Es uno de los productos más típicos de Grecia y procede de la hermosa isla de Chios: la resina mastic, también conocida en castellano como almáciga o mástique.
Esta resina natural, muy aromática, procede de una especie de lentisco (pistacia lentiscus) que sólo crece en el sur de esta isla. Sus propiedades únicas y su singular aroma son el resultado de las especiales características del clima de esta parte del Egeo y de la composición de la tierra en esta parte de Chios. Su calidad es muy superior a la de otras resinas como la de pino o almendro.
Un producto con muchos usos
El uso de esta resina se remonta a la Antigüedad. Se ha documentado que en la Grecia clásica era usada para embalsamar a los muertos, mientras que en la época romana era un producto muy apreciado por las damas de familias nobles, que la masticaban para eliminar el mal aliento y también la hacían servir como blanqueador de dientes. Precisamente la palabra española «masticar» deriva de este viejo uso de la resina mastic.
En tiempos del Imperio Otomano, la almáciga estaba considerada como un producto de lujo. Su robo estaba castigado con la pena de muerte. El nombre turco de la isla es Adasi, que significa «isla de la goma».
Ya en épocas más recientes, las posibles aplicaciones de esta prodigiosa resina se multiplicaron, llegando a popularizarse en todo el mundo. Hoy por ejemplo, se usa en la fabricación de ciertos instrumentos musicales y está presente en la composición de tintes y pinturas. También se usa como digestivo y en la confección de cosméticos. En total, se han catalogado más de 60 usos diferentes de este producto.
También en el apartado gastronómico la resina mastic tiene mucho que decir, con un papel destacado en las cocinas griega, chipriota, siria y libanesa. Sin ir más lejos, el famoso licor griego masticha contiene una pequeña pero significativa cantidad de ella. Pero además, es costumbre en Chios y en otras partes de Grecia añadir unas gotas de resina en panes, pasteles, helados, tartas y galletas.
La almáciga de Chios es un ingrediente esencial del crisma, el aceite sagrado usado para unciones en las iglesias ortodoxas .
¿Cómo se cultiva la resina mastic?
Han pasado muchos siglos, pero el proceso de recolección de la resina mastic no ha variado apenas desde entonces hasta nuestros días. En los meses de agosto y setiembre, los cultivadores practican una serie de incisiones en la corteza del árbol. La savia gelatinosa empieza entonces a fluir hacia el exterior, descolgándose en forma de grandes y brillantes lágrimas.
Después de unos 15 ó 20 días la resina cae a los pies del árbol se seca y forma una capa sólida que es raspada por los cultivadores y lavada con agua dulce. En el siguiente vídeo se explica muy bien el proceso:
El cultivo de la resina mastic de Chios fue designado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 27 de noviembre de 2014.
Variedades de resina mastic
Existen dos variedades principales de resina mastic. Se diferencian una de otra por su grado de pureza:
- Resina mastic común, de color más oscuro, que contiene muchas impurezas. Aun así, es muy apreciada por sus propiedades saludables para la función digestiva.
- Resina mastic de lágrima, de color ambarino pálido, tacto áspero y aspecto vidrioso Es bastante dúctil y extremadamente aromática. Se solidifica en las ramas del lentisco y no llega a caer al suelo, por eso es más pura que la almáciga común. El precio de un kilogramo de resina mastic de lágrima está en torno a los 150 euros.
Mastichochoria: los pueblos de la resina
La zona meridional de Chios es conocida por el nombre de Mastichochoria (en griego, «pueblos del mastic»). Hay un total de 24 localidades cuya producción está englobada dentro de una denominación de origen protegida por la Unión Europea.
Entre las localidades que viven del cultivo de la almáciga hay que mencionar a Pyrgi, Mesta, Armolia, Kalamoti y Kallimasia, entre otras.
La producción de resina mastic en la isla está en manos de una sola cooperativa fundada en el año 1938. Esta organización gestiona también el Museo de la resina de Chios, que ofrece una exposición permanente sobre la producción de este tesoro natural, su historia, sus técnicas de cultivo y los diferentes usos que se le dan en la actualidad.
El 18 de agosto de 2012 se inició un gigantesco incendio forestal en Chios que obligó a evacuar cinco pueblos del sur de la isla y que devastó cerca de 7.000 hectáreas de bosques y tierras de cultivo. La devastación fue especialmente perjudicial para la región de Mastichochoria, donde se perdieron alrededor del 60% de los lentiscos. La industria de la producción de resina mastic sufrió un duro golpe y sólo pudo recuperar los niveles anteriores al desastre hace pocos años.