Qué ver en Cuba en dos semanas

coches en Cuba

La primera vez que piensas en viajar a Cuba te la quieres recorrer entera, algo no imposible pero sí más incómodo si viajas unos pocos días y lo haces en autobús a través de la isla. Por ese motivo, os traigo la siguiente ruta para todos aquellos que busquen saber qué ver en Cuba en dos semanas a fin de que podáis deleitaros con todas las maravillas que aguardan en la isla más grande del Caribe sin relajaros demasiado pero tampoco ir corriendo. En mi caso opté por combinar rutas clásicas con otros lugares menos turísticos, todos ellos englobados en la mitad occidental de Cuba, una buena opción que podéis adaptar en función de los días que paséis en la isla de los colores, el ron y la salsa.

Día 1

©AlbertoPiernas

La capital cubana es una ciudad que perfectamente puede dividirse en diversas zonas a visitar durante 3 días. Aún así, mi consejo es que este primer día en La Habana Vieja, el área más famosa de la ciudad, os «perdáis», que no mecanicéis tanto la ruta y podáis dedicaros a explorar las calles de colores y atracciones de la parte más antigua, turística y bonita de La Habana. Un recorrido que podéis complementar con un paseo por El Malecón y una visita nocturna a la Fortaleza de San Carlos del Morro, una buena ocasión para contemplar la zona situada al otro de la bahía y presenciar el famoso Cañonazo de las 9.

Día 2

El segundo día podéis dedicarlo a fotografiar los murales del Che Guevara y Camilo Cienfuegos en la Plaza de la Revolución, visitar el Monumento a José Martí y caminar unas tres cuadras para ver la Necrópolis de Cristóbal Colón, uno de los cementerios más grandes de América no lejos de la estación de Viazul (os vendrá bien para comprar los billetes de bus con antelación). Vedado, el barrio residencial en el que se albergan todas las atracciones de este segundo día, es una zona con mucho encanto, menos turística y por ende, más barata a la hora de comer un arroz con frijoles o incluso salir de fiesta. El Sarao es un buen ejemplo.

Día 3

Muchas personas que viajan a La Habana no saben de la presencia de Fusterlandia, el proyecto del pintor José Fuster, un artista cubano que tras viajar por Europa regresó a su Cuba natal cargado de influencias gaudianas y picassianas. Prueba de ello es el aspecto que luce actualmente su casa y estudio en el barrio de Jaimanitas, al oeste de La Habana y a 30 minutos del centro si tomáis el autobús p4. Un lugar surrealista de cocodrilos con pintalabios y fachadas de trencadís ubicado en mitad de un barrio que para mí supuso un verdadero acercamiento a esa Cuba más humilde y auténtica. Si camináis por sus calles podéis incluso acercaros a la playa urbana y tomar un poco el sol.

Día 4

Debo reconocer que, a pesar de la ligera decepción y de las lluvias que me tocaron durante mi visita, Viñales es un must a visitar a vuestro paso por Cuba. Ubicado a tres horas de autobús de La Habana, Viñales es la zona donde se fabrican los habanos, lleno de naturaleza, vacas y los llamados mogotes, un tipo de formación karstica típica de esta zona que da forma al famoso Valle de Viñales designado patrimonio de la Unesco.

Dado que perderéis parte de la mañana en llegar, reservar el resto del día para perderse por el pequeño pueblo de Viñales puede ser la mejor opción. Mucho colorido, dos calles turísticas y agencias en las que podéis reservar vuestras visitas. Si os queda tiempo, realizar el típico tour en Bus Turístico que te lleva a lugares como el famoso Hotel Jazmín o el Mural de la Prehistoria puede ser una buena opción.

Día 5

El segundo día en Viñales podéis realizar una excursión al parque nacional con Cubanacán, la agencia que se encarga de organizar diversas rutas por la zona partiendo de precios que rondan los 8 CUC. Un guía te llevará a a través de las plantaciones de tabaco (existe también la opción de ir a caballo) y a la «fábrica» donde elaboran los famosos puros. Una visita simpática.

Día 6

Toca algo de playa, así que si optáis por quedaros un tercer día en Viñales podéis plantearos dos escapadas: una al paradisíaco Cayo Jutías, a una hora y media al norte de Viñales, o una visita a María la Gorda, en el extremo occidental de la isla y según muchos el mejor lugar para bucear de toda Cuba. En mi caso, yo tuve prisa por llegar a mi siguiente destino.

Día 7

Calles de Trinidad. ©AlbertoPiernas

La ruta clásica para todo viajero que se dispone a visitar Cuba por primera vez la conforman La Habana, Viñales y Trinidad, mi lugar favorito de la isla y ciudad que rivaliza con La Habana en cuanto a encanto y cantidad de turistas. Trinidad es una antigua ciudad azucarera que en 1850 se paralizó por completo, dejando como herencia sus intactas casas de colores y las calles empedradas surcadas por carruajes de caballos. Más que visitar X o Y lugar, la propia Trinidad y su encanto supone la atracción en sí misma, por lo que dedicar un día entero a perderse por sus calles, visitar los miradores de la icónica iglesia de Santa María o tomar una típica canchánchara son excelentes ideas.

