Aun no nos habíamos tomado la molestia de comentarles acerca de la gran cantidad de paisajes que no podemos encontrar en las zonas del sur de Japón y es que en el país hay grandes extensiones en las que solo nos podremos topar con pequeñas aldeas, pero que están alejadas de la vorágine de las ciudades, de modo que son sitios ideales para recorrer en busca de paz y contacto con la naturaleza.
Deberán estar preparados para pasar unos cuantos días alejados de los lujos que conlleva alojarse en los hoteles de las zonas turísticas, pero lo cierto es que si hemos llegado al país para conocerlo, no os podemos permitir regresar sin haber recorrido esas zonas.
La mayoría de estas praderas están al borde de largos ríos, de modo que será en barcaza la mejor manera que encontraremos para llegar, pero las montañas nos acompañaran en el recorrido y en algunos sectores disfrutaremos de la cercanía de las mismas que se asoman por sobre los ríos. En verdad se trata de una de esas experiencias de las que se hacen muy difíciles de olvidar.