Birmania se encuentra en el sudeste de Asia, lindando, entre otros países con China e India, los dos gigantes de la zona. Sin embargo, Myanmar, como también se la conoce, no es pequeño, pues cuenta con casi setecientos mil kilómetros cuadrados.
En tan amplio territorio, tienes muchas cosas que ver. Hay grandes ciudades como su capital, Rangún, pero también pequeños pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo. Igualmente, cuenta con majestuosos templos, pero también con maravillosos paisajes y rutas de montaña. Además, es una tierra de fuerte influencia budista que se ha abierto al turismo no hace mucho tiempo. Si quieres conocer un poco más de Birmania, te animamos a seguir leyendo.
Qué ver en Birmania
Por lo que acabamos de decirte, Myanmar es un diamante en bruto desde la perspectiva del turismo. Hace relativamente poco que se ha incorporado a los circuitos por el sudeste asiático y sus maravillas monumentales y paisajísticas todavía no reciben millones de personas al año. En cualquier caso, vamos a mostrarte algunas de las mejores.
Rangún, la antigua capital del país
Esta populosa ciudad de más de cinco millones de habitantes, fue la capital de Birmania hasta 2005 y continúa siendo el principal punto de entrada al país. Sin embargo, no es una ciudad especialmente bonita, al menos si la comparamos con otras.
En todo caso, tiene cosas que debes visitar. Es el caso del complejo religioso de Shwedagon, en el cual destaca la pagoda del mismo nombre. Se trata de una espectacular estupa (en Birmania se las llama payas) de cien metros de altura y bañada en oro. Aunque la leyenda le otorga 2500 años de antigüedad, los expertos la datan entre los siglos VI y X de nuestra era. Desde el punto de vista del Budismo, es la más importante del país, ya que alberga reliquias del propio Buda.
No es la única estupa que puedes ver en Rangún. También te aconsejamos que visites la pagoda Sule, de forma octogonal y cúpula igualmente dorada, o la pagoda Chaukhtatgyi, que alberga una colosal figura de Buda, al igual que sucede en la paya Ngahtatgyi.
Naipyidó, la ciudad fantasma
Si bien es la capital administrativa de Birmania desde 2005, no la incluimos aquí como recomendación, sino porque es toda una curiosidad. Fue creada artificialmente en una zona rural y se dice que abarca una extensión que multiplica por seis la de Nueva York. Sin embargo, tiene una población muy reducida. De hecho, se desconoce el número de habitantes, aunque se estima en un millón, lo cual no es nada para un lugar tan enorme. No te aconsejamos que la visites, pero, si lo haces, no dejes de ver la enorme estupa budista de Uppatasanti.
Bagan, la ciudad de los templos de Birmania
Situada en la principal meseta del país, a orillas del río Irrawaddy, ha sido declarada recientemente Patrimonio de la Humanidad por sus maravillosos templos. Se dice que son cuatro mil, pero los que debes visitar de manera imprescindible son los de Ananda, del siglo XI y llamado «la Abadía de Westminster birmana» por su majestuosidad; Sulamani, del XII y cuya traducción significa «joya de la corona»; Dhammayangyi, inconfundible por su color marrón en una zona donde son casi todos dorados, y Shwezigon, rodeado de cuatro payas cada una de las cuales tiene una imagen de Buda.
Mandalay, otra maravilla birmana
Otra visita imprescindible en tu viaje a Birmania es la ciudad de Mandalay, cuyo nombre evocador es anticipo de todo lo que puedes ver en ella. Para empezar, piérdete por las callejuelas de su casco antiguo, llenas de bullicio y de bares.
Pero, sobre todo, visita el precioso Palacio de Mandalay, donde vivió el último rey del país. Se encuentra en el interior de la ciudadela y fue construido en el siglo XIX. Consta de varios edificios con tejados superpuestos y, a modo de anécdota, te diremos que el número de ellos con que cuenta cada construcción indica su importancia.
También debes ver en Mandalay el espectacular templo Mahamuni, que alberga una no menos imponente figura de Buda. Siguiendo con las leyendas y anécdotas, te contaremos que se considera la única copia fidedigna que existe de él en el mundo.
Finalmente, si te ves capaz de subir sus 1700 escalones, acércate a Mandalay Hill, desde la que obtendrás espectaculares vistas de la ciudad.
Hsipaw, una visita alternativa
Justamente desde Mandalay parte el recorrido ferroviario más espectacular de Myanmar, solo apto para aventureros. Llega hasta la ciudad de Lashio, pero destaca por sus impresionante paisajes y, sobre todo, por el viaducto de Gokteik, una frágil estructura metálica a casi setecientos metros de la superficie.
El tren, además, para en la localidad de Hsipaw, que te ofrece una visita alternativa en Birmania al margen de los circuitos turísticos. En esta ciudad verás cómo es la vida cotidiana de los habitantes del país asiático y también podrás visitar la Pequeña Bagan, el palacio Shan y la mezquita musulmana. Pero, sobre todo, sube a la Colina de los Cinco Budas, desde la que apreciarás un espectacular atardecer.
Bosque de estupas de Kakku
Como ves, toda Birmania está llena de templos y estupas. Pero si quieres ver un paisaje realmente singular en el país asiático, visita el bosque de estupas de Kakku. Es un enorme paseo enmarcado por 2500 pequeñas payas, cada una con su figura de Buda, que te dejará realmente impresionado.
