Guadalupe y Martinica: islas opuestas de las Antillas

Todo listo para la aventura. Unos lentes de sol y un bolso bien equipado. Su viaje será largo. Y quizás no desee volver. El motivo de ese arrebato: su paradisíaco ambiente. Conozca las islas de las Antillas Francesas, un lugar lejos del estrés y del turismo de consumo.

Situada en el mar del Caribe, las Antillas son conjunto de islas que pertenecen a Francia. Siendo sus principales islas: Guadalupe y Martinica. Conozcamos la primera:

La isla Guadalupe está formada por seis pequeños archipiélagos: Basse-Terre, La Desira de GrandeTerre Petite Terre Les Saintes y Marie-Galante. No es solo un decir que esta isla es el centro de la cultura caribeña. La mixtura de razas y sus costumbres lo comprueban. Al visitarlas podrá disfrutar de sus ciudades modernas, comunidades rurales, playas paradisíacas.

Su capital es Basse-Terre, ubicada al suroeste del territorio insular. Muy conocido por sus tiendas y restaurantes. Su busca artículos deportivos, coquetos bikinis o adornos para el recuerdo esta es su parada. Luego diríjase a Grande-Terre, donde encontrará grandes complejos hoteleros y centros deportivos a lo largo del litoral.

Pero, si usted quiere disfrutar de la naturaleza virgen del Caribe, visite Terre-de-Bas, Marie Galante y La Désirade. Islas rurales e intactas, el tiempo así lo quiso.

La fecha ideal para visitar Guadalupe es en los días de Pascua. Desfiles, bailes de disfraces y actuaciones musicales animan sus carnavales. Otra importante actividad es la Fête des Cuisinières (Fiesta de las Cocineras).

Luego, visite la segunda isla más importante de las Antillas Francesas: La Martinica. Isla montañosa, de origen volcánico, perteneciente al llamado Islas de Barlovento. Esta isla, diferente a las demás, tiene muy marcada la influencia francesa. Usted podrá percibirlo al visitar su capital Fort-de-France. En ella, la moda, la comida y demás servicios siguen los dictados parisinos.

Por su relieve, La Martinica cuenta con imponentes montañas. Ellas son muy solicitadas por los viajeros que disfrutan de las excursiones. Recorra la selva de Pitons du Carbet o las ruinas del Château Dubuc, Y si usted es temerario, atrévase a subir por la pendiente de la montaña Pelée, ubicada al noroccidental de la isla.

Si usted quiere disfrutar de aguas diáfanas y calidas arenas: estos son los lugares recomendados. Aléjese del urbe y comparta sus días con la naturaleza exótica de las antillas francesas y las costumbres de estas dos antagónicas islas hermanas.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*