La antigua ciudad egipcia de Tebas todavía deja buena muestra de lo que fue. Es cierto que en forma ya de ruinas, pero de las que bien merece la pena una visita. En dicho paseo nos encontraremos con el Templo de Luxor. Uno de los lugares más emblemáticos de la historia de Egipto.
Tanto es así que todavía podemos notar cómo parte de la historia y hasta de sus leyendas, aún reposan en este lugar. Hoy haremos un recorrido por todo ello, echaremos la vista atrás y conseguiremos descubrir todo lo que oculta, que no son pocos detalles. ¿Nos adentramos en el Templo de Luxor?
Dónde se encuentra el Templo de Luxor
Justamente lleva este nombre porque se ubica en Luxor, que es una población que se levantó en el lugar de Tebas. siendo esta, como seguro ya sabrías, la capital del antiguo Egipto. Junto al río Nilo se encuentra Luxor, que es una de las zonas principales, como bien decimos. Zona que cuenta con un desierto y que llega a alcanzar 40º y más, en época veraniega. El nombre del lugar viene dado gracias a los palacios o templos que había en él: Tanto el que hoy es protagonista y dedicado a Amón-Ra como el de Karnak. Por lo que si quieres ver el Templo Luxor tendrás que adentrarte en la ciudad porque está en el centro de la misma.
La historia del Templo
Este templo se construyó durante el el Imperio Nuevo. Además, está unido a otro que acabamos de mencionar, que es el de Karnak. Era una especie de avenida lo que compartían ambos lugares y que estaba llena de esfinges. Por lo que la zona del templo se va haciendo más que amplia. Es uno de los lugares que tenían numerosas partes que descubrir. Como dato importante, hay que saber que fue construido por dos faraones que fueron Amenhotep III que se encargó de levantar la zona interior. Por otro lado, el segundo de los faraones fue Ramsés II que se encargó de completarlo.
Aunque fueron los principales, es cierto que hubo otros que añadieron detalles a este lugar, en forma de apliques decorativos como los que colocó Tutankamón y hasta Alejandro Magno. Ya que en la época romana se convirtió en uno de los campos militares más importantes. Es cierto que a lo largo de los años se han ido perdiendo partes importantes, pero otras muchas todavía quedan en pie. Se pueden ver los patios y las salas, que aún tienen sus propias baldosas.
Las partes principales del templo Lúxor
Desde luego los faraones no escatimaban en gastos cuando se trataba de levantar un templo consagrado a un dios. En este caso, estaba destinado al Dios del cielo y del sol. Por lo que había que hacer algo acorde a todo ello. Así que, por un lado, nos encontramos con la conocida ‘dromos’. Un nombre que equivale a avenida o parte central para poder ser cruzada. Cuando llegabas a la puerta de entrada te recibían dos grandes obeliscos. Aunque hay que matizar que uno de ellos se llevó a la Plaza de la Concordia en París.
Aún así nos llama la atención dos estatuas que están sentadas a cada lado y que también, dan la mejor de las bienvenidas. Ya que como decimos, se encuentran ante la entrada y son imágenes de Ramsés II. Una vez dentro podrás admirar la zona del patio, así como la columnata o el atrio. Piezas claves del templo en sí. En cuestión de salas nos encontramos con la sala de las ofrendas así como la sala dedicada a Mut que era la Diosa del cielo y también otra, dedicada a Jonsu que era el Dios lunar. Sin olvidarnos de la cámara del nacimiento y de los diversos santuarios. Sin olvidar que también en la parte norte, tiene una mezquita, combinándose así detalles egipcios e islámicos.
¿Cuánto cuesta la entrada al Templo?
Lo cierto es que Luxor tiene un sinfín de rincones que descubrir. Por lo que cuando queremos hacer por completo y no solo de cara al templo, es aconsejable optar por un guía. En el caso del templo, también es una buena opción por todas las partes que tiene y por todas las historias en cada una de ellas. El precio de la visita al Templo de Luxor es de 7,50 euros, lo que al cambio en la libra egipcia son unos 140 EGP. Mientras que el templo vecino, de Karnak tiene un precio de 150 EGP que serían unos 8 euros (Lo tienes a tan solo un par de kilómetros y conectado por la avenida de las Esfinges). También este tiene un museo al aire libre, por el que podemos pagar 80 EGP, es decir, 4,27 euros. Recuerda que los horarios pueden variar, por lo que mejor es informarse antes.
¿Cuándo disfrutar de la visita al Templo de Luxor?
Es cierto que siempre solemos optar por la época veraniega para hacer este tipo de viajes. Porque es cuando realmente tenemos las vacaciones. Pero en este caso se aconsejan los meses de otoño. Más que nada porque en verano las temperaturas son realmente altas, subiendo de los 40º. Además de que hay más aglomeración de gente. Es cierto que encontrarte este lugar casi vacío es una tarea de lo más complicada. Pero alejándonos de los meses más característicos y optando por los otoñales, podremos pasear un tanto más relajados.