Mejores calas de Mallorca

La costa de Mallorca

Costa de Mallorca

Las mejores calas de Mallorca son fruto del singular relieve costero de la isla, formado a lo largo de millones de años. Algunas zonas presentan imponentes acantilados que salen al Mediterráneo y circundan pequeñas playas de enorme belleza. Sin embargo, otras calas se hallan en zonas urbanizadas como la propia bahía de Palma, la capital de la isla.

Pero todas ellas son pequeños arenales o suelos rocosos que están libres de la masificación existente en las grandes playas y que te permiten tomar el sol y bañarte con más tranquilidad. Asimismo, las tienes casi vírgenes, mientras que otras cuentan con todos los equipamientos necesarios. En definitiva, si quieres conocer las mejores calas de Mallorca, te invitamos a seguirnos.

Un recorrido por las mejores calas de Mallorca

En total, la isla balear cuenta con casi trescientas calas y playas, lo cual te dará una idea de la dificultad de seleccionar las mejores. Para ello, seguiremos criterios como su belleza o la facilidad con que puedes acceder a ellas.

Cala d’Or

Situada en el municipio de Santañí, que se encuentra al suroriente de Mallorca, también se la conoce por Cala Petita. Es una de las dos playas con que cuenta la localidad del mismo nombre, donde se construyó la primera urbanización turística de la isla.

Es una pequeña cala de arenas finas y doradas que se hallan en la misma población de Cala d’Or. Y se complementa con otras dos playas que también te aconsejamos visitar: Cala Ferrera y la Gran Cala. Desde ella, puedes ver el Fortín, una fortificación situada al pie de otro bonito arenal, Cala Egos.

Pero, sobre todo, en Cala d’Or hallarás numerosas calles peatonales llenas de comercios, bares y restaurantes. Entre ellas, dos de las más importantes son la avenida de Bélgica y la calle de Andreu Roig.

Vista de Cala d'Or

Panorámica de Cala d’Or

Caló de Sa Barca Trencada

Esta preciosa cala, cuyo nombre significa en castellano «de la barca rota», es una lengua de arena rodeada de pinos con una pequeña parte que desemboca en el mar. También cuenta con una zona rocosa y aún es poco visitada. Por ello, resulta perfecta para que pases un día de playa en familia disfrutando de su maravilloso entorno natural.

Si te gustan las curiosidades, cerca de esta cala se halla el cabo de las Salinas, donde hay un precioso faro y que es el punto más meridional de la isla de Mallorca. Además, muy cerca tienes la localidad de Porto Petro, un pequeño pueblo de pescadores que ha conservado, en la medida de lo posible, su esencia primitiva.

Cala Gat

Se encuentra en la parte oriental de la isla de Mallorca. Con apenas noventa metros de longitud y aguas cristalinas, no es muy frecuentada pese a que cuenta con algunos servicios. Por ejemplo, tienes un aparcamiento para dejar el coche. También junto a la playa tienes una fortificación de vigilancia construida en el siglo XVI: la Torre Ciega, que actualmente es un museo escultórico con su precioso jardín botánico.

La Cala Gat

Cala Gat

Cala Ratjada

Al lado de la anterior y más importante, Cala Ratjada te ofrece todo el equipamiento de que carece aquella. Ambas se encuentran en el término municipal de Capdepera, uno de los más demandados por el turismo alemán. Por ello, al borde mismo de la playa, encontrarás numerosos bares y restaurantes.

Si te acerca a conocer esta preciosa cala de arena dorada y aguas color azul turquesa, te recomendamos que también vayas hasta la punta de Capdepera para disfrutar de maravillosas vistas del Mediterráneo. Incluso, cuando el día está despejado, los naturales del lugar dicen que se ve Ciudadela, la antigua capital de Menorca.

Igualmente, puedes subir hasta el castillo de Capdepera, un complejo fortificado que consta de muralla; el propio castillo, que es Bien de Interés Cultural; la iglesia, que alberga una talla gótica de Cristo, y la torre de Canyamel, que fue una de las construcciones defensivas más importantes de toda la isla de Mallorca.

Vista de Cala Ratjada

Cala Ratjada

Cala Mesquida

Próxima a la anterior se encuentra esta playa de naturaleza prácticamente virgen. Rodeada por pinares y dunas, junto a las Calas de Agullo y de Moltó constituye un Área Natural de Especial Interés desde 1991. Su arena blanca y sus aguas turquesas te permitirán disfrutar de un día maravilloso de playa.

Además, es accesible en coche e incluso tiene aparcamiento. Desde este a la arena hay apenas doscientos metros. Y, tras un buen baño, puedes acercarte hasta la atalaya que la cierra en su parte derecha donde puedes ver la torre de Son Jaume II, una de las que vigilaban la costa para advertir de la presencia de corsarios. Imagínate las vistas que te puede ofrecer de la costa mallorquina.

Sa Calobra

Si te animas a cruzar la sierra de la Tramuntana por su peculiar y difícil carretera, te espera un premio al final que complementa las impresionantes vistas montañosas. Se trata de la Cala de Sa Calobra, perteneciente al municipio de Escorca.

Es una playa de roca que aprovecha la desembocadura del torrente de Pareis y está rodeada de espectaculares acantilados de casi doscientos metros de altura. Una verdadera maravilla que además cuenta con una gran riqueza de flora y fauna. De hecho, fue declarada Monumento Natural en el año 2002.

