Cuando hablamos de Milán y sus personajes famosos, obviamente el primero que se nos viene a la cabeza es el genial Leonardo da Vinci, quien vivió y desarrolló gran parte de su obra en esta ciudad, pero Milán ha visto nacer o ha acogido como hijos a insignes personajes, cuyo legado trasciende en el tiempo.
Uno de ellos es Giuseppe Verdi, el insigne compositor del periodo romántico, cuyas operas son consideradas obras inmortales de la música, quien llegó a Milán muy joven, donde descubrió su pasión por la música apoyado por su primer maestro Pietro Baistrocchi. Si bien durante un tiempo vivó en un pueblo de Parma, donde ejerció como compositor oficial del ayuntamiento y director de la banda local
Pero Verdi, quien soñaba con una carrera como compositor y creador de operas volvió a Milán donde comenzó su inmortal obra. Su opera prima fue Oberto Conte di San Bonifacio, estrenada exitosamente en el teatro La Scala de Milán, pero no fue hasta su tercera obra, la opera Nabuco en 1842 que su trabajo no fue ampliamente reconocido de forma universal.
Cuando alcanzó la fama y ya en su madurez, hubo una iniciativa para cambiar el nombre al famoso conservatorio de Milán, al que Verdi había intentado sin éxito ingresar durante su juventud, rebautizándolo con su nombre, a lo que el famoso compositor replicó: “Si no me quisisteis de joven”, por qué quererme de viejo. No obstante la prestigiosa escuela de música de Milán lleva su nombre.
Giuseppe Verdi murió en el Grand Hotel et de Milán, el 27 de enero de 1901 y fue enterrado en la Casa de los Músicos, lugar que él había ayudado a crear.
Música, cultura y opera también son parte de lo que Milán ofrece a quienes la visitan. Fin de semana, Escapada romántica, vacaciones, cualquier pretexto vale para no perdérsela.