Receta para preparar Sima, una bebida que forma parte de la cultura Noruega

sima, bebida noruega y escandinava

La Sima es probablemente la bebida alcohólica más popular de los países del norte de Europa. Más popular incluso que la cerveza o el aguardiente, o por lo menos mucho más arraigada en la cultura y la tradición de países como Noruega.

En realidad, el origen de la sima tal y como hoy se conoce está en Finlandia, donde tradicionalmente se preparaba para festejar la Noche de Walpurgis (el Vappu finlandés), el 30 de abril, y despedirse del largo y duro invierno escandinavo. En el siglo XX, con el desarrollo de los movimientos obreros en el país, se convirtió en la «bebida oficial» para el Día del Trabajo, el 1 de mayo.

Si nos remontamos aún más atrás en el tiempo, descubrimos que la sima es una evolución de la clásica hidromiel del centro de Europa. Esta bebida cruzó las aguas del Báltico a través de los navegantes y mercaderes de las prósperas ciudades comerciales de Lübeck y Riga en el siglo XVII.

Los finlandeses adaptaron la sima a su propio gusto, rebajando considerablemente su contenido en alcohol. Con el tiempo, se empezó a consumir también como bebida refrescante para la época estival y acabó expandiéndose al resto de naciones escandinavas tomando la forma de una limonada fermentada.

En muchos supermercados del norte de Europa se vende una falsa sima elaborada a base de sidra o mosto a los que se añaden edulcorantes y agua carbonatada. Su sabor no tiene nada que ver con la auténtica sima tradicional.

Cómo se prepara

sima noruega

Cómo preparar sima, la bebida refrescante escandinava

Los ingredientes necesarios para preparar una deliciosa sima son agua, limón, azúcar (blanca o morena, según el gusto de cada cual), levadura y uvas pasas. En algunas recetas también se incluye lúpulo o también miel. Normalmente es un proceso que toma unos cuantos días. Con algunas variantes locales, la receta canónica para preparar sima es la siguiente:

Primer día:

  1. Se vierte el agua dentro de una olla a fuego fuerte.
  2. Cuando el agua hierve, se añade el azúcar y se mezcla bien para que se disuelva.
  3. Después se añade un limón sin pelar cortado en rodajas y la ralladura de otro limón (es importante sólo rallar la cáscara sin llegar a la parte blanca, que es amarga).
  4. Se vierten un par de tazas de agua fría para que la mezcla baje de temperatura. Este paso es necesario para que la levadura haga su trabajo.
  5. Después de verter el líquido en un bol no metálico (no reactivo), de añade una cucharada sopera de levadura, el elemento que producirá la carbonatación.
  6. Se retira la olla del fuego y se deja reposar a temperatura ambiente durante 24 horas.

Segundo día:

Ha pasado un día entero y la superficie de la mezcla han aparecido pequeñas burbujas. Es el momento de embotellar:

  1. En las botellas todavía vacías se introducen unas cuantas uvas pasas (5 ó 6) y una cucharada pequeña de azúcar.
  2. Se vierte la mezcla dentro de la botella. En ese momento tendrá un aspecto turbio.
  3. Se dejan reposar las botellas a temperatura ambiente lejos de la luz solar directa durante dos días más.

Tercer día:

No hay que hacer nada, simplemente dejar que la bebida repose. En este tiempo podremos observar cómo se inflan las pasas y ascienden hacia la superficie. Algunos expertos en la preparación de Sima casera dicen que es conveniente abrir las botellas cada 6-8 horas durante unos segundos para expulsar el gas y que la presión se reduzca.

Cuarto día:

Después del periodo de reposo, hay que meter las botellas en el frigorífico.

Cómo se toma la Sima

botella sima bebida noruega

Botellas de Sima, listas para beber

Un apunte importante: por mucho frío que haga en Noruega y en el resto de países escandinavos, la sima siempre se sirve y se toma bien fría.

Es aconsejable también que se consuma durante las semana siguiente después de haberla preparado (siempre que se conserve en el frigorífico), de otro modo perderá su carbonatación y su sabor original quedará un poco rebajado. Hay que decir que, al ser una bebida tan popular, casi siempre se bebe toda sin que haya que tirar nada.

Hay algunos bocados tradicionales ideales para acompañar un buen vaso de sima, como las rosquillas o el clásico tippaleipä finlandés, un pastel de masa rebozada espolvoreada con azúcar glas.

A pesar de ser una bebida alcohólica, fruto de la fermentación mediante levadura, el contenido en alcohol de la sima es mínimo (alrededor del 1%), por lo que es muy difícil que nos llegue a subir a la cabeza. Es también un gran cóctel para tomar antes de la cena, que en los países nórdicos se sitúa sobre las cinco de la tarde, o para disfrutar e un día de picnic en plena naturaleza.


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