Son muchas las zonas de playa que podríamos destacar el Mar Cantábrico, pero la Playa del silencio estará siempre entre los primeros puestos. Por ser una de las zonas más bonitas a simple vista y que nos ofrece un remanso de paz, siempre que queramos disfrutar de una jornada de playa o de paseo.
La tranquilidad y la ubicación hace que sea todo un entorno de lujo, apreciado por muchos. Se ubica en la costa occidental de Asturias, por lo que ya se suma a la belleza del lugar, todo lo que esta tierra nos ofrece, que no es poco. ¿Quieres conocer un poco más de este paraíso en la tierra?
¿Cómo llegar a la Playa del silencio?
Este lugar se encuentra en el pueblo de Castañeras, que se ubica dentro del concejo de Cudillero ( a unos 15 kilómetros). Ya solo con mencionar la zona, sabemos que estamos ante un lugar de ensueño. Muchos de los que conocéis Cudillero seguro que también opináis lo mismo. Pues bien, para poder llegar a la playa en cuestión tenemos que buscar primero el pueblo de Castañeras. A partir de él, habrá indicaciones y tendrás que tomar una carretera muy estrecha, pero que merecerá la pena.
Poco antes de llegar, nos encontraremos con un aparcamiento, pero en este caso es de pago. Este nos dará la pista de que la playa está ya muy cerca. Nosotros seguiremos hacia delante y ahora la carretera tan solo tiene un sentido único. Por lo que podremos aparcar en los lados de la misma. Claro que si coincide que no encuentras, entonces tendrás que dirigirte al aparcamiento que mencionamos. Una vez aparcados, tienes que andar alrededor de 10 minutos. Es una zona de pendiente pero que cuenta con tramos de escaleras hasta llegar a la playa. ¡Hasta este paseo merece bien la pena!
Qué nos encontraremos en esta playa
Una vez en ella, la belleza se nota y es complicado de describirla. Pero eso sí, ten en cuenta que serán unos 300 kilómetros de playa a lo largo, porque de ancho es mucho menor. Serán aproximadamente unos 30 metros de playa virgen. Un lugar para relajarse y disfrutar, ya que incluso en verano no siempre está muy ocupada. Los grandes bloques de piedra están vigilándola a su alrededor en forma de acantilados e islotes, cubriendo este lugar y dándole una mayor intimidad.
Pero es que además, también la piedra está presente sobre la arena, es más, será más protagonista la primera que la segunda, aún tratándose de una playa. Claro que en el agua también está presente en forma de una especie de plataforma. Pero gracias a ello, la combinación con el mar, nos permite disfrutar de un color mucho más natural, más vivo y perfecto. De estos tonos entre turquesa y esmeralda que te hacen sentir en una playa paradisíaca, como realmente es.
Los miradores y sus vistas hacia la playa
Uno de los principales miradores está muy cerca del aparcamiento de pago que hay antes de llegar a la playa. Verás cómo la carretera hace una curva y ahí encontrarás el camino para descubrir una nueva visión de este lugar. Las fotos panorámicas no podían quedarse atrás en la Playa del silencio. Claro que un poco después de este camino hacia el mirador, nos encontraremos con otro. Pero en este caso, no hay ningún cartel que nos lleve hasta él. Se ubica en la parte izquierda y si lo descubres, también verás la belleza del lugar, desde otro punto de vista.
Claro que también hay otros senderos, uno de ellos en dirección este y desde el mirador de la playa, que nos llevará a un riachuelo y hacia la gran roca que se ve en esta playa, para presentarnos otra: La playa de la Barquera. Aunque en ella no podremos bajar, sí que tomaremos imágenes muy especiales. Parece que las calas en este lugar, se van sucediendo para ofrecernos el mejor espectáculo.
La práctica de deportes
En un lugar como este, es cierto que no siempre vamos a encontrarnos con mucha zona de arena donde tomar el sol. Por lo que es más habitual la práctica de ciertos deportes. La pesca submarina o deportiva es algo que se combina en una zona como la Playa del silencio. Por un lado porque sus aguas suelen estar siempre en calma, lo que hace más propicio la práctica de diversas actividades. Además de que sus aguas son muy cristalinas. Si te gusta bucear, entonces será el lugar perfecto para ti. Puedes comenzar en la parte derecha de la playa, bordeando el acantilado que te va a llevar a unos islotes. Allí podrás sumergirte y descubrir toda la vida marina, que no es poca, y llena de belleza.
Consejos a tener en cuenta
Recuerda que como suele ocurrir con las playas en general, hay que distinguir de la bajamar o pleamar. Esta última contará con menos zona de arena pero más de bajo, sin tener que pisar tanto las rocas que en encuentran en él. Cuando la marea baja, entonces sí que habrá más arenal, pero para entrar en el agua es aconsejable unos escarpines. Podrás disfrutar de algunos espacios que se van abriendo entre las rocas y que darán lugar a nuevas formaciones originales. Si eres friolero o friolera, entonces te vas a pensar dos veces el entrar en el mar, porque el agua tiende a estar bastante fría.