San Marino

Vista de San Marino

San Marino

En plena península italiana, San Marino es original por muchos motivos. Es la república más antigua del mundo. De hecho es la única superviviente de las antiguas ciudades-estado que hubo en torno a ella durante la Edad Media y el Renacimiento, algunas mucho más brillantes como Venecia o Milán. Además, es el quinto país más pequeño del planeta con sesenta y un kilómetros cuadrados y, desde 1243 tiene una Jefatura de Estado bicéfala con objeto de que uno de sus líderes vigile las actividades de otro. Son los denominados Capitanes Regentes.

A pesar de todo ello, esta pequeña nación encuadrada entre Las Marcas y Emilia-Romagna tiene mucho que ofrecerte: bonitos paisajes naturales, un amplio patrimonio monumental y una deliciosa gastronomía. Si quieres conocerla, te invitamos a seguirnos.

Qué ver en San Marino

El accidente geográfico más relevante del país es el Monte Titano, un coloso calizo de casi ochocientos metros de altura en el cual puedes hacer magníficas rutas de senderismo. Desde 2008 es Patrimonio de la Humanidad junto al casco histórico de Ciudad de San Marino, la capital del país, que se halla en la ladera del propio monte.

Panorámica de la Torre de Guaita

Torre de Guaita

Las Tres Torres

Justamente en el Titano encontrarás una de las principales atracciones turísticas de la pequeña nación italiana. Son las Tres Torres de San Marino, tan simbólicas que incluso aparecen en su escudo nacional. La más famosa es la de Guaita, edificada en el siglo XI y que durante un tiempo fue prisión. La segunda es la torre de La Cesta, del XIII y en la cual puedes visitar un interesante museo de las armas, con objetos muy antiguos e incluso con armaduras. Finalmente, la tercera es La Montale, del XIV y actualmente cerrada al turismo.

Todas ellas eran los bastiones principales de la muralla de San Marino, de la cual aún se conservan varios tramos importantes y puertas que servían de acceso a la localidad como la de Rupe o la de San Francesco.

Plaza de la Libertad

Respecto al casco histórico de Ciudad de San Marino, su núcleo es la Plaza de la Libertad, cuyo Palacio Público alberga la sede municipal y la del Gobierno del país. Es una preciosa construcción del siglo XIX en estilo neogótico. Te recomendamos que no te pierdas el cambio de guardia.

No obstante, las mismas calles de esta pequeña población, empinadas y estrechas, son por sí mismas una belleza. Están constituidas por palacios, iglesias y conventos medievales y renacentistas.

Vista de la catedral de San Marino

Basílica de San Marino

Basílica de San Marino

Entre ellos, destaca la catedral o Basílica de San Marino. Es un edificio neoclásico construido a principios del siglo XIX. Consta de tres naves y un ábside semicircular. Dieciséis columnas corintias forman en este último una gran girola. Por su parte, la entrada es un enorme pórtico con ocho columnas y una inscripción sobre ellas. Como curiosidad, te diremos que el templo aparece representado en las monedas de diez céntimos de euro que se acuñan en San Marino.

Otros templos

Al lado de la catedral se halla la iglesia de San Pedro. Pero más importancia tiene la de San Francisco, construida en el siglo XIV, aunque su fachada se rehízo en el XVIII. No obstante, encontrarás lo mejor de ella en su interior. Conserva un crucifijo del mismo siglo XIV y, sobre todo, cuenta con una importante pinacoteca en la que se muestran obras de Lanfranco, Guecino e incluso una Virgen con el niño que se atribuye a Rafael Sanzio.

Teatros de San Marino

A pesar de su pequeño tamaño, la nación transalpina cuenta con nada menos que tres teatros. Son el Nuovo, el de la Concordia y el Titano. Este último es el más interesante, aunque no el más grande. Porque se trata de una construcción neoclásica del siglo XVIII, si bien fue rehabilitado en el XX. En su interior destaca el techo de la sala, en forma de cúpula y con los escudos de armas del país, así como el escenario, decorado con motivos de la historia de San Marino.

