La casa de Al Capone en Varadero

Al Capone Cuba

Varadero es uno de los destinos más hermosos de Cuba, famoso por sus playas y paisajes. Su magnetismo ha atrapado a millones de visitantes de toda clase. buenos y malos. De hecho, fue aquí donde uno de los mafiosos más conocidos de la historia decidió construirse una casa y disfrutar del paraíso. Así es la Casa de Al Capone en Varadero.

Si viajas a Cuba y en tu lista de destino figura Varadero, debes dedicar un poco de tu tiempo a conocer este lugar.  La villa se localiza en Ensenada de Coco, construida sobre el cayo que se extiende entre el océano y la Laguna de Paso Malo. Una ubicación realmente excepcional.

Al Capone, rey de la Mafia

Nacido en Brooklyn en 1899, Alphonse Gabriel Capone (más conocido como Al Capone) ha pasado a la historia como el mafioso más famoso del mundo.

Capone, procedente de una familia de emigrantes italianos, empezó muy joven a trabajar en el crimen organizado de Chicago en los años 20. Gracias a su inteligencia y falta de escrúpulos pronto escaló posiciones en este submundo, hasta convertirse en una figura prominente en el negocio del juego ilegal y el contrabando de alcohol.

Al Capone gangster

Al Capone paso muchos veranos en Cuba, desde donde dirigía sus negocios al margen de la ley

En aquellos años Cuba era una especie de gran casino para los ciudadanos estadounidenses más poderosos. Por ese motivo, Al Capone decidió trasladar allí parte de su negocio. Y para controlarlo de cerca, mandó construir una lujosa villa en uno de los lugares más bonitos de la isla. Su «hogar cubano» era un típico chalet californiano de paredes de piedra, balcones con madera pintada de azul y techo de tejas.

Capone pasó muchos veranos en su retiro cubano. En los últimos años de su vida, ya gravemente enfermo, decidió recluirse en su mansión de Miami, donde fallecería de una afección pulmonar en 1947. El mafioso no podía imaginar que su querida casa de Varadero acabaría siendo expropiada por el gobierno comunista de Fidel Castro sólo unos años después.

Abandonada durante décadas, la casa se convirtió en la sede de las oficinas de Escuela de Iniciación Deportiva Luis Augusto Turcios Lima (EIDE), pero su antiguo esplendor no reviviría hasta la década de los años 90.

Casa de Al Capone hoy

La Caída del Muro de Berlín en 1989 y el desmoronamiento del bloque soviético fueron sucesos que tuvieron graves consecuencias para la economía cubana, que durante décadas había sido sostenida por las ayudas llegadas desde la Unión Soviética.

Fue entonces cuando el régimen comunista cubano decidió abrir la puerta a los ingresos generados por el turismo, abrazando así tímidamente el capitalismo tan denostado por los líderes de la Revolución. Cuestión de supervivencia.

En este contexto, el Ministerio de Turismo de Cuba se hizo cargo de la propiedad de la Casa de Al Capone en Varadero, poniendo en marcha un negocio que logró que resultado ser muy exitoso: un restaurante llamado «La Casa de Al».

Comer en «Casa de Al»

El restaurante de Al Capone resultó ser un poderoso reclamo turístico para muchos visitantes. Muchos de los que viajan hoy a Varadero no pierden ocasión de reservar aquí una mesa. La idea es disfrutar de una comida o cena en un entorno natural precioso y al mismo tiempo revivir la leyenda de Al Capone.

La casa está decorada con numerosos elementos que aluden a la figura del famoso gangster. El más conocido de todos lo encontramos en la entrada: una réplica del Cadillac V8 Town negro, el automóvil favorito de Al Capone, aparcado en el jardín.

Al Capone Varadero

Entrada al restaurante `La Casa de Al’ en Varadero

Ya en el interior del edificio, los clientes son recibidos por una gran fotografía en blanco y negro del mafioso. En ella aparece sonriente, con su característico sombrero y fumando un auténtico cigarro puro cubano. Es sólo el primero de los muchos guiños que esperan a los comensales. Pero la original decoración del lugar no es el único punto fuerte de este local. Las vistas al mar y la belleza del entorno son argumentos que ya por sí solos justifican la visita.

Después de comer o cenar, los visitantes pueden disfrutar de una copa (o un «traguito», como dicen en Cuba) en el Bar Capo, que forma parte del complejo, un bar decorado al estilo de los años 30 donde tampoco faltan referencias a la figura de Al Capone.

Por último, hay que mencionar dos aspectos que ensombrecen la visita a este emblemático lugar. En primer lugar la cuestión moral de rendir homenaje a un personaje siniestro que se distinguió por cometer toda clase de crímenes. Por otro lado, la teoría defendida por muchos tanto dentro como fuera de Cuba, de que Al Capone jamás tuvo una casa en Varadero. En fin, no dejemos que la realidad arruine una buena idea,


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