Día 8

Una de las ventajas con la que cuenta Trinidad es su ubicación privilegiada: en sus proximidades se encuentra el famoso Valle de los Ingenios, antigua meca de la industria azucarera, la cascada del Salto de Caburní o Playa Ancón, considerada por muchos como la mejor playa del sur de Cuba. Yo opté por esta última opción, tomé el autobús por 5CUC y me dispuse a disfrutar de una playa que, sin ser Varadero, es bastante bonita. Un poco de relax entre tanto estímulo nunca viene mal.

Día 9

Otra de las ventajas de Trinidad es su distancia con Cienfuegos (1 hora y media), razón por la que podéis aprovechar vuestro tercer día en la ciudad para visitarla en autobús. Famosa por ser la ciudad más «francesa» de Cuba, Cienfuegos es una ciudad abordable en un solo día, concretamente antes de las 5 de la tarde, hora en la que regresa el autobús Trinidad-Cienfuegos. Si váis en coche de alquiler, a vuestro aire.

Día 10

En un principio pensé en dirigirme más al este, hacia Camagüey, pero varios locales me recomendaron que viajara hacia el norte, concretamente a la no tan conocida ciudad de Remedios. Y fue una gran idea. Remedios es la prima hermana de Trinidad ya que es igual de colorida y tiene el mismo toque antiguo pero sin apenas turistas, lo cual es de agradecer. La ciudad es famosa por poseer la única plaza con dos iglesias de toda Cuba (antaño conectadas por un túnel en el que los sacerdotes se escondían de los piratas) y la famosa fiesta de Las Parrandas, la cual se celebra cada 24 de diciembre convirtiéndose en su gran baza turística. Pero lo más importante: Remedios es el lugar más cercano al paradisíaco Cayo Santa María, zona en la que solo hay resorts (ya $abéis).

Día 11

Tras un primer día disfrutando de Remedios, el segundo toca viajar al famoso cayo. Santa María es, a diferencia de otros cayos más famosos como Cayo Guillermo o Cayo Coco, una extensión en desarrollo, más virgen. Nosotros fuimos en taxi compartido (50 CUC entre tres personas) a través del Terraplén de 48 kilómetros hasta su extremo, donde se halla Las Gaviotas, la zona más virgen del cayo. Una playa paradisíaca, salvaje, en la que apenas hay turistas y donde la mayor prioridad será, ante todo, descansar.

Día 12

De Remedios viajé en coche de alquiler con unos amigos hasta Matanzas, la conocida como «Atenas de Cuba», cerrando el círculo de mi ruta por la Cuba Occidental. Debo reconocer que Matanzas puede resultar una ciudad no demasiado atractiva en un primer momento pero que tiene algo, no sé si serán sus teatros en reformas o sus puentes franqueados por columnas dóricas, pero vale la pena patear sus sus calles y su inmensa bahía durante un día. Pero aún queda lo mejor: ¿sabes que Matanzas queda a media hora de Varadero?

Día 13

Varadero es la playa más turística de Cuba, y por ende en la que más resorts abundan. Por este motivo, hospedarse en Matanzas es una buena opción a la hora de desplazarse a esta ensenada de 24 kilómetros situada al este de la ciudad. A la hora de llegar, yo opté por viajar en camiones de trabajadores, totalmente seguros y por el precio de un peso cubano, lo cual abarata considerablemente el transporte. Varadero es caro (un bote de Pringles mini por 6 euros) pero merece la pena sentarse y disfrutar de la playa durante un día entero.

Entre Matanzas y Varadero existe la conocida como Playa Coral, una de las mejores para practicar submarinismo de toda la costa norte. El ansia del turista por llegar a Varadero muchas veces le priva de la posibilidad de navegar en estas aguas coralinas frente al aeropuerto de Varadero. A mi me hubiera encantado ir, pero por desgracia mis problemas de oído y el buceo no son muy compatibles. Disfrutadla vosotros que podéis.

Día 14

¿Quién quiere volver corriendo al aeropuerto cuando puede resolver asuntos pendientes en La Habana un día extra y reponer fuerzas para la vuelta? Reserva el último día para perderte por lugares como el Callejón de Hamel, cerca de la intersección de la 23 con el Malecón, visitar los museos pendientes o, incluso, plantearte descansar en las Playas del Este, la zona de veraneo de La Habana situada a 15 kilómetros al este de la ciudad.

Espero que este recorrido acerca de qué ver en Cuba en dos semanas te haya servido a la hora de planificar tu paso por la bella isla caribeña y no cometer el error de tratar de abarcarlo todo de un solo viaje. Será la mejor excusa para volver.


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