La frontera entre las sociedades prehistóricas e históricas es el dominio de la escritura. Hasta el día de hoy han llegado sólo tablillas de arcillas escritas, con restos de escritura lineal A y restos de escrituras lineal B, aunque se cree que se escribía sobre otro material que no ha llegado hasta hoy, o que aún no se ha encontrado. Se piensa que los materiales originales donde se escribía eran papiros o pergaminos. También se cree que la arcilla era un soporte provisorio para luego pasar las escrituras a los otros materiales, pero los incendios destruyeron todo, al mismo tiempo cocieron las tablillas de arcilla y así pudieron llegar hasta el día de hoy esas escrituras.
Al encontrarse tablillas de arcillas, sellos y gaffitis, se ve que la sociedad minoica usaba la escritura.
El arqueólogo Arthur Evans a esa sucesión de ideogramas los llamó jeroglíficos cretenses, y hasta hoy no han sido descifrados, pero se cree que son del año 2.000 al 1.600 a.C.
También hay un segundo sistema silábico, el lineal A dentro de los años 1.900 al 1.450 a.C., que tenía 75 signos distintos que aún no se han descifrado. Se piensa que si algún día se llegan a descifrar esas escrituras, quizás no se lleguen a entender.
De esta escritura se deriva sólo en Cnosos el sistema lineal B, datado entre los años 1.450 y 1.400 a.C., estas escrituras pudieron ser leídas recién en 1953, y se pudo saber en el 1956 que es un dialecto griego predórico que usaron en Micenas, pero no pudo sobrevivir.
Eran escrituras sólo administrativas, inventarios, censos, recuentos de rebaños y cosechas, no tenían uso ni literario, ni religioso, según las tablillas descubiertas en 1939 en Pylos y en Micenas en el 1952.