Medusa, la de las serpientes en la cabeza

Medusa

Medusa es una de las figuras más conocidas y fascinantes de la mitología griega. Fue una de las tres górgonas, junto a Stheno y Euryale, la única de las tres terribles hermanas que no era inmortal.

¿Quiénes eran las górgonas? Estas criaturas monstruosas tan temidas por los griegos en la Antigüedad eran mujeres aladas que en lugar de cabello sobre sus cabezas tenían serpientes vivas. Sin embargo, esto no era lo más terrorífico de ellas. Lo peor era que, según la leyenda, quienes se atrevían a mirarlas a los ojos se convertían inmediatamente en piedra.

Las górgonas

Es facil imaginar el pavor que estas criaturas debieron inspirar en los griegos de la época, que daban por ciertos todos aquellos viejos mitos. En todo caso, debía ser bastante tranquilizador saber que las górgonas vivían en un lugar remoto. En una isla lejana llamada Sarpedón, según algunas tradiciones; o, según otras, en algún lugar perdido de Lybia (que era como los griegos llamaban al continente africano).

Las górgonas son hijas de Forcis y Ceto, dos de las divinidades primordiales dentro de la compleja teogonía griega.

Las tres hermanas (Stheno, Euryale y Medusa), recibieron el nombre de górgonas, es decir, «terribles». Se decía de ellas que su sangre tenía el poder de devolver la vida a los muertos, siempre que ésta fuera extraída de su lado derecho. En cambio, la sangre del lado izquierdo de una górgona era un veneno mortal.

medusa de bernini

Busto de Medusa esculpido por Gian Lorenzo Bernini en 1640. Esta grandiosa escultura barroca se conserva en los Museos capitolinos de Roma.

Hablando ya concretamente de Medusa, hay que decir que su nombre deriva de la antigua palabra griega Μέδουσα cuyo significado es «guardián».

Existe una leyenda tardía que atribuye a Medusa un origen distinto al de las otras dos górgonas. Según ésta, Medusa fue una hermosa doncella que habría ofendido a la diosa Atenea profanando uno de los templos consagrados a ella (según el autor romano Ovidio, habría mantenido sexo con el dios Poseidón en el santuario). Ésta, severa y sin compaión habría transformado su cabello en serpientes como castigo.

El mito de Medusa ha protagonizado muchas obras de arte desde el Renacimiento hasta el siglo XIX. Tal vez la más famosa de todas sea el óleo de Caravaggio, pintado en 1597, el que se muestra en la imagen que encabeza el post. Ya en épocas más recientes, la figura de Medusa ha sido reivindicada desde algunos sectores del feminismo como símbolo de la rebelión de la mujer.

Perseo y Medusa

En la mitología griega el nombre de Medusa está irremediablemente ligado al de Perseo, asesino de mostruos y fundador de la ciudad de Micenas. El héroe que acabó con su vida.

Dánae, la madre de Perseo, era pretendida por Polidectes, rey de la isla de Seriphos. Sin embargo, el joven héroe se interponía entre ellos. Polidectes encontró la maera de librarse de este molesto obastáculo enviando a Perseo a una misión de la que nadie podía volver con vida: viajar a Sarpedón y traer la cabeza de Medusa, la única górgona mortal.

Atenea, todavía agraviada por Medusa, decidió ayudar a Perseo en su complicada empresa. Así que le aconsejó buscar a las Hespérides y obtener de ellas las armas necesarias para derrotar a la górgona. Esas armas fueron una espada de diamante y un casco que concedía al ponérselo el poder de la invisibilidad. También recibió de ellas una bolsa capaz de contener de forma segura la cabeza de Medusa. Además, Hermes le prestó a Perseo sus sandalias aladas para volar, mientras que la propia Atenea le dotó de un gran escudo pulido como un espejo.

Perseo y Medusa

Perseo sujetando la cabeza decapitada de Medusa. Detalle de la escultura de Cellini, en la Plaza de la Signoria de Florencia.

Pertrechado con esta poderosa panoplia, Perseo marchó al encuentro de las górgonas. La suerte quiso que hallara a Medusa dormida en su cueva. Para evitar su mirada que le dejaría petrificado sin remedio, el héroe se valió del escudo que reflejaba la imagen de la górgona como un espejo. Así pudo avanzar hasta ella sin mirarla de frente y la decapitó. Del cuello cortado nació el caballo alado Pegaso y un gigante llamado Crisaor.

Al descubrir lo que había pasado, las otras górgonas se lanzaron a perseguir al asesino de su hermana. Fue entonces cuando Perseo hizo servir su casco de invisibilidad para huir de ellas y ponerse a salvo.

El símbolo de la cabeza decapitada de Medusa es conocido como Gorgoneion, que aparece en muchas representaciones en el escudo de Atenea. Los griegos antiguos usaban amuletos y esculturas de la cabeza de Medusa para protegerse de la mala suerte y el mal de ojo. Ya en la época helenística, el Gorgoneion se convirtió en una imagen muy usada en mosaicos, pinturas, objetos de orfebrería e incluso monedas.


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