El interrail constituye una de las opciones más interesantes para recorrer Europa, especialmente, cuando lo que prima es el ahorro.
Aunque a lo largo de las últimas décadas los vuelos low cost han experimentado un popularidad sin precedentes, el interrail ha logrado mantenerse en como una de las soluciones más demandada y adaptándose a las necesidades más actuales y al proceso de digitalización. Si hay un segmento poblacional que siente especial predilección por este transporte es el joven siendo su excepcional relación calidad-precio uno de los principales puntos fuertes.
Desde que vio la luz hacia 1972, ha brindado servicio a más de 10 millones de viajeros. En nuestro país es posible acceder a su compra con la plataforma online oficial de Renfe, a través de sus estaciones físicas o la página web Eurail Group.
Tanto la variante Eurail Pass (la opción disponible para aquellos turistas que residen fuera del continente europeo) como el Interrail Pass (para residentes europeos) brindan acceso a más de 40.000 destinos distribuidos a lo largo de más de 33 países distintos. Aunque reciben nombres distintos, cuentan con una misma tarifa, la cual puede oscilar en función del volumen de países que compongan la ruta o el número de viajes, así como, por supuesto, su período de vigencia.
¿Estás valorando la posibilidad de hacer un viaje en interrail este verano? Si es así, lo más probable es que estés pensando cómo puedes acceder a oportunidades de ahorro. Si es así, cuenta con tu seguro de viaje y ten en cuenta estos consejos:
La importancia de la planificación
A la hora de optar por un tipo de billete u otro, es esencial tener presente el número de días que tendrá el viaje así como los países que se desean visitar pues dichas variables influirán sobre el precio final. Podemos optar o bien por el One Country Pass que, como su nombre indica, únicamente tiene validez dentro de un único país, o bien por el Global Pass, que brinda acceso a 33 países distintos. Además, proporciona diferentes alternativas como, por ejemplo, la opción de contratar entre 15 y 22 días de viajes ilimitados hasta reducir los desplazamientos a cuotas fijas como, por ejemplo, cuatro, cinco o siete días en un mes.
Margen de tiempo y desplazamientos
Aquellos viajeros que cuentan con menos limitaciones en términos de tiempo y de presupuesto para alojamiento, una buena opción puede ser el que permite realizar viajes ilimitados a lo largo de 15 días dentro de un período de dos meses.
Es imprescindible calcular el margen de tiempo a invertir en cada viaje así como el número de desplazamientos a la hora de diseñar un presupuesto. En general, para que los gastos sean compensatorios, es aconsejable destinar, al menos, durante cinco o siete días al tiempo que se escogen más de cuatro destinos.
La fecha del viaje y el tipo de servicios contratados
Por otro lado, la fecha en que se planifican las escapadas también constituye un factor importante. Si de lo que se trata es de obtener mayores oportunidades de ahorro, lo más recomendable es viajar fuera de temporada alta (es decir, durante los meses de julio y agosto). Aunque un viaje en interrail promedio que incluye los desplazamientos, los vuelos y el alojamiento cuenta un viaje promedio de entre 900 y 1200 euros aunque optar por temporada baja puede traducirse en una mayor posibilidad de acceder a ofertas y reducciones de hasta un 10%.
Además, también es importante tener en cuenta que el tipo de tren contratado puede afectar al presupuesto. Seleccionar trenes regionales sin necesidad de reservar asiento o, por el contrario, escoger trenes de alta velocidad y otros servicios complementarios como, por ejemplo, Eurostar, puede traducirse en diferencias de precio significativas. Esta última opción, debería valorarse en contextos de urgencia o si nos permite ahorrar una noche de alojamiento.
En lo que respecta al alojamiento, la vía más efectiva de reducir nuestro presupuesto es optar por hostales, albergues urbanos o (en menor medida) apartamentos.
¿Es posible efectuar reservas con margen de antelación?
Por último, tal y como ocurre en otro tipo de viajes, es preferible realizar las reservas de alojamiento con la máxima antelación. Por ejemplo, si estamos llevando a cabo la planificación de un viaje para el mes de julio, lo más aconsejable es empezar a valorar posibilidades durante el mes de noviembre y, de ser posible, formalizar la reserva antes de la llegada de Navidad.
Es probable que algunos viajeros deseen tener una experiencia más relajada y dejarse llevar por la improvisación. En este tipo de supuestos, lógicamente, el viajero se expone a unas tarifas más elevadas. No obstante, esto también dependerá del período en el que fije la fecha de partida. Si se opta por temporada alta y un viaje sin planificación ni reservas con antelación, los precios pueden oscilar de forma inasumible para aquellos que cuentan con mayores restricciones presupuestarias.
Por ello, es importante, valorar diferentes escenarios y tener un control tan riguroso como sea posible de nuestro presupuesto y de los factores de encarecimiento, con independencia de cuál sea nuestro destino o el tipo de plan y viaje que estemos valorando, se torna fundamental.