Desierto del Sáhara

El desierto del Sáhara es una colosal extensión de terreno que se extiende desde el Mar Rojo hasta el Océano Atlántico, ocupando casi nueve millones y medio de kilómetros cuadrados. Abarca un total de diez países entre los que se hallan Egipto, Libia, Chad, Argelia, Marruecos, Túnez y Mauritania.

Con esa extensión, no debe sorprenderte que sea el desierto cálido más grande del mundo y que abarque distintas ecorregiones cada una de las cuales tienen sus peculiaridades. Así, nada tienen que ver la estepa y sabana arbolada del Sáhara meridional con el monte xerófilo del macizo del Tibesti. E igualmente ninguna de las dos anteriores con el Tanezrouft, uno de los lugares más extremos de la Tierra. Por todo ello, si quieres conocer un poco más el colosal desierto del Sáhara, te invitamos a acompañarnos en nuestro viaje.

Qué ver y hacer en el desierto del Sáhara

Existen numerosas zonas del desierto del Sáhara de las que ni siquiera vamos a hablarte. La razón es muy sencilla: son lugares tan inhóspitos que solo viajan a ellos los auténticos profesionales expertos que conocen muy bien los secretos de aquellas tierras. Sin embargo, hay otros sitios que podemos visitar en excursiones organizadas y que nos deslumbrarán por su belleza. Vamos a conocer algunos de ellos.

La meseta de Ennedi

Este increíble lugar se encuentra en el nordeste de Chad y está considerado uno de los más remotos de nuestro planeta. Rodeado de arena por todas partes, destaca por sus impresionantes gargantas y planicies.

Patrimonio de la Humanidad, la naturaleza ha formado en Ennedi colosales arcos y pilares. Destaca entre los primeros el de Aloba, que alcanza los 120 metros de altura y 77 de ancho. E igualmente curiosos son los Cinco Arcos, que, como su propio nombre indica, conforma una suerte de arco triunfal con cinco aberturas, y el Arco del Elefante, que semeja la trompa de un paquidermo e incluso un ojo en su parte superior.

Por si todo ello fuera poco, en este inhóspito lugar se han hallado pinturas rupestres que evidencian que estuvo habitado durante el Holoceno (cuarto milenio antes de Cristo). Especialmente destacadas son las de la zona de Niola Doa, que representan mujeres de hasta dos metros de altura.

El macizo de Ahaggar

Macizo de Ahaggar

El macizo de Ahaggar

Nos trasladamos ahora al sur de Argelia para visitar otro de los lugares más impresionantes del Sáhara. Se trata del macizo montañoso de Ahaggar o de Hoggar. Pese a sus alturas, en esta zona el clima es menos extremo que en otros lugares del desierto por lo cual es visitado por numeroso turistas.

Con el paso del tiempo, la erosión ha dado a estos montes formas caprichosas que confieren al paisaje un aspecto misterioso. Si a todo esto añadimos que es la tierra de los imuhagh, uno de los pueblos tuareg que habitan el Sáhara, terminaremos de envolver en magia este lugar.

La ciudad más importante de esta zona, de la cual parten las excursiones turísticas es Tamanrasset. Si quieres conocer una localidad edificada en torno a un auténtico oasis, este es tu destino. Además, cuenta con un pequeño museo de prehistoria y con otro de geología. Pero es más famosa porque en ella se establecido el francés Charles de Foucauld, explorador y místico de la llamada «espiritualidad del desierto».

El valle del Mzab

No salimos de Argelia para encontrarnos con otra de las maravillas del Sáhara: el valle del Mzab, declarado Patrimonio de la Humanidad. Se trata de una meseta rocosa atravesada por el valle que alberga el río del mismo nombre.

Está habitada por los mozabíes, una etnia bereber que se distribuyó por pequeños pueblos amurallados cada uno de los cuales se edificó en una de las lomas de la zona. Entre estas localidades están Beni Isguen, cuya mezquita data del siglo XII; Melika, Bounoura o El Ateuf. Pero la más importante es Ghardaia, nombre que también se da a todo el conjunto, con sus calles angostas y sus pequeñas casas de adobe.

Nouadhibou, un cementerio de barcos en el desierto del Sáhara

Aunque no tiene especial atractivo, traemos a estas líneas la localidad de Nouadhibou porque alberga todo un cementerio de barcos, algo sorprendente en el desierto. Sin embargo, se encuentra en la costa del océano Atlántico de Mauritania, donde el Sáhara llega al mar.

Sumida en una gran crisis económica, el Gobierno del país permitió que se abandonasen en sus costas barcos procedentes de todos los lugares del mundo. El resultado es que allí puedes ver unos trescientos que han ido degradándose con el tiempo y creando un paisaje realmente fantasmal.

La kashba de Ait Ben Haddou

Ait Ben Haddou

Ait Ben Haddou

Este ksar o ciudad fortificada marroquí se ha hecho popular en todo el mundo por la amplia gama de colores que propicia el sol reflejado en sus casas de adobe. Lo encontrarás a unas pocas horas de viaje desde Marrakech en una antigua ruta que hacían las caravanas de camellos.

Tanta es la belleza de Ait Ben Haddou que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad y ha servido como escenario de numerosas películas como ‘Lawrence de Arabia’, ‘La joya del Nilo’ o ‘Alejandro Magno’ y de series de televisión como ‘Juego de Tronos’.

Erg Chebbi, un mar de dunas

Situado igualmente en Marruecos, este mar de dunas ocupa unos ciento diez kilómetros cuadrados y también es realmente impresionante. Una de las atracciones más populares de la zona es recorrerlas a lomos de un camello y dormir en auténticas jaimas.