Pero, si atraviesas una cueva, encontrarás una sorpresa aún más espectacular: tras ella está la pequeña cala del citado Torrente de Pareis, que parece sacada de un paisaje lunar o de una novela de ciencia ficción.

La Calobra

Sa Calobra

Coll Baix, una de las mejores calas de Mallorca

Con ser preciosas las anteriores, nos atrevemos a calificar Coll Baix como una de las mejores calas de Mallorca porque es un arenal casi virgen y salvaje que surge entre altos acantilados y en medio de montañas. Por si ello fuera poco, sus arenas blancas y sus aguas cristalinas de color turquesa confieren al conjunto un aspecto impresionante.

Para llegar hasta ella, debes hacer un recorrido a pie de, aproximadamente, treinta minutos. Se encuentra a siete kilómetros de Alcudia, una preciosa localidad en la cual puedes visitar el teatro romano de Pollentia, construido a fines del siglo I.

Cala Figuera

Otra preciosa cala situada al norte de la isla mallorquina con roca en vez de arena y también circundada por espectaculares acantilados. Llegarás a ella después de caminar unos veinte minutos a través de un bosque de pinos que también merece la pena. Además, si quieres tranquilidad, te diremos que es una de las playas menos visitadas de Mallorca.

A unos trece kilómetros se halla la villa de Pollensa, una preciosa localidad de calles estrechas y empedradas que te aconsejamos visitar. Su lugar más representativo es la capilla del Calvario, situada en la parte más alta y cuyo acceso es una escalera con 365 escalones, si bien también puedes ir en coche. En cualquiera de los dos casos, las vistas desde ella son espectaculares.

Vista de Cala Figuera

Cala Figuera

Cala Mondragó

Volvemos a la zona de Santañí para hablarte de otra de las mejores calas de Mallorca. Es la de Sens Fonts de n’Alís o Cala Mondragón por hallarse en el parque natural de ese nombre. Pese a su ubicación un tanto remota, te ofrece todos los servicios y, sobre todo, un paisaje de ensueño compuesto por arenas finas y blancas, curiosas dunas y abundantes pinos.

Muy cerca de ella están otras dos preciosas calas: la de S’Burgit y la de S’Amarador, a las que puedes llegar a través de un sendero por la costa. Pero, si de caminar hablamos, puedes aprovechar tu visita al Parque Natural de Mondragó para practicar senderismo. Son rutas fáciles de entre uno y diez kilómetros pero todas con paisajes extraordinarios.

Cala Sant Vicenç

Se halla en el término municipal de Pollensa. Mejor dicho, tendríamos que hablar en plural ya que en esta zona encontrarás cuatro preciosas calas: las de Barques, Molíns, Clara y Carbó. Cualquiera de ellas te brinda espectaculares vistas del Mediterráneo y también del Cavall Bernat, un agreste promontorio dentado de casi trescientos metros de altura.

Todas ellas de aguas cristalinas, te brindan además la opción de practicar submarinismo y ver antiguos barcos hundidos. Pero también puedes aprovechar tu estancia en Cala Sant Vicenç para visitar las cuevas de l’Alzineret, que datan del año 1600 antes de Cristo, es decir, del periodo Pretalayótico. Son siete oquedades artificiales que conforman una necrópolis de aquel tiempo.

La Cala Mondragó

Cala Mondragó

Cuál es la mejor época para disfrutar de las calas de Mallorca

La isla balear tiene un clima típicamente mediterráneo, con temperaturas suaves en invierno (raramente bajan de los cinco grados) y muy cálidas en verano, aunque no demasiado calurosas, con una media de veintiséis grados centígrados.
Por todo ello, la mejor época para que disfrutes de las mejores calas de Mallorca es el verano. No obstante, también es la temporada de más afluencia de turistas a la isla. En consecuencia, te aconsejamos que viajes en los meses de mayo, junio o septiembre. El clima es casi igual de agradable y hay más tranquilidad.

Cómo llegar a las mejores calas de Mallorca

Para llegar a la gran mayoría de estas playas necesitarás un coche e incluso a algunas tendrás que hacerlo a pie. Es algo común a casi todas las islas. Algo parecido ocurre, por ejemplo en Menorca. No obstante, por ejemplo, para llegar a Cala Mondragó puedes valerte del tren turístico que sale desde Cala d’Or a partir de las ocho y media de la mañana.

En cuanto a los recorridos en automóvil, lo mejor es que viajes por las carreteras de la costa en vez de hacerlo por las del interior, más modernas. Pero hacer la ruta del litoral te permitirá un acceso más directo a estas calas y, sobre todo, te proporcionará la ocasión de ver paisajes maravillosos de la costa mallorquina.

Vista de Cala Tuent

Cala Tuent

Sería muy largo trazar una ruta concreta para cada playa. Pero las carreteras más próximas al litoral son la Ma-414 para la zona este, la Ma-12 para la norte, la Ma-10 para la oeste y la Ma-6014 para la sur.

En conclusión, te hemos mostrado algunas de las mejores calas de Mallorca. Pero han quedado muchas en el tintero. No en balde, la isla balear cuenta -te decíamos- con unas trescientas. A modo de ejemplo, te hablaremos también de Caló des Moro, también en Santañí y que es casi una piscina natural; Cala Tuent, al pie del espectacular Puig Major; Caló des Màrmols, a la que se llega después de caminar una hora desde el cabo de las Salinas, o Cala Fornells, próxima a Andratx y con aguas de un intenso color azul turquesa. ¿No te apetece conocerlas?


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