En El Hierro, así como en el resto de las Islas Canarias, encontrará un gran número de especies de plantas nativas del archipiélago o exclusivas de esta isla. Bosque de Laurisilva: Un vestigio de los bosques predominantes en épocas anteriores se pueden encontrar en las tierras altas entre estos magníficos árboles de laurel, helechos y musgos.
El Fayal: Es la zona de robles y hayas, así como el eucalipto, que representan un ejemplo clásico de la flora introducida por el hombre. En los extensos bosques de coníferas destaca el pino canario con su densa alfombra de agujas que suele impedir el crecimiento de otras especies vegetales.
La reverencia con la que ha sido tratado el árbol de Garoé desde tiempos antiguos se debe al fenómeno conocido como «lluvia horizontal». Este es un proceso mediante el cual se recoge la condensación de sus ramas en pocillos pequeños debajo del árbol.
Dado que no existía una fuente de agua potable en la isla, este tipo de recogida del agua era un medio esencial para la supervivencia. Sin embargo, en 1610, el Garoé fue completamente destruido por un viento huracanado.
En el extremo noreste está El Sabinar, donde se puede encontrar lo que queda de aquel bosque centenario de enebros, cuyas formas retorcidas han sido moldeadas durante siglos por la violencia de los vientos y del clima de la isla.
Más información: La flora de Gran Canaria