La estatua de San Jorge y el dragón

La estatua de San Jorge  y el dragón está en la pequeña plaza de Köpmanbrinken, en la zona vieja de Estocolmo. Ésta es una réplica de la escultura de madera que podemos encontrar en la Catedral realizada por Bernt Notke, artista alemán que vivió en Estocolmo durante unos años.

Notke dedicó cinco años de su vida a esta monumental obra de arte, hecha en madera noble y cuerno de alce. Según cuenta la historia oficial, la estatua fue encargada por Sten Sture, luego de haber derrotado a las tropas del rey Cristián de Dinamarca en la guerra de Brunkeberg, en 1471. Probablemente Sten Sture se identificó con San Jorge, considerándose a sí mismo el caballero que había vencido al dragón danés y salvado a la princesa (su esposa) y a Estocolmo de una invasión enemiga.

La estatua, representando la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo, lo demoníaco y lo angelical de la condición humana, destaca por cada detalle que es motivo de asombro. El caballo, guarnecido por sus arreos de guerra y parado sobre sus patas traseras, luce la cabeza empenachada, mientras el jinete, empinado sobre los estribos, se enfrenta al dragón que lanza llamas por las fauces.

Mientras que la princesa, hincada a unos metros con las manos en actitud de imploración, los contempla conmovida por el reto entre un hombre que encarna la bondad y una bestia que representa la maldad. La princesa, con diadema y traje de rigor, está acompañada por una oveja que simboliza la sumisión y obediencia.


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