La Pascua es una de las fiestas cristianas más importantes. Al igual que en los países de América y Europa, la celebración de Pascua en Suiza se caracteriza por una creciente comercialización de los aspectos religiosos de la fiesta.
En los días previos a la Pascua, conejitos de chocolate, huevos de colores y pasteles especiales de Semana Santa (Osterfladen) aparecen en los escaparates y el Domingo de Pascua a menudo comienza con una búsqueda de huevos de Pascua. Sin embargo, la Pascua se celebra con sabor regional en diferentes partes del país.
El último jueves de Cuaresma, se realiza un espectáculo de la Pasión de Cristo con soldados romanos y trompeteros a caballo que se escenifica en Mendrisio en el sur de la región de habla italiana de Ticino. El Viernes Santo, se realiza una procesión durante la cual dos esculturas, una de Cristo muerto y el otro de la Virgen María, que son llevados en un recorrido por las calles.
El lunes de Pascua, conocido como «Zwanzgerle», hay un juegodonde los niños desafían a los adultos para romper sus huevos decorados con una moneda de veinte centavos. Si el adulto no lo hace, el niño mantiene la moneda, pero si el adulto tiene éxito, se ponen de espaldas moneda y el huevo también. Aunque este juego se traduce en una ganancia inesperada para los niños, a veces los adultos también logran devolver las monedas.
En Romont en el oeste de Suiza, es tradicional que las mujeres llorosas lleven cojines escarlata por las calles que son los los símbolos de la pasión de Cristo – como los clavos usados en la crucifixión y la corona de espinas que se colocó en la cabeza – así como el pañuelo para limpiar la frente de Cristo que, según la Biblia, fue milagrosamente impresa con la imagen de su rostro.