Museos

Como sucede con los teatros, también te sorprenderá la cantidad de museos que puedes visitar en la pequeña nación de la península itálica. Además, de la pinacoteca y el de armas que ya te hemos citado, tienes otros muy peculiares. Es el caso del Museo de Curiosidades, que exhibe un centenar de rarezas tales como el reloj de nariz o una trampa para pulgas hecha en el siglo XIX.

Entrada del Museo de la Curiosidad

Museo de la Curiosidad

En el mismo sentido, puedes ver un museo de cera en San Marino que tiene una sala dedicada a los instrumentos de tortura. Además, en él se hallan figuras de Abraham Lincoln, Napoleón y, por supuesto, Giuseppe Garibaldi.

Más serio es el Museo Estatal, que además se halla en el Palacio Pergami. En él podrás ver toda una muestra de objetos artísticos y piezas arqueológicas relacionadas con el pasado de la pequeña república. Estas abarcan desde alfarería de la cultura de Villanova, enmarcada en la Edad del Hierro, hasta algunas joyas del tesoro de Domagnano y los restos de la antigua basílica. Pero también puedes ver en este museo objetos recibidos de todo el mundo. Así, porcelanas de Limoges, figuras funerarias del antiguo Egipto o piezas de barro chipriotas.

Otras localidades

Todo lo que te hemos explicado se encuentra en la capital del país, pero además este cuenta con otras poblaciones como Acquaviva, Montegiardino o Domagnano. Pero la más grande es Serravalle, con unos diez mil habitantes y donde puedes ver un espectacular castillo. También es importante Borgo Maggiore, donde se encuentra el único helipuerto del país.

Naturaleza

San Marino te ofrece casi ochenta kilómetros de rutas de senderismo en torno al monte Titano, del cual ya te hemos hablado, y con impresionantes vistas de la naturaleza. Pero también cuenta con parques y jardines. Entre estos últimos destacan el Orti Borghesi, el Parco Ausa y el que recibe el curioso nombre de Forget The Stories Park, con sus singulares estatuas.

Vista del monte Titano

Monte Titano

Qué comer en San Marino

En buena lógica, la cocina del pequeño país transalpino no es muy diferente de la italiana, sobre todo de la gastronomía de Las Marcas y Emilia-Romagna, las regiones más próximas. Casi tópico es hablarte de las pastas y su salsa boloñesa, que son típicas de esta última zona. Y también de las aceitunas y el vino Verdicchio, clásicas en la primera.

No obstante, San Marino también cuenta con sus platos típicos, que responden a la dieta mediterránea. Por ejemplo, son exquisitos los fagioli con le cotiche, una sopa con panceta y judías; los nidi di rondine, pasta al horno con jamón, ternera, queso y tomate que se prepara al horno, o la pasta e ceci, sopa de garbanzos y fideos a la cual se añaden romero y ajo. Pero también el conejo asado con hinojo.

Típica es igualmente la piadina, sobre todo en Borgo Maggiore. Se trata de un pan elaborado con harina de trigo, grasa de cerdo, agua y sal que se prepara en un plato de terracota y se rellena de productos diversos. El resultado se parece a la spanakopita griega.

Respecto a los postres, destacan las tortas tre monti y titano, que son dos tartas parecidas, ya que ambas llevan chocolate y galleta. Por su parte, la verretta es un postre que lleva praliné, avellanas y barquillo de chocolate. Y el cacciarelli, parecido al flan, se elabora con huevo, miel y azúcar, mientras que la zuppa di ciliegie son cerezas estofadas con vino tinto que se sirven sobre pan blanco.

Finalmente, el pequeño país también tiene buenos vinos como el brugneto (tinto) y el roncale (blanco), así como licores. Entre estos últimos, destacan el mistrà, parecido al anís, y el tilus, con aroma a trufa.

Una piadina

Piadina

¿Cuándo es mejor visitar San Marino?

