Vamos a situarnos hoy en el Foro Romano, centro político, cívico y religioso de la antigua Roma durante un periodo de más de mil años. A mano derecha de la entrada principal, al noroeste de la Vía Sacra, nos vamos a encontrar en primer lugar con la Basílica Aemilia y, justo detrás, con la Curia Julia, el lugar donde se reunían los senadores durante la época de la república.
Este monumento de Roma fue construido en el año 44 a.C y lleva este nombre por haber sido construido por Julio César (aunque antiguamente ya existía un edificio similar, pero fue destruido por el fuego). Se trataba de la Cámara del Senado, capaz de albergar hasta doscientos senadores. Aún conserva buena parte de la decoración original, aunque las puertas de bronce fueron retiradas en el siglo XVII para colocarse en la fachada de la Basílica de San Juan de Letrán.
Posiblemente estamos ante el edificio mejor conservado del Foro Romano. Tiene planta rectangular con 27 metros de largo, 18 de ancho y algo más de quince de altura. Frente a la fachada presentaba un pórtico de columnas jónicas dedicado a la diosa Minerva y que daban paso a las puertas de bronce.
La Curia Julia que podemos ver en la actualidad corresponde a las restauraciones llevadas a cabo por Diocleciano a finales del siglo III. De esta época son precisamente los mosaicos del suelo, con losetas de diferentes tamaños y colores formando dibujos. Este mosaico se halla en la única sala del interior, en la que a ambos lados aún pueden verse los tres escalones en los que se colocaban los asientos de madera para los senadores.
Un conjunto que ha logrado mantenerse tal cual gracias a su conversión en Iglesia de San Adrián en el siglo VII. Entrad en este recinto y os dará la sensación de ser un monumento reciente. Para nada parece que tenga veinte siglos de historia.
Más información – Foro Romano de Roma, Basílica de San Juan de Letrán
Imagen – Stephen Danko