Situada a orillas del Danubio y a tan solo unos 60 km de Viena, nos encontramos con Bratislava. Es la capital de Eslovaquia, que cuenta con menos de 500.000 habitantes. Es por ello que cuando nos preguntamos qué ver en Bratislava tendrás como respuesta numerosos sitios clave pero que podrás recorrerlos en tan solo un día.
Un viaje corto pero muy intento y esencial en tu camino. La ciudad vieja, sus fortificaciones y palacios barrocos no podían quedarse en el olvido. Una manera de adentrarse en un tiempo pasado y dejarte llevar por las innumerables leyendas de la época. ¡Hacemos un repaso por los lugares clave qué ver en Bratislava!.
Cómo llegar a Bratislava desde Viena
Si Viena ha sido otro de los puntos claves de tu viaje, no está demás que te acerques hasta Bratislava. Más que nada porque mucha gente no la considera crucial y aquí te mostraremos que sí lo es. Cuentas con tres vías para poder llevar a la ciudad. Por un lado puedes ir en tren y en poco más de una hora estará en tu destino. El precio del viaje rondará los 12 euros. Claro que si prefieres un paseo por el Danubio, entonces optarás por el barco. En este caso también será una hora, aproximadamente pero el billete nos saldrá por unos 30 euros.
Qué ver en Bratislava, su castillo
El castillo de Bratislava es uno de los símbolos de la ciudad. Se trata de una gran fortaleza en forma cuadrada, que está situado en la parte alta de una colina. Eso sí, siempre junto al Danubio que es su mejor guardián. Se dice que fue acrópolis de un pueblo Celta. Tiempo después, se convirtió en fortaleza gótica aunque en el S.XVII fue remodelado con estilo barroco. En su interior tendrás acceso a diversas exposiciones. Para llegar, puedes hacerlo a pie desde el centro de la ciudad. Eso sí, ten en cuenta que lleva zonas con cuestas.
Casco antiguo de la ciudad
Otra de las partes más hermosas de Bratislava está en su casco antiguo. Sin duda, merece la pena recorrerlo a pie, para disfrutar de esas calles empedradas que te llegan a otra época. En ellas, también irás descubriendo numerosos rincones dignos de un recuerdo. Ahí podrás disfrutar de una calle peatonal llamada Michalská que cuenta con una torre defensiva que data de la época medieval. Además, te encontrarás con la plaza mayor, de nombre, Hlavné Námestie.
A lo largo de tu camino, te encontrarás con diversas estatuas de bronce dedicadas a personajes que han formado parte de la ciudad. Si no quieres perderte ninguno de estos rincones, lo mejor es que compres una tarjeta que da paso a un tour guiado de una hora, aproximadamente. Aunque también tienes disponibles los Free Tours, donde será gratis, aunque debes darle una especie de propina al guía.
Puerta de San Miguel
Aún sin abandonar del todo el casco antiguo, nos encontramos con la Puerta de San Miguel. Hay que decir que de las entradas que había, es la única que sigue en pie. Es por ello que data de la época medieval. Se dice que fue construida en el 1300, aunque ha sido reformada y de ahí su aspecto más actual.
Antiguo Ayuntamiento de Bratislava
Hay que decir que el Antiguo Ayuntamiento obtuvo su forma actual en el S.XV. El edificio está acompañado de una torre de reloj, de lo más impresionante. Puedes acceder a ella y obtener unas vistas más que inolvidables del lugar. Además, está rodeado de un patio donde se puede apreciar la protección que tiene en cada una de sus entradas. Animales como los dragones tenían el trabajo de alejar los malos espíritus y aquí todavía se pueden ver sus figuras. En su interior, cuenta con uno de los museos más antiguos de la ciudad.
Palacio del Primado
Justo detrás del ayuntamiento, nos encontramos con el Palacio del Primado. Ya solo con ver su decoración exterior, llamará tu atención en cuestión de segundos. Se trata de un palacio del S. XVIII y que está decorado con una serie de estatuas, las cuales representan las virtudes. Además se puede ver cómo es un sombrero de más de 150 kilos, el que corona este lugar.
Catedral de San Martín
Quizás es uno de los lugares más emblemáticos, más antiguos y donde se celebraban las coronaciones de los reyes húngaros. Aunque su fachada no sea la más llamativa, sin duda, es otro de los puntos clave de la ciudad. También fue construida en el S.XV y bien merece una parada. Aunque no siempre tendremos la suerte de poder acceder a ella.
Iglesia de Santa Elisabeth
Aunque data del S. XX y ya nos olvidamos un poco de otras épocas de leyenda, la iglesia de Santa Elisabeth también es otro de los puntos a visitar. Se trata de un edificio de Art Nouveau que se termina con un color azul, salpicado con pinceladas de blanco. Aunque son muchos los que prescinden de este lugar, porque no está justo en el centro histórico, la verdad es que merece la pena acercarse hasta ella.
El convento e iglesia de los franciscanos
Volviendo a esos edificios de culto, debido a su antigüedad, nos quedamos ahora con el convento y la iglesia de los franciscanos. La iglesia cuenta con un estilo gótico y fue construida en el siglo XIII. Tiempo después sufrió algunas reformas, lo que la llevaron a deslumbrar en un estilo barroco hasta llegar al clasicista en el siglo XIX. Como dato, el Rey Ferdinand I fue coronado en este lugar. En su parte exterior cuenta con una plaza que tenía una jaula de madera, pero con barrotes de hierro. Ahí se encerraba a los que se emborrachaban y causaban algún que otro altercado.
Nový Most
Para terminar nuestro viaje, vamos a echar un vistazo a Nový Most o también conocido como Puente Nuevo. Este lugar cuenta con una torre que alcanza los 95 metros y en la parte más alta está situado un restaurante con una forma que bien podría ser un OVNI. Si quieres completar tu gran día con un buen menú, podrás acceder a él. Si estás pensando en que un lugar así tiene que ser demasiado caro, te diremos que sus platos principales rondan los 20 euros. ¿Has visitado este lugar?. ¿Cuáles son tus rincones favoritos de la misma?.