En un lugar de Eslovenia atrapado entre los Alpes Julianos se despliega uno de los lagos más bonitos del mundo. Uno de esos lugares que evoca la magia de los cuentos de hadas y las películas Disney gracias al azul de sus aguas, su entorno montañoso y el encanto de cierta pequeña isla. Bienvenidos al lago Bled.
Introducción al lago Bled
Cuenta la leyenda que en el lugar donde hoy se encuentra el lago Bled existió una capilla de Madonna que estaba descuidada por los lugareños. Apenas se limpiaba el lugar, su estructura comenzaba a agrietarse y las cabras entraban y salían a su antojo. Fue así como los dioses castigaron a los fervientes lugareños envolviendo de agua esta capilla que con el paso del tiempo sería conocida como Iglesia de la Asunción de María.
Un monumento icónico cuya enorme campana también arrastra la leyenda de la muerte del dueño del castillo cercano a la isla. A fin de sentirse más acompañada por la Virgen María en aquella época de oscuridad, la viuda encargó una campana para la iglesia de la isla de Bled, con tan mala suerte que la misma se hundió junto con el bote que la transportaba en un día de tormenta. Aunque posteriormente volvió a encargarle una nueva campana al mismísimo Papa en Roma, los lugareños aseguran que la campana hundida todavía sigue sonando desde las profundidades del lago.
Alimentado por un folclore único, el lago Bled es un lugar tan enigmático como su propio pasado. El único lago natural de Eslovenia susurra entre las cumbres de los Alpes Julianos a 475 metros sobre el nivel del mar en el contorno noroeste de Eslovenia, no lejos de la frontera con Austria.
Con una anchura de hasta 1380 metros y una profundidad de 30,6 metros, el lago Bled es posiblemente el lugar más icónico de toda Eslovenia y uno de esos escenarios tipicamente europeos que encierra la magia de los cuentos clásicos de los hermanos Grimm. De esa fantasía que alimenta un escenario ideal para descansar y adentrarse en leyendas locales.
Un rincón en el que vale la pena pasar más de un día utilizando el pueblo de Bled, asomado al lago, como perfecto punto base para visitar los alrededores, practicar deportes acuáticos o relajarse en uno de los muchos y exquisitos alojamientos de esta zona.
Visitando el lago Bled
Si te acercas al lago Bled, posiblemente te encuentren con una embarcación típica de madera llamada bletna. El perfecto soporte desde el que abandonar la orilla y dirigirse a esa encantadora isla en la que una iglesia sobresale sobre una mota de bosques mágicos.
Al llegar a la isla, podrás comprobar la presencia de 99 escalones que conducen hasta la iglesia. Un paseo mítico que invita a visitar este monumento tejido por los estilos prerrománico, gótico y barroco famoso entre las muchas bodas de los lugareños por la suerte que aporta. El motivo no es otro que la presencia de la conocida como «Campana de los Deseos», la cual aporta suerte si piensas en tu deseo justo antes de hacerla sonar.
Tras este paseo mágico, la isla de Bled incluye desde una tienda de souvenirs y artesanía típica hasta un embarcadero desde el que parten diferentes actividades. Ya sea kayak, buceo, pesca o remo, entre otras muchas opciones, el lago Bled es el lugar perfecto para darle algo del caña al cuerpo y complementar con una mañana en sus orillas tomando el sol.
Pero tranquilo, porque en el lago Bled hay más, mucho más. Además de su famosa isla, también puedes visitar el castillo medieval asomado a una de las orillas del lago desde un risco de 130 metros de altura en el que se celebran diferentes torneos de tiro al arco durante los meses de verano. Esta construcción fue erigida por primera vez en el siglo XI, si bien la ampliación principal tuvo lugar entre los siglos XVI y XVII dando lugar a un conjunto de galerías y exposiciones ideal para trasladarse a la época de la Edad Media.
Y es que la zona de Bled aglutina un conjunto de eventos irresisible durante todo el año. Acércate en Navidad y comprobarás la salida de los buceadores arrastrando la vieja campana hundida de la viuda del lago. O sino, déjate caer el penúltimo fin de semana de julio y asiste a una las celebraciones más bonitas no solo de Eslovenia, sino posiblemente de toda Europa: el festival «Bled Days and Bled Night». Una cita en la que muchos lugareños lanzan al agua al anochecer diferentes velas caseras metidas dentro de cáscaras de huevo. Un total de hasta 15 mil velas que iluminan todo el lago durante la noche regalando una escena inolvidable que, en cierto modo, recuerda a aquella mítica escena de la película Enredados de Disney.
Qué ver y hacer en Bled
El lago Bled es tan solo la punta de un iceberg como es la zona de Bled, ideal para enlazar desde la capital eslovena, Liubliana, para disfrutar de la presencia de inmensos bosques, montañas que parecen susurrar y una paz casi infinita.
Opta por un alojamiento en la zona y disfruta de las praderas y secretos del Parque Nacional de Triglav, ideal para realizar diferentes rutas de senderismo. O piérdete por la garganta de Vintgar, una extensión de 1.6 kilómetros que surca las colina de Hom y Borst junto al río Radovna, ideal para seguir su curso hasta alcanzar un puente que sobresale por encima de la Cascada de Sum, la cual alcanza hasta los 13 metros de altura.
Un espectáculo natural a concluir en una taberna entre árboles donde te sirvan un Kremna Rezina, una especie de pastel típico que consiste en un sándwich de hojaldre relleno de nata simplemente espectacular.
El mejor bocado dulce con el que finalizar unos días de descanso en este particular País de las Maravillas donde el lago Bled se consolida como uno de los lugares más bellas de Eslovenia.
Como el perfecto escenario de cuento al que asomarse en busca del silencio y la magia.
¿Te gustaría visitar el lago Bled?