Rodeada por los mares Adriático, Jónico, Egeo, Mármara y Negro, la Península de los Balcanes atesora un pasado de historia, guerra y cultura que eclosiona hoy día en un lugar de cuento, ideal para perderse en escenarios libres de masificaciones. A fin de que sirva como primer esbozo de una futura ruta, os guiamos a través de los lugares más mágicos que visitar en Los Balcanes.
Parque Nacional de los Lagos de Plitvice (Croacia)
Considerado como uno de los parques nacionales más bellos del mundo, digno de una secuela de la película Avatar, Plitvice reluce como un obligado en cualquier visita por el país de Croacia. Un conjunto de 30 mil hectáreas macerado de bosques, montañas y hasta 16 lagos formados por el río Korana cuya abundancia se cuela entre pinos y senderos, celebrando una naturaleza que aquí adquiere una dimensión única.
Puente de Mostar (Bosnia y Herzegovina)
Como de cuento, el también conocido como Puente Viejo de la ciudad herzegovina de Mostar es uno de los más fascinantes del mundo. Extensión del barrio antiguo de Mostar, designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2005, el puente sirve de nexo sobre el río Neretva entre ambas zonas de la ciudad, siendo construido en el siglo XVI hasta alcanzar la condición de icono cultural durante el período otomano del país. Todo un clásico de Los Balcanes.
Lago Bled (Eslovenia)
Formada en 1991 tras su separación de Yugolasvia, la nación eslovena brilla hoy día como uno de los destinos ecoturísticos más famosos de Europa. Una combinación de ciudades medievales (Liubliana), rutas por Los Alpes Julianos y lugares dignos de un cuento de los hermanos Grimm entre los que destaca, sin duda, el lago Bled. Una extensión de agua en cuyo epicentro luce una isla de Bled, definida por la presencia de la Iglesia de la María, de estilo barroco y precedida por 99 escalones en torno a la cual se celebra el festival Bled Days and Bled Night, el cual se celebra en julio y se caracteriza por 15 mil velas formadas en cáscaras de huevo que flotan por el lago. Una celebración que, según los rumores, habría inspirado cierto escena de la película Enredados, de Disney.
Parque Nacional de Durmitor (Montenegro)
Cubierto por montañas en gran parte de su extensión, Montenegro encuentra en el Parque Nacional de Durmitor a uno de sus mejores representantes. Ideal para adentrarse en los Alpes Dináricos, el parque es un conjunto de lagos, montes y bosques de pinos a travesados por el río Tara, ideal para la práctica de rafting, además de un conjunto de cuevas glaciares entre las que destaca la famosa Cueva de Hielo, la cual deja entrever la punta de una masa de hielo a la que pocos se atreven a entrar. Pura aventura en Los Balcanes.
Ohrid (Macedonia)
Situada a orillas de un enorme lago compartido con la vecina Albania y designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Ohrid es uno de los lugares más famosos de Macedonia. Una ciudad llena de historia definida por lugares como su Viejo Bazar, zona de negocios y tiendas; el árbol milenario China Tree, en mitad de la plaza Krushevska Republika; o una Ciudad Bieja irresistible y tallada en piedra en la que destacada la presencia de la Iglesia de San Juan Kaneo, asomada a un lago en el que, durante los meses de verano, los turistas y locales no dudan en tumbarse a tomar el sol.
Tirana (Albania)
La capital de Albania es uno de los mejores lugares a la hora de introducirse en este singular país balcánico. Rodeada de colinas, valles y el mar Adriático, Tirana gira en torno a su Plaza Skanderberg, llena de jardines y los principales edificios administrativos de la ciudad, además de otros monumentos como la Mezquita de Et’hem Bey, puro contraste, o la pirámide de Tirana, actualmente un centro de conferencias con un diseño de lo más peculiar. Una ciudad única cuya mejor forma de vislumbrar a modo de panorámica es a través de una ruta en teleférico hasta la cima del Monte Dajt.
Acrópolis (Grecia)
Aunque normalmente no lo asociemos directamente como parte de los Balcanes, lo cierto es que el mítico país griego también pertenece a esta histórica península. Cuna de sus famosas islas griegas, Grecia encuentra en el Acrópolis de Atenas, su capital, el mayor icono de su legado. La antigua «Ciudad Alta» es hoy un vestigio igual de interesante donde el Partenón, también conocida como Templo de Atenea, atrae todas las miradas además de rodearse de otros monumentos como el Teatro de Dionisio, lugar donde Sófocles hizo uso de la oratoria en más de una ocasión.
Dubrovnik (Croacia)
Turística, sí. Pero cualquiera puede resistirse al lugar más famosos del país croata. Una ciudad de tejados rojizos asomada al Adriático y envuelta por una enorme muralla que da forma a uno de los lugares medievales más fascinantes de Europa. Tanto, que parte de su reclamo actual bebe de su condición como lugar de rodaje de gran parte de los episodios de Juego de tronos y tomas de la última trilogía de Star Wars. Tintes cinematográficos para una ciudad que reconcilia al visitante con el poder monumental de Croacia y, por qué no, también unas playas isleñas que envuelven la ciudad invitando a darse un remojón tras una ruta histórica.
Buzludhza (Bulgaria)
También conocido como el UFO búlgaro, Buzludhza es una estructura siniestra y envuelta entre la niebla que servía de sede para las fiestas de los altos cargos comunistas de Bulgaria. Un lugar digno de Expediente X erigido en la cima de la montaña Buzludzha cuyo acceso restringido no resta una visita para los alrededores mientras, allá arriba, la certeza de que los extraterrestres llegaron a los Balcanes en algún momento se torna de lo más creíble.
Como puedes comprobar, los Balcanes configuran un mapa de atracciones entre las que encontrar pueblos con encanto, parques nacionales de ensueño, monumentos míticos y hasta un lago digno de cinta de animación Disney.
¿Has visitado alguno de estos lugares de los Balcanes?