Con la popularización de los refrigeradores en los años ’60 el helado se hizo más presente en muchas sociedades del mundo, la griega inclusive. En especial en la ciudad de Atenas. Han pasado muchos años desde que las primeras tiendas de dulces empezaron a volcarse a la elaboración de cremas heladas pero hoy en día los helados son uno de los postres clásicos de Grecia. No importa si estás en Atenas, en Tesalónica o en alguna de sus hermosas islas.
El helado se ha convertido por aquí en toda una industria, en un gran negocio y hay heladerías por todas partes con una variedad increíble de sabores. Podemos decir que en Grecia no puedes dejar de comer helado, por lo menos si vas de visita en verano. Los griegos le llaman glikia así que mejor que te aprendas esta palabra. El helado además se vende en las tiendas especializadas en dulces y pasteles, las zacharo-plastion. Aquí te puedes sentar a degustar cualquier exquisitez dulce y este tipo de sitios existían antes de que se popularizaran las cafeterías en el país. Suelen estar llenas de gente que está entre los 20 y 30 años.
Puedes probar el sabor Pagoto Kaimaki, con resina y cierta consistencia pegajosa, casi masticable, el helado de aceite de oliva y el Mavrodaphne, un helado elaborado con vino griego. ¡Qué raro! Los helados griegos suelen servirse con un poco de dulces, así, espolvoreados en la parte superior. Por último, ¿sabías que los antiguos griegos comían hielo con miel y fruta en los mercados de la antigua Atenas?
Fuente: vía Greek Food
Foto 1: vía Tony Giles
Foto 2: vía TravelPod