años en el país asiático. Las mujeres cubrían su cabeza con ella, evitando así que el sol quemara su rostro en los días de playa.
Estos cuidados no son meramente estéticos, sino que también están orientados a una buena salud. Las mujeres en China cuidan mucho su alimentación. Existe una serie de alimentos considerados «femeninos» como el jengibre, el sésamo negro o la jojoba, que además de rejuvenecer favorecen la fertilidad.
Se dice también que las mujeres chinas odian el frío, al que consideran tan dañino para la saludo como el sol. Por este motivo evitan comer helado o tomar agua demasiado fría, incluso en los meses más calurosos del verano.
La mujer china en el mundo laboral
La mujer china en el mundo laboral
China es uno de los países del mundo con mayor tasa de empleo femenino (en torno al 43 %). Existe una ley estatal que prohíbe la publicación de anuncios de trabajo «sólo para hombres».
Sin embargo, es una realidad que el papel de la mujer en el mundo laboral en China sigue siendo secundario. Las mujeres suelen desempeñar tareas de menor importancia y peor remuneradas, quedando los empleos «de prestigio» reservados en la práctica casi en exclusiva a los trabajadores masculinos.
Los esfuerzos por igualar el peso entre hombres y mujeres en este sentido chocan con la vieja mentalidad tradicional de los chinos. Esto ha dado como resultado que existan una serie de profesiones consideradas como femeninas (por ejemplo, dependienta comercial). Del mismo modo, la presencia de mujeres en los equipos directivos de las empresas o en la dirección de organismos públicos es mínima.