Explicarte qué ver en Noruega es hablarte de auroras boreales, gigantescos fiordos, preciosas ciudades nórdicas y aldeas perdidas en pleno Círculo Polar Ártico. Pero también de antiguas tierras pobladas por legendarios vikingos y de tradiciones ancestrales en un país moderno.
Situada en la Península escandinava, al igual que Suecia o Finlandia, y con más de trescientos mil kilómetros cuadrados de extensión, Noruega está bañada por el mar de Barents y dividida en once regiones administrativas o Fylkers que son a cada cual más hermosa que la anterior. Si quieres descubrir qué ver en Noruega, te invitamos a seguirnos.
Qué ver en Noruega: ciudades y naturaleza
Comenzaremos nuestro recorrido por Noruega en la capital, Oslo, situada al sur del país para luego continuar viaje por las regiones del norte, del este y del oeste, todas las cuales te ofrecen monumentos y paisajes maravillosos.
Oslo, la antigua Cristianía
Llamada Cristianía hasta 1897, con casi setecientos mil habitantes es la tercera ciudad de Escandinavia tras Copenhague y Estocolmo. Ejerce como capital del país desde 1314, cuando el rey Haakon V estableció en ella la corte.
El monumento más emblemático de la ciudad es la impresionante fortaleza de Akershus, construida hace setecientos años aunque reformada en profundidad en el siglo XVI con arreglo al estilo renacentista. Posteriormente también se le añadieron otras construcciones anexas. En uno de esos edificios puedes visitar el Museo de la Resistencia de Noruega, que recoge la historia de la oposición del país a la ocupación alemana entre 1940 y 1945.
Otras construcciones civiles que te aconsejamos visitar en Oslo son el imponente Palacio Real, de estilo neoclásico; el edificio del Storting o parlamento de Noruega; el llamativo Ayuntamiento, donde se entrega el Premio Nobel de la Paz, y el parque Vigeland, que además sirve como exposición permanente de las esculturas del artista que le da nombre, Gustav Vigeland.
Respecto a las construcciones religiosas, te recomendamos que veas las catedrales del Salvador de Oslo y de San Olaf, esta última la más grande de todo el país y de estilo neogótico; así como las iglesias de Gamle Aker y de la Trinidad, la primera de las cuales, románica, es el edificio más antiguo de la capital.
Finalmente, no deberías marcharte de Oslo sin ver museos como el dedicado al pintor Edvard Munch y los más curiosos del Kon-Tiki, sobre el aventurero noruego Thor Heyerdhal, y de Barcos Vikingos. Sin olvidar el del Pueblo Noruego, al aire libre y que te muestra casas del todo el país junto a las costumbres y tradiciones de sus habitantes.
Tromso, el país de las auroras boreales
Saltamos hacia el norte de Noruega para conocer Tromso, que se halla dentro de la región geográfica (no política) de Laponia. Toma su nombre de la isla de Tromsoya, donde se encuentra el centro de la ciudad.
En ella puedes ver templos como la catedral antigua construida en 1861 y museos como el de la Universidad de Tromso, donde puedes conocer la historia y costumbres del pueblo sami o lapón y que se completa con el espectacular y único Jardín Botánico Ártico-Alpino. Pero quizá sea más espectacular la moderna catedral del Ártico, una construcción de 1965 que posee la mayor vidriera de Europa. Asimismo, Tromso es famosa por su vida urbana y por los numerosos festivales de música que organiza.
Sin embargo, lo mejor de esta región se halla en las zonas más alejadas de la ciudad. Estos son sitios perfectos para que veas las maravillosas auroras boreales, el llamado «sol de medianoche» y también para avistar ballenas. Puedes llegar al punto más septentrional de Europa en Cabo Norte, observar aves en la península de Varanger y pasar la noche en un hotel de hielo en Kirkenes.
Bergen, la ciudad de las casas de madera
Hablar de qué ver en Noruega y no mencionar sus espectaculares fiordos sería imperdonable. Y Bergen es la vía de entrada a algunos de los más impresionantes como el de Sogne, considerado el más largo y profundo de Noruega, o el de Hardanger, donde está la meseta de Trolltunga.
Desde Bergen también puedes ir en tren hasta la aldea de Flam haciendo uno de los trayectos ferroviarios más bonitos del mundo por hallarse en la parte interna del fiordo de Aurland y atravesar profundos barrancos con espectaculares cascadas.
Pero también tienes cosas interesantes que ver en la propia Bergen. Por ejemplo, los preciosos barrios de Bryggen y de Strandsiden, con sus casas de madera pintadas en alegres colores. O también visitar la preciosa plaza de la Piedra Azul, donde está la iglesia de San Juan. Aunque, si de templos hablamos, es más espectacular la iglesia de Santa María, el edificio más antiguo de la ciudad pues data del siglo XII. Y también la catedral de San Olaf, posterior por muy poco.
Finalmente, no puedes abandonar la ciudad sin subir al mirador de Floyen, al que se llega en el funicular Floibanen y desde el cual tienes unas vistas extraordinarias de la propia Bergen y también de los fiordos.
Alesund, otro punto de partida a los fiordos que ver en Noruega
Si bien Bergen es un excelente punto de salida para ver fiordos, Alesund te viene mejor para visitar el más espectacular de toda Noruega. Se trata del fiordo de Geiranger, catalogado como Patrimonio de la Humanidad, pero además hay otros muchos.
Por otra parte, esta región es ideal si te gusta el alpinismo pues en ella se encuentra Andalsnes, considerada la capital noruega de esta actividad deportiva y a la que puedes llegar haciendo otra preciosa ruta en tren.
Pero también te aconsejamos que te detengas en la ya citada Alesund, una joya conocida como «la ciudad del Art Nouveau» por la gran cantidad de edificios de este bello estilo arquitectónico con que cuenta.
