Fue la antigua capital de Galia durante la época de Imperio Romano. Tiempo después se convirtió en una importante ciudad comercial y dicha importancia, todavía continua hasta nuestros días. Gracias a su crecimiento, se ha convertido en un centro industrial, con gran patrimonio tanto histórico como arquitectónico. Por eso si estás pensando qué ver en Lyon, te lo contamos.
Son muchos los rincones que debes descubrir y una serie de visitas más que imprescindibles. Aunque es cierto que en dos o tres días se puede recorrer fácilmente. Claro que si quieres investigar un poco más, entonces vas a necesitas más tiempo para dedicarle. Nosotros siempre vamos a lo importante y aquí lo tienes.
Qué ver en Lyon, la Basílica Notre-Dame de Fourviére
Es una basílica que fue construida entre los años 1872 y 1896. Se sitúa en lo alto de una colina, por lo que ya podemos intuir que las vistas que nos dejan de toda la ciudad son más que impresionantes. Lleva el nombre de Fourvére, porque así se llama la colina, aunque también es conocida como ‘montaña mística’. En cuanto a la basílica está formada por cuatro torres y un campanario que cuenta con la imagen de la Virgen María. Para llegar a ella puedes tomar el funicular, así te evitas las cuestas y como no, las escaleras. Su estilo neobizantino y sus mosaicos son dignos de apreciar.
El teatro romano
También es la misma zona de la basílica, es decir en la colina Fourvére, también podemos disfrutar del teatro romano. Es otra de las cosas que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos qué ver en Lyon. Como no podía ser menos, también cuenta con unas vistas impresionantes. Un lugar único y de visita también obligada. Aquí se daba cabida a más de 10.000 espectadores. Está bastante bien conservado y cada año, en este lugar, se celebra un festival de teatro y danza. Junto al teatro, también podrás ver un museo. Ya aprovechando el paseo hasta esta zona, que no se nos escape ningún rincón de la misma.
Catedral de Lyon
Fue construida en el siglo XII y cuenta con una combinación del estilo románico y gótico. Los grandes momentos y eventos del lugar, tuvieron como escenario esta catedral. Más de 300 son los medallones que nos encontraremos en su fachada, en donde se nos van narrando episodios tanto del antiguo como del nuevo testamento. En su interior, quedarás impresionado con las vidrieras de color que datan del 1390. Su gran reloj es del siglo XVI, aunque es cierto que ya fue cambiado en diversos momentos.
Un paseo por el barrio medieval, Vieux Lyon
Se trata del barrio medieval y renacentista que nos podemos encontrar en Lyon. Se trata de uno de los más grandes del período medieval y renacentista, que todavía sigue estando en un buen estado. Es una zona que está formada a su vez por tres barrios:
- Saint-Georges en la parte sur: Visitaremos la Iglesia de San Jorge así como la plaza de Benoit-Crépu.
- Saint-Jean en el centro, donde nos encontraremos con la Catedral de San Juan y una de las zonas más turísticas.
- Saint-Paul al norte, donde veremos su plaza así como la iglesia de San Pablo. Escenario también de algunas películas.
Place des Terreaux
Es una plaza amplia y peatonal, por la que podremos pasear tranquilamente. Además, en ella nos encontraremos con algunos de los edificios más importantes como pueden ser el Ayuntamiento o el Palacio Saint Pierre. En este últimos alberga el conocido Museo de Bellas Artes, con más de 30 salas que están dedicadas a la pintura. Sin olvidarnos de que justo en el centro de la plaza hay una fuente, que fue creada por la misma persona que también creó la Estatua de la Libertad.
La Ópera Nouvel
La Ópera Nouvel se inauguró ya en el siglo XIX y es otro de los puntos también fundamentales que descubrir. Cierto es que poco queda de la original, porque tuvo una gran remodelación. Pero es verdad que a pesar de todo ello, su belleza ha quedado intacta. Combina su fachada de tipo neoclásico, con una parte en forma de bóveda y de cristal.
Place Bellecour
Otra plaza y otra gran belleza que descubrir. En este caso hablamos de que se trata de una de las más grandes de toda Europa. Justo en su parte central, podremos apreciar una estatua de Luis XIV. Pero también en esta zona, se encuentra la casa de Antoine de Saint-Exupéry, quien escribió ‘El Principito’ y allí también se ha levantado una estatua en su honor. A partir de este punto, ya puedes disfrutar de sus calles comerciales que parten de la plaza.
El Jardín de la Grande Côte
Puedes subir por la calle Montée de la Grande Côte. Dicha calle es en cuesta, es cierto. Pero poco a poco te irás empapando de todo lo que deja a tu paso y el camino se hará mucho más llevadero. Descubrirás las casas de colores y las vistas más especiales hasta que llegues al jardín que es un lugar para enamorarte una y otra vez. Ahora ya sabrás qué ver en Lyon, para no perderte nada.