Cuando lees sobre la historia de los reyes de Grecia no puedes dejar de preguntarse si hay algún griego que considere en serio a la "familia real griega". Más allá de que la nobleza es obsolescencia pura, o si quieres puro artificio publicitario a estas alturas, no habría muchas razones para la existencia de un vínculo fuerte entre el pueblo griego y el rey Constantino II. Grecia no reconoce los títulos reales que se arroja el noble señor, que a la postre es también príncipe de Dinamarca ya que es descendiente del rey danés Cristián IX.
Realmente fue rey de Grecia poco tiempo, de 1964 a 1967, pero esos añitos le bastaron para jurar fidelidad a la Junta Militar que depuso el gobierno con un Golpe, lo que no le valió precisamente la simpatía del pueblo. Al final tuvo que exiliarse y tras un referéndum popular el rey se quedó sin corona ni reino. Sus hijos no se criaron en Grecia, él tampoco, pero bueno, siguen siendo la familia real griega, aunque sea pour la gallerie.