Templo de las Ratas en India

Se han hecho a lo largo del tiempo muchos templos en memoria a determinadas personas o seres mitológicos pero siempre llama la atención cuando están hechas en ovejas a animales. En los libros de historia se mencionan a los bueyes, vacas, ovejas, entre otros donde los visitantes acuden a los templos a un encuentro sagrado y para obsequiarles diversas ofrendas. En la India si es que el visitante posee valor y le guste las experiencias fuertes puede acudir al Templo de las Ratas donde entrar es casi un reto.

Al Templo de las Ratas se le conoce como Kami Mata Temple, ubicado en Desnoke a 30 kms de Bikamer en la India. Su nombre por sí mismo explica para quién está hecho ya que son consideradas sagradas. Cerca de 20,000 ratas habitan el templo donde cada día reciben la visita de los seguidores del hinduismo los cuales a través de ofrendas de comida y leche les demuestran su devoción.

Los peregrinos entran descalzos al templo, caminan por el suelo completamente cubierto de ratas es inevitable tocarlas y rozarlas con cada paso que se da. Las ratas se muestran indiferentes ante la presencia de estos ya que prosiguen en lo que están haciendo pues son las reinas del lugar. El lugar es espacioso y amplio; para los ofrendas hay varias vasijas colocadas en diversos lugares del templo.

Si aún no entiende el por qué las ratas son consideradas sagradas en esta parte de la India tiene una explicación de historia, de creencia y leyenda. Los peregrinos creen que las ratas son reencarnaciones de Karni Mata pero también de los sadhu quienes eran sus seguidores. Todos ellos son considerados hombres santos del hinduismo. El templo se convierte en una fiesta cuando entre las habitantes aparece una rata blanca; para los que las veneran tal suceso significa buenos augurios y venida de buenas temporadas.

Una visita a este templo realmente puede ser impactante y convertirse en un viaje inolvidable ya que para entrar en él se necesita de valor y soportar que animales considerados sagrados como las ratas caminen por un mismo camino. Además para convivir en la India se debe superar las limitaciones propias, mostrase abierto a las creencias de los demás y dejarse invadir por el espíritu que habita entre sus calles. Un aspecto es claro, después de entrar al templo los visitantes reconocerán el olor de las ratas perfectamente.