Machu Picchu

Vista de Machu Picchu

Machu Picchu

Machu Picchu, que significa «montaña vieja» en idioma quechua, es una de las creaciones más impresionantes de toda la América precolombina. Esta ciudadela, que se halla a casi dos mil quinientos metros de altitud sobre el valle sagrado de los Incas, en la región peruana de Cuzco, también ha sido bautizada como ciudad sagrada y ciudad perdida.

Pero es también reflejo del grado de desarrollo que había alcanzado este pueblo precolombino y una de las mayores atracciones turísticas de Hispanoamérica. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983, era una suerte de capital de lo que hoy se conoce como Santuario histórico de Machu Picchu, el cual también incluye ambas vertientes del río Urubamba y la ladera oriental de los Andes peruanos con sus selvas nubosas de yungas y sus nieves perpetuas. Si has pensado en visitar Machu Picchu y quieres conocerlo un poco antes de ir, te invitamos a seguir leyendo.

Los redescubridores de Machu Picchu

Has leído bien, hablamos de los redescubridores de Machu Picchu porque verdaderamente, esta ciudad nunca estuvo perdida. Es cierto que en la época colonial fue progresivamente abandonada por quedar alejada de las nuevas rutas comerciales. Pero, ya en el siglo XIX, ocuparon la zona compañías que pretendían hacer negocio con sus tesoros. Concretamente, la Compañía Anónima Explotadora de las Huacas del Inca del alemán Augusto Berns habría vendido a coleccionistas norteamericanos y europeos todo lo que allí encontró.

Pero lo que podríamos llamar el descubrimiento moderno de Machu Picchu se debió a dos personas. Por orden cronológico, la primera fue el cuzqueño Agustín Lizárraga, quien ya en 1902 dejó una inscripción en el templo del Sol para demostrar que había estado allí en compañía de otros curiosos aficionados a la arqueología. Pero mayor importancia tuvo el segundo personaje.

El explorador norteamericano Hiram Bingham llegó a la zona en 1911 y quedó tan impresionado que gestionó el inicio del estudio de la ciudad inca. Concretamente, involucró a la Universidad de Yale, a la National Geographic Society y al propio Gobierno de Perú. De este modo, renació Machu Picchu tal como la conocemos hoy, dándose a conocer al mundo tras el artículo que Bingham publicó sobre sus hallazgos en 1913.

Vista de la Plaza Sagrada

Plaza Sagrada

Un poco de historia

Aunque se han hallado pruebas de que la agricultura se practicó en la zona desde el siglo VIII antes de Cristo, la ciudad de Machu Picchu fue construida como tal por Pachacutéc, soberano del imperio incaico, hacia 1450. Impresionado por el carácter sagrado del lugar, quiso fundar allí la llacta o ciudad administrativa y religiosa de los Andes centrales.

Posteriormente, Machu Picchu perteneció a los caudillos Tupac Yupanqui y Huayna Cápac, pero fue perdiendo importancia respecto a otras localidades de la zona, especialmente cuando nuevas comunicaciones hicieron innecesario para las caravanas comerciales pasar por ella.

Descripción de Machu Picchu

Lo primero que te sorprenderá en la ciudad andina es lo bien conservada que está, junto a su inteligente trazado urbano. Su área construida tiene una superficie aproximada de cien mil metros cuadrados divididos en unos ciento setenta y dos recintos. Asimismo, los expertos la dividen en tres zonas.

Parte agrícola

La componen un conjunto de terrazas escalonadas en la ladera. Muros de piedra sustentan cada superficie cultivable, que a su vez está conformada por suelos porosos para facilitar el drenaje y por tierra de cultivo. Estaban ideadas tan bien que sirvieron como terreno agrícola hasta principios del siglo XX. Asimismo, sobre estos bancales hay una serie de construcciones que servían como almacenes de la cosecha.

Parte urbana

Es la más importante de Machu Picchu y está separada de la anterior por una muralla en cuya parte alta se encuentra la puerta de acceso a la ciudadela. Esta puede dividirse en el sector hanan o alto, donde se hallan los edificios aristocráticos, y el sector hurin o bajo, donde vivían las clases populares. Como eje de separación entre ambas hay una plaza rectangular. Pero, más importante, es que conozcas las construcciones más destacadas de la ciudadela.