Trondheim o qué ver en el corazón de Noruega
Ciudad más importante de la región de Trondelag, esta localidad es conocida como «la patria de los sabores nórdicos» por la gran cantidad de restaurantes que tiene, algunos con estrella Michelín. Pero, además, fue la capital religiosa de Noruega durante el Medievo gracias a su espectacular catedral de Nidaros, un edificio de base gótico-isabelina, y al palacio del Arzobispo, que es la construcción civil más antigua de todos los países nórdicos.
Además, Trondheim es una ciudad universitaria cuyas facultades de ciencias se hallan, por cierto, en una preciosa construcción. Y también fue un importante bastión militar, como prueban las fortalezas de Kristiansen y de la isla de Munkholmen.
Pero la región de Trondelag cuenta con otros atractivos que te aconsejamos visitar. Es el caso de la ciudad minera de Roros, que es Patrimonio de la Humanidad y que, con sus casas de madera y sus minas de cobre, te hará viajar en el tiempo. Y también el de la Ruta del Oro de Inderoy, la cual, pese a su nombre, nada tiene que ver con el precioso mineral, sino con maravillosos paisajes que no te dejarán indiferente.
Las islas Svalvard, camino del Polo Norte
Este archipiélago se encuentra en medio del océano Artico. No te debe extrañar, por tanto, que las principales actividades que puedes hacer allí sean montar en un trineo tirado por perros, ver auroras boreales o visitar cuevas de hielo. Además, en su localidad más importante, Longyearbyen, podrás apreciar un paisaje maravilloso y, como curiosidad, conocer su Universidad, que es la más septentrional del mundo.
Kristiansand, las playas que ver en Noruega
Al sur del país se encuentra la zona vacacional de los noruegos. Es lógico, ya que cuenta con más horas de sol que cualquier otro punto de la nación y con bonitas playas. Pero también tienes pequeños pueblos típicos de pescadores, con sus casas blancas de madera, como Risol, Grimstad o Arendal. Y, si te desplazas al valle de Setesdal, además de preciosos paisajes y construcciones con techos de hierba, conocerás algunas de las más antiguas tradiciones de Noruega.
Pero la ciudad más importante de la región es Kristiansand, que tienen una acogedora playa. Pero sobre todo destaca en ella la Ciudad Vieja de Posebyen, la única parte de la localidad que sobrevivió al gran incendio desatado en ella en 1892. Es un placer pasear por sus calles adornadas con árboles y enmarcadas por viejas casas de madera.
Asimismo, si viajas con tus hijos, en Kristiansand tienes el Dyreparken, un parque de atracciones y también zoológico que les encantará. Por tu parte, si te gusta la gastronomía, en Lindesnes puedes comer en el Under, el restaurante subterráneo más grande del mundo y que tiene una estrella Michelín.
El este de Noruega: valles y montañas espectaculares
Finalmente, te llevamos al este de Noruega para que veas algunos de los más impresionantes parques nacionales del país. Destacan entre ellos el de Dovrefjell, el de Jotunheimen y el de Rodane. También puedes navegar por el canal de Telemark y hacer rutas de senderismo por el valle de Gudbrandsdalen.
Pero, si eres aficionado al esquí, estarás echando de menos que, en un país nórdico te hablemos de estaciones para practicar este deporte. Justamente algunas de las mejores, como las de Geilo, Hemsedal o Trysil, se encuentran en la región este de Noruega.
Cuando es mejor viajar a Noruega
No hace falta que te digamos que Noruega es muy fría. Los veranos más cálidos se dan, como te decíamos en el sur del país, donde además hay más horas de sol. El comportamiento de este es otra de las peculiaridades de Noruega. Como ocurre en otros países de la zona, entre finales noviembre y de enero apenas se ve el sol (nada en las regiones más septentrionales). Sin embargo, desde fines de mayo hasta finales de julio, apenas se pone, con unas veinte horas de luz al día. De ahí que se conozca a Noruega con el poético nombre de «la Tierra del Sol de Medianoche».
Por todo ello, no podemos recomendarte una época para que visites el país nórdico, sencillamente porque depende de lo que quieras hacer. Por ejemplo, si deseas ver auroras boreales, tienes que ir en invierno. Pero, si lo que quieres es hacer turismo, te aconsejamos que vayas entre mayo y septiembre, cuando el clima es más suave y los días mucho más largos, como te decíamos.
Cómo llegar a Noruega
Viajar al país nórdico es muy fácil. Su principal aeropuerto es el de Oslo, pero también los hay internacionales en otras ciudades como Bergen, Tromso o Kristiansand. Asimismo, puedes volar desde estos últimos a los lugares más remotos como las islas Lofoten, las Svalvard e incluso Cabo Norte.
También puedes llegar a Noruega en ferrocarril. Oslo está conectada por tren a Copenhague, Estocolmo o Gotemburgo y, desde estas, a toda Europa. Otro tanto puede decirse del autobús y, si prefieres el barco, también hay líneas desde Alemania, Dinamarca y Suecia a varias ciudades de Noruega.
Una vez en el país, te aconsejamos que viajes por él en tren. Cuenta con algunas de las líneas de ferrocarril más espectaculares del mundo. Entre ellas, la de Nordland; la de Bergen, que atraviesa imponentes paisajes de montaña; la de Flam, de la cual ya te hemos hablado, o la de Dovre, que atraviesa parques naturales con impresionantes llanuras nevadas.
En conclusión, si te preguntabas qué ver en Noruega, ya sabes que te ofrece mucho más que auroras boreales. Tiene preciosas ciudades con mucha historia y monumentos, imponentes paisajes de montaña e incluso playas en el sur del país. ¿No te apetece conocer Noruega?