Estas rutas parten de la localidad de Merzouga, que por ello está perfectamente adaptada al turismo con varios hoteles. En ella puedes ver también el Merzouga Rally, que forma parte del circuito Dakar Series. E incluso cuenta con una singular leyenda respecto a sus dunas. Dice que nacieron de la furia divina cuando los habitantes de Merzouga se negaron a auxiliar a una madre y sus hijos. La divinidad despertó entonces una terrible tormenta de arena que las creó. Los habitantes de la zona todavía hoy creen oír gritos que salen de esas dunas.

Uarzazat

Sin salir de Marruecos, otra visita a la entrada misma del Sáhara es Ouarzazate o Uarzazat, pues se la conoce como «la Puerta del Desierto». Se encuentra a los pies de las montañas del Atlas y junto a los denominados Oasis del Sur.

Justamente Atlas se llaman los estudios cinematográficos que hay en la ciudad. Si anteriormente te hablábamos de Ait Ben Haddou como escenario de diferentes películas, ello se debió en buena medida a la existencia de estos platós, que ocupan unas veinte hectáreas y han convertido a Urzazat en la capital del cine de Marruecos.

Ouarzazate

Kashba de Taourirt en Ouarzazate

Pero la ciudad tiene mucho más que ofrecerte. Para empezar, su impresionante y perfectamente conservada alcazaba de Taourit. Es una kashba o fortaleza de origen bereber que se halla en pleno centro de la localidad y que, en su tiempo, fue residencia del Pachá de Marrakech. Frecuentemente se la ha comparado con un gigantesco castillo de arena en la playa. Y es una imagen certera porque sus muros de adobe y sus grandes torres en medio de la inmensidad del desierto le confieren ese aspecto.

El Fezzan, la parte libia del desierto del Sahara

Probablemente sea el área de Fezzan la parte más espectacular del Sáhara libio. Es un amplio espacio donde el desierto se combina con montañas y valles secos, pero, sobre todo, donde cada cierta distancia aparece un oasis que permite la vida a los pueblos creados a su alrededor.

Esta zona del Sáhara te ofrece paisajes tan impresionantes como el cráter volcánico de Waw-an-Namus, de cuyas dimensiones te dará idea el hecho de que alberga un oasis y tres lagos artificiales. También el mar de arena de Murzuq, con sus imponentes dunas; los peculiares montes Akakus, con sus caprichosas formas, o las palmeras y juncos situados al borde de la laguna salada de Umm-al-Maa, vestigio del antiguo lago Megafezzan que fue tan grande como Inglaterra.

Por otra parte, la localidad más importante de esta zona es Sabha, una ciudad oasis de cien mil habitantes donde creció Muhamad el Gadafi, antiguo mandatario de Libia. Pero hay otras más pequeñas como Ghat, Murzuq o Gadhamis.

Monte Uweinat, misteriosos jeroglíficos

El macizo del Uweinat se distribuye entre Egipto, la propia Libia y Sudán. Está rodeado del desierto del Sáhara, pero también cuenta con fértiles oasis como los de Bahariya o Farafra. La zona es un potente imán para senderistas a los que les gusta la aventura.

El Fezzan

Campamento en El Fezzan

Pero, sobre todo, destaca porque en el llano de Gilf Kebir se hallaron tallas en las rocas y jeroglíficos muy antiguos que representan todo tipo de animales. Fueron hallados por el explorador egipcio Ahmed Hassanein Pasha en 1923. Este recorrió cuarenta kilómetros de esa zona, pero no pudo llegar hasta el final por lo cual es posible que haya más.

Finalmente, en esta zona se halla en impresionante cráter Kebira, que fue resultado del impacto de un meteorito ocurrido hace unos cincuenta millones de años y que abarca una colosal extensión de cuatro mil quinientos kilómetros cuadrados.

Cuándo es mejor ir al desierto del Sáhara

Como supondrás, el Sáhara tiene uno de los climas más duros del mundo. Bien es cierto que una extensión de terreno tan enorme tiene, por fuerza, que presentar distintas climatologías. Sin embargo, es común a toda ella la práctica totalidad de ausencia de lluvias y los calores extremos, que pueden alcanzar fácilmente los cincuenta y cinco grados centígrados.

De hecho, en primavera y verano las excursiones por el desierto solo se realizan al caer el sol. Por todo ello, las mejores épocas para viajar al Sáhara son el otoño y el invierno, más concretamente los meses que van de noviembre a febrero.

Y, para realizar excursiones, siempre debes elegir las organizadas. No puedes adentrarte en este coloso de arena sin un guía cualificado porque tu vida correría serio peligro.

Sáhara

Una zona del desierto del Sáhara

Cómo llegar al Sáhara

No podemos recomendarte una sola forma de llegar a este colosal desierto. La razón es que puedes abordarlo desde países distintos. Sin embargo, lo normal es que vueles a una ciudad cercana y luego contrates, como te decíamos, alguna visita organizada.

Por ejemplo, si quieres visitar el Sáhara marroquí, puedes volar a ciudades como Marrakech y, una vez allí, buscar excursiones. No obstante, hay agencias especializadas que ya te ofrecen todo el paquete de viaje antes de ponerte en marcha.

En conclusión, el desierto del Sáhara es el más grande del mundo entre los cálidos. Abarca varios países y te ofrece maravillas naturales, ciudades de ensueño al pie de oasis y misteriosos grabados en sus piedras que se remontan a la noche de los tiempos. ¿Te animas a conocer este coloso de nuestro planeta?


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