Los Ángeles es la ciudad del celuloide, el lujo y la diversión. Justamente allí, solamente a unos 35 km, se encuentra la isla de Santa Catalina, la isla de las estrellas. La llamamos así por el fuerte atractivo que esta isla ha tenido para varias de las estrellas del celuloide, que en sus ratos de descanso no dudaban un instante es escaparse a contemplar el mar desde el balcón de algún lujoso hotel.
En esta pequeña pero encantadora isla se han filmado más de doscientas cincuenta películas, otra razón por la que se ha convertido en un lugar muy popular. Santa Catalina era el destino preferido por cineastas para grabar las escenas exteriores que requerían de bellas vistas y paisajes. Es así como su imagen quedó inmortalizada en éxitos como Tiburón (1975) o la Isla del Tesoro (1932).
Clark Gable, Marilyn Monroe o Charles Chaplin eran asiduos visitantes de Santa Catalina, muchos adquirieron allí propiedades o las alquilaban por largas temporadas. El bello puerto que la precede da lugar a una vida dinámica e impredecible. En la ciudad principal, llamada Avalón, hay gran cantidad de hoteles de lujo, bares y discotecas que están llenas de personas jóvenes, bellas y adineradas en su gran mayoría. Aunque siempre hay lugar para todo el mundo. Efectivamente, el turismo excesivo ha hecho que la isla ya no sea un destino de grabación muy solicitado. Sin embargo, los protagonistas de la pantalla grande siempre sacan un tiempo para visitar Santa Catalina, la isla de las estrellas.