El país transalpino presenta un clima mediterráneo. Los inviernos son fríos, con mínimas que a veces bajan de los cero grados. En cambio, los veranos son calurosos, alcanzando temperaturas máximas de casi treinta grados.
Por otra parte, no es un clima muy lluvioso. Las precipitaciones se dan mayoritariamente en noviembre y diciembre. También son escasas las nevadas, con mayor probabilidad de ellas en los mismos meses que acabamos de citarte.

Con arreglo a todo ello, la mejor época para que visites San Marino es el verano. No obstante, también es el momento en que más turismo visita el pequeño país. Por eso, si quieres estar más tranquilo en tu viaje, te recomendamos la primavera, sobre todo el mes de junio. Las temperaturas son muy agradables y no hay tanta acumulación de personas.

Cómo llegar a San Marino

Si viajas en avión, el aeropuerto más próximo al pequeño país es el de Rímini. Desde esta ciudad, tienes una línea de autobús que hace varios viajes diarios. El trayecto apenas dura una hora.

Por otra parte, también puedes llegar hasta San Marino en tu propio coche o en uno de alquiler. La carretera principal es la SS72, tanto si vienes del sur como si procedes del norte, por ejemplo de Ravena.

Asimismo, desde Roma tienes un servicio de trenes hasta la pequeña nación. Sin embargo, no es muy recomendable, ya que tarda más de diez horas y no es barato. Además, tienes que cambiar de convoy.

Una vez en el pequeño país, puedes moverte por carretera, ya que las distancias son pequeñas. Pero te aconsejamos que tomes el teleférico que une la capital con Borgo Maggiore. Tendrás unas vistas espectaculares.

Fachada del castillo de Serravalle

Castillo de Serravalle

Consejos útiles antes de iniciar tu viaje

San Marino no está incluido en el Espacio Schengen. Pero admite la entrada al país de los ciudadanos de los estados que integran este grupo. En cualquier caso, debes llevar el documento de identidad o el pasaporte. Y, por supuesto, la Tarjeta Sanitaria Europea por lo que pudiera pasar.

En cuanto al dinero, no tendrás ningún problema ya que su moneda oficial es el euro. Pero ten cuidado con tus compras en el pequeño país. Tiene un régimen fiscal distinto del italiano. Por ello, sus precios suelen ser más económicos. Sin embargo, al pasar la frontera de vuelta a Italia, pueden aplicarte algún tipo de tasa.

Finalmente, te aconsejamos que lleves fotocopias de tus documentos de identidad para poder presentarlas si pierdes los originales o te los roban.

Algunas curiosidades de San Marino

Como datos peculiares sobre el pequeño país, te interesará saber que tiene uno de los ejércitos más pequeños del mundo. De hecho, hace labores de policía y protección de edificios. En caso de guerra, son las fuerzas armadas italianas las encargadas de defender San Marino.

Vista de la Estatua de la Libertad

Estatua de la Libertad

Como sucede en Estados Unidos, la pequeña nación transalpina cuenta con una estatua de la Libertad, bien es cierto que nada tiene que ver con la norteamericana. Se encuentra ante el Palacio Público y está hecha de mármol de Carrara. Es de corte neoclásico y fue donada por una condesa alemana en 1876. Además, la figura porta en su cabeza una corona con las tres torres características del país.

Por otra parte, si eres aficionado al fútbol, debes saber que San Marino tiene liga propia: el Campeonato Sanmarinense, que se inició en 1985. El equipo más laureado de la competición es el Futbol Club Domagnano, que llegó a participar en la Copa de la UEFA.

No obstante, hasta 2019 hubo un equipo profesional de fútbol, el San Marino Calcio. Cuando desapareció, militaba en la cuarta categoría (o Serie D) de Italia.

En conclusión, a pesar de sus reducidas dimensiones, San Marino te ofrece mucho que ver y disfrutar. Cuenta con monumentos importantes, unos magníficos espacios naturales, una buena climatología y exquisita cocina. Además, estarás visitando un país dentro de otra nación y, pese a ello, con una idiosincrasia propia.


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