Conviene decir que una estancia de 2 días en Montreal es un poco corta para todo lo que se pretende descubrir. Recomendamos por lo tanto descubrir los puntos esenciales con jornadas y tardes bien repletas.
El viejo Montreal. Ciertamente es imposible visitar la ciudad sin pasar por este barrio cuyas influencias europeas están bien presentes. Cerca se encuentra el viejo puerto de Montreal donde se instalaron los primeros colonos y fue en su época el centro económico y cultural de la ciudad.
El parque del Mont-Royal. Ciertamente conviene admirar la vista del centro de la ciudad desde la cima del parque, así como los muchos senderos para dar un paseo por el corazón de Montreal, sin olvidarse de las manifestaciones culturales en verano y los famosos tam-tams para relajarse tomando el sol, y disfrutando de un ambiente festivo.
Tomar un brunch. En Montreal son diferentes los lugares interesantes donde se puede tomar un brunch en Montreal. Ciertamente se trata de una actividad que aprecian mucho los habitantes durante el fin de semana. Es el momento de descubrir los barrios que albergan estos restaurantes, concretamente el barrio del Plateau Mont-Royal donde están situadas unas plazas muy frecuentadas.
El barrio gay. Situado al este del centro de la ciudad, se puede descubrir uno de los mayores barrios gays del mundo, con una multitud de bares y discotecas para unas veladas animadas en compañía de los habitantes de Montreal que son grandes amantes de la fiesta.
Para la cena. La ciudad de Montreal es conocida por sus muchos restaurantes, independientemente del tipo de cocina o del ambiente que se busca. La gastronomía refleja el lado cosmopolita de la ciudad. Se trata de restaurantes que ofrecen un buffet, restaurantes temáticos, cocinas de todo el mundo, bares de barrio, etcétera. Cada comida puede convertirse en Montreal en una experiencia gastronómica única.