Cuatro esculturas para ver en Viena

Monumento de María Teresa

Viena es una ciudad imperial y tiene tantos rincones para descubrir. Caminas y te topas con edificios centenarios, con amplias avenidas, plazas, parques, cafeterías, tiendas y esculturas por doquier.

¿Pero de quién son esas esculturas que decoran Viena? ¿Artistas, políticos, nobles? ¿Recuerdan algo en particular? ¿Una peste? ¿Una guerra? ¿Una victoria? Si te interesa la escultura y no quieres pasar junto a las esculturas más importantes de Viena sin saber de qué se tratan, entonces lee con atención pues están son las cuatro mejores esculturas de Viena:

  • Escultura de Mozart: la escultura del músico y compositor genial Wolfang Amadeus Mozart está sobre la no menos famosa Ringstrasse, en el Burggarten. Se ve en la misma entrada del parque y está hecha con mármol de Laaser, proveniente del Tirol del sur en Italia. Las escalares que llevan a la estatua están hechas con piedra diorita y allí se laza el pedestal. Es de estilo Art-Noveau y presenta algunas escenas en bajorrelieve de la ópera Don Giovanni, de su autoría. En la parte de atrás de la escultura se lo ve a Mozart pequeño con su hermana y su padre.
  • Monumento del Emperador Francisco: es un monumento con esqueleto de bronce que data de 1846 y fue construido en Milán. Lo encargó Ferdianndo I, su hijo. El hombre está vestido con una toga, símbolo de la condición multiétnica del reino y hay cuatro estatuas de mujeres a su alrededor que simbolizan la paz, la justicia, el poder y la lealtad, respectivamente. La puedes ver en el el Palacio Hofburg.
  • Monumento de Franz Grillparzer: está en Volksgarten y es la escultura de un famoso escritor austriaco. Fue colocada allí en 1889 cuando el escritor ya había muerto y tiene algunos relieves en los laterales con escenas de la sobras del autor.
  • Monumento de María Teresa: es un monumento dedicado a la famosa emperatriz austriaca. Está entre el Museo de Historia del Arte y el Museo de Historia Natural y es muy importante. Su construcción requirió 13 años y se inauguró ante la presencia de la emperatriz Sissí. Tiene 19 metros de alto y su figura tiene seis metros. Está rodeada de consejeros y comandantes.

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