El lago Inle, un sitio mágico en Birmania
Ubicado en las montañas de Shan a casi novecientos metros de altitud, navegar por este lago es mágico. Para empezar, se parece más a un río, pues tiene cien kilómetros de largo por solo cinco de ancho. Pero, además, en sus riberas hay unas doscientas aldeas cuyos habitantes, los Intha (o «hijos del lago»), conservan todo el encanto tradicional de Birmania.
El monte Popa y su monasterio
Otro lugar envuelto en misticismo es el monte Popa. Basta que lo veas, solitario en la llanura, para que comprendas lo que queremos decir. Además, en su cima se encuentra el bonito monasterio de Taung Kalat, que parece haber sido colocado mágicamente allí.
Para subir a la cima debes ascender 777 escalones. Pero te cuidado con las cosas que lleves porque un sinfín de monos custodian el cenobio y se apoderarán de ellas al mínimo descuido que tengas.
Las playas de Ngapali, la Birmania menos conocida
Lógicamente, en un país del tamaño de Birmania tenía que haber igualmente magníficas playas. En su caso son las de la zona de Ngapali. Están comenzando a ser explotadas por el turismo, pero todavía conservan cierto aire virgen. Disfrutar de ellas te permitirá relajarte después de tanta visita.
Cuándo es mejor viajar al país asiático
Birmania cuenta con distintos tipos de climas. Pero, en general, domina el propio del sudeste asiático. Es decir, que puedes encontrarte dos estaciones: la húmeda y la seca. La primera, además de lluviosa, es época de monzones y hace un calor sofocante por lo que no te la recomendamos.
Es mejor que visites el país en la estación seca, concretamente entre diciembre y marzo. No obstante, el primero de estos meses coincide con la temporada alta, por lo cual los precios son más caros. Por todo ello, te aconsejamos que viajes a Birmania entre enero y marzo.
Qué comer en Birmania
Una de las mejores formas de conocer un país es probando su gastronomía. Al menos, una visita queda incompleta si no la pruebas. La cocina birmana está muy influida por la de sus vecinos China, India y Tailandia. En consecuencia, el arroz es un ingrediente fundamental en sus platos y también destacan como materias primas los pescados del mar de Andamán.
En cuanto al primero, preparan un arroz glutinoso o presentado como una masa compacta que en su variedad nga cheik se toma como desayuno. Igualmente, los fideos o noodles son un ingrediente esencial.
Respecto a los platos típicos, son muy populares las sopas, denominadas hingyo, aunque las ácidas reciben el nombre de chiyei. Por su parte, ngapi son gambas fermentadas que se toman con verduras y arroz; el lephet thoke es una ensalada de hojas de té, que también lleva col y cacahuetes, y el hto-hpu nwe consiste en una pasta de harina de garbanzos con cerdo o pollo y aderezada con paprika y hierbas aromáticas.
Pero el plato nacional de Birmania es la mohinga, unos fideos de arroz acompañados de pescado y de caldo de cebolla. También puede llevar otros ingredientes como verduras, huevos cocidos, lentejas fritas e incluso tripas crujientes de plataneros.
Pero también puedes probar el curry birmano, que se acompaña de casi todo, aunque siempre lleva arroz, verduras, hierbas, tofu y salsa ngapi ye. Finalmente, el nan gyi thoke lleva fideos grandes fritos con pollo, pescado en rebanadas, huevo hervido y brotes de soja.
Para acabar tu comida típica, también tienes dulces en Birmania. De hecho, tomar un té con pasteles es toda una tradición entre los habitantes del país. Los más populares son el moun, una especie de bollo endulzado con pasas y coco, y el bein moun (suponemos que moun significa algo así como pastel), que son tortas esponjosas y dulces.
No obstante, si prefieres la fruta, tienes algunas que no verás en España. Por ejemplo el durian. Pero debemos avisarte de que su olor no es precisamente agradable. De hecho, hay quien la ha llamado «la fruta más apestosa del mundo». Sin embargo, una vez has superado ese impacto, su carne tiene un sabor peculiar.
En lo que se refiere a bebidas, el té en sus distintas variantes es la nacional. Pero los birmanos también consumen mucha cerveza e incluso sake. Más autóctona de la zona es la tuba, una bebida alcohólica que se obtiene de la palma de coco.
Cómo llegar a Birmania
La mejor forma de entrar en el país asiático es a través del aeropuerto internacional de Rangún. También lo tienen Mandalay y Naipyidó, pero los vuelos desde el extranjero son escasos.
Una vez en Birmania, para moverte entre ciudades, lo mejor son las líneas de autobús. Puedes encontrarlos de todas clases, desde modernos vehículos con aire acondicionado hasta pequeñas furgonetas de unos treinta pasajeros. También tienes la posibilidad de alquilar un coche con conductor, pero no es barato. Asimismo, otra forma de viajar es usando los barcos que transitan por los ríos del país.
Finalmente, para recorrer las grandes ciudades, también tienes autobuses urbanos. Pero más típicos son los rickshaws, tan populares en esta zona de Asia. Más originales son los sidecars y los thoun bein, de tres ruedas y parecidos a los tuk-tuk de Tailandia. No obstante, el medio de transporte urbano preferido por los nativos es la bicicleta. En todas las ciudades importantes hallarás puntos de alquiler de ellas.
En conclusión, Birmania es un precioso país todavía no demasiado explotado por los grandes operadores turísticos. Sin embargo esto ya está cambiando porque te ofrece maravillosos templos y una naturaleza exuberante y espectacular. ¿Te animas a conocer el país asiático?