Templo del Sol

Es un edificio rectangular con un torreón que se construyó en piedra labrada y se destinaba a celebrar el solsticio de junio. Bajo él hay una cueva que, probablemente, servía como mausoleo. Incluso se especula con la posibilidad de que allí pudo estar enterrado el soberano Pachacutec.

Vista de la piedra Intihuatana

Piedra Intihuatana

Plaza Sagrada

Conforman esta superficie varios edificios que, según parece, estaban destinados a distintos rituales. Destacan entre ellos dos de los mejores de todo el yacimiento arqueológico: el Templo de las Tres Ventanas, construido con grandes bloques de piedra en forma poligonal, y el Templo Principal, junto al que se halla la llamada casa del sacerdote.

Palacio Real

Se cree que lo era por ser la edificación mejor acabada y también la más grande entre las de tipo civil. Consta de dos grandes habitaciones con dinteles, un cuarto de servicios, un corral y una terraza. Además, se halla enfrente del Templo del Sol.

El Intihuata

Es una pirámide escalonada de base poligonal. En su parte más alta se encuentra la piedra Intihuatana, un objeto ceremonial relacionado con el culto al Sol. Además de las religiosas, la pirámide tenía funciones astronómicas.

El Templo a la Tierra y la roca sagrada

Corresponde a los rituales destinados a mejorar las cosechas y a realizar tributos a la tierra. Además, esta piedra de roca plana marca el extremo norte de la ciudadela.

Grupo del Cóndor

El cóndor era uno de los animales sagrados en la mitología inca. Y en este conjunto de varias edificaciones hay una roca que parece representar a esta ave. Cerca de ella puedes encontrar un conjunto de viviendas aristocráticas y también cuevas de uso ritual.

Vista de la piedra del Cóndor

Piedra del Cóndor

Grupo de los Morteros

Es el conjunto más grande de la ciudad y todo hace pensar que era el Acilahuasi, una especie de convento donde vivían las acilas, que se dedicaban en exclusiva a lo religioso y a la artesanía. Destaca en el grupo una habitación labrada donde existen dos morteros circulares. Según los entendidos, la función de estos era ceremonial, pues se rellenarían de agua para que se reflejasen los astros. También hay altares y otras evidencias de que en el conjunto se llevaban a cabo rituales.

El Barrio de las Tres Puertas

Lo componen viviendas, talleres, depósitos y otras construcciones que evidencian se trataba de la zona popular.

Escalinata de las Fuentes

Es una imponente escalera junto a la que discurren hasta dieciséis caídas de agua por canales labrados en la propia piedra. El líquido procede de un manantial que había en la parte alta de la ciudad y que ya fue canalizado en época del imperio. También se creó entonces un sistema para filtrar el agua de la lluvia y derivarlo hacía el canal principal.

Parte de las canteras

Ocupaba la zona superior de Machu Picchu y, como su propio nombre indica, era donde se extraía la piedra para las construcciones urbanas. También presenta varias viviendas rústicas que servirían de casa a los vigilantes de la puerta principal y de la propia cantera. Es un área donde se han hallado numerosos utensilios de uso diario como platos, ollas o aríbalos, unos cántaros muy usados por los incas.

Alrededores de Machu Picchu

La ciudad formaba parte de las rutas comerciales de la región. Por ello, se integraba en la red de caminos incaicos, unas vías que te llevan hasta otros lugares de gran interés. Por ejemplo, el del norte llevaba hasta la montaña de Huayna Picchu, donde también hay restos arqueológicos. En el trayecto, asimismo, encontrarás el Templo de la Luna, otra muestra del interés de esta civilización por la Astronomía.

Sin embargo, el más popular es el camino del sur, conocido justamente como el camino del Inca. Comienza en el complejo de Llactapata y transita por los lugares ceremoniales de Phuyupatamarca, Sayacmarca y Viñay Waina. Es el acceso a Machu Picchu preferido por los amantes del senderismo. No obstante, si quieres hacer este recorrido, tendrás que estar en forma ya que dura cuatro días.

