Las suntuosas salas principales están en la planta baja del amplio palacio. Alrededor del Patio de Mármol se hallan las habitaciones privadas del rey y la reina: del lado del jardín, los salones de Estado donde tenía lugar la vida oficial de la corte, ricamente decorados por Charles Le Brun con mármoles de colores, tallas en piedra y madera, murales, terciopelos y muebles plateados y dorados.
Comenzando con el salón de Hércules, cada sala de Estado está dedicada a una deidad del Olimpo. El mayor esplendor lo ofrece la Sala de los Espejos, donde 17 de ellos aparecen frente a altas ventanas arqueadas.
Algunas de las salas que podemos encontrar son: el salo ndu Sacre, Biblioteca Luis XVI, Salón de Apolo, El gabinete del Consejo, Salón de Guerra, capilla real y salón de Venus.
La persecución de la reina: el 6 de octubre de 1789, la plebe de París invadió el palacio en busca de la despreciada María Antonieta. La reina se levanto alarmada de su cama y corrió a la antesala conocida como Oeil-de-Boeuf, para anunciarse en el dormitorio del rey, mientras la muchedumbre intentaba adentrarse en la habitación. Así quedo a salvo, al menos hasta la semana siguiente cuando ella y el rey fueron trasladados a París por la plebe entusiasta y triunfal.