Vista del grupo de los Morteros

Grupo de los Morteros

Cómo llegar a Machu Picchu

Justamente lo anterior nos lleva al tema de cómo llegar a la ciudad sagrada. Además del camino inca, solo existe otro medio de viajar hasta ella. Se trata del ferrocarril que llega hasta Aguas Calientes y que tarda unas tres horas desde Cuzco. A partir de esta localidad, hay una carretera que mandó construir Hiram Bingham.

Sin embargo, no te recomendamos que la hagas en coche. Es mejor que tomes uno de los autobuses que sale de Aguas Calientes. Pero ten en cuenta que no hay asientos numerados. Los primeros en llegar a la cola son los que suben y, cuando el vehículo se llena, sale para la ciudadela.

También puede ocurrir que te encuentres de vacaciones en Lima y quieras visitar Machu Picchu. Entonces, lo mejor que puedes hacer es tomar un avión hasta Cuzco y luego seguir las rutas que te hemos indicado anteriormente.
Pero, si dispones de tiempo, puedes hacer el trayecto en autobús. La ruta que pasa por la laguna de Huacachina y por Arequipa es muy interesante.

Cuál es la mejor época para visitar Machu Picchu

La ciudad andina tiene una climatología peculiar. Es una zona montañosa que a la vez está protegida por el nevado Salkantay y la Verónica. Por ello, los días suelen ser cálidos y agradables. No obstante, la zona tiene dos estaciones: la húmeda y la seca.

La primera va de noviembre a marzo y llueve copiosamente. De hecho, el camino de los incas se cierra en febrero. No obstante, también es la más cálida, con temperaturas que rondan los veinte grados centígrados. Generalmente, las precipitaciones se dan por la tarde, pero pueden caer en cualquier momento. De hecho, los guías de viaje locales te recomendarán que siempre lleves un chubasquero si vas a Machu Picchu, incluso en la estación seca, porque puede llover en cualquier momento del año.

Camino del Inca

Camino del Inca

Por su parte, esta última estación se desarrolla entre abril y octubre. Los días suelen ser también cálidos, pero las noches son muy frías, pudiendo llegar incluso a los dos grados bajo cero, especialmente en los meses de junio y julio.

Por todo ello, la mejor época para visitar Machu Picchu es el mes de septiembre, que coincide allí con el tiempo primaveral. El paisaje se halla en su verdor más espectacular y además hay menos aglomeración de turistas por lo que tendrás tranquilidad para obtener las fotos que quieras.

Cuánto tiempo necesitas para visitar Machu Picchu

Lo ideal es que te alojes un par de noches en Aguas Calientes y dediques un día completo para visitar la ciudadela. No obstante, si tienes menos tiempo, puedes elegir la opción de dormir una noche en la citada localidad y al día siguiente subir a Machu Picchu y dedicar el día a verlo hasta la hora de bajar para iniciar el viaje de vuelta.

Esta última es la opción que normalmente escogen los turistas. Pero incluso puedes coger el primer tren desde Cuzco y volver en el último, dedicando el día a visitar la ciudad sagrada. No te lo recomendamos, porque casi seguro que te quedarán cosas por ver.

Vista del Huayna Picchu

Huayna Picchu

Ten en cuenta que, para visitar Machu Picchu, tienes que viajar a Perú. Y no es un destino que normalmente se haga muchas veces. Por ello, para una vez que estás allí, aprovecha tu visita y dedica tiempo a ver la ciudad inca. Merece la pena.

Para terminar, un último consejo. Cuando visites Machu Picchu lleva ropa cómoda, pero nunca pantalón corto o camiseta. Te lo decimos porque en la ciudad hay una legión de mosquitos. No son demasiado grandes pero su picadura es molesta. Y, si llevas ropa corta, puedes verte lleno de ellas. Asimismo, no olvides el chubasquero. Como te decíamos, puede llover en cualquier momento.

En conclusión, Machu Picchu es uno de esos lugares que deben visitarse una vez en la vida. Icono del imperio incaico, se ha conservado muy bien en el tiempo y resulta espectacular tanto por sus edificaciones como por su simbolismo. No en balde, es Patrimonio de la Humanidad y ha sido elegida como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno.


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