El jardín de las Hespérides y el Drago Milenario

Drago Milenario

El Drago Milenario de Icod de los Vinos, Tenerife

Tenerife tiene un paisaje, una fauna y una flora muy característicos. Es aquí donde encontramos un árbol muy peculiar que sólo se puede encontrar en esta isla, Cabo Verde y algunas zonas de Marruecos: el Drago.

El origen del drago, según leyendas griegas y romanas, se sitúa en el Jardín de las Hespérides. ¿No conocéis la leyenda? No os preocupéis que aquí os la contamos.

Los autores clásicos situaron el Jarín de las Hespérides en las islas Canarias. Este lugar era donde vivían las Hespérides, las tres hijas de Atlas, el personaje mítico condenado a sostener la cúpula terrestre tras ser derrotado por Zeus. El jardín estaba custodiado por Ladón, un dragón de cien cabezas por las que escupía fuego y que nunca dormía.

Las Hespérides custodiaban un árbol en el que crecían unas manzanas de oro que proporcionaban la inmortalidad. Uno de los doce trabajos encomendados a Hércules fue precisamente el robo de estas manzanas. Para conseguirlas, Hércules convenció a Atlas de que las robase él ya que le sería más fácil engañar al dragón para entrar, mientras, él se comprometía a sostener la cúpula terrestre que Atlas estaba condenado a sostener.

Atlas aceptó y robó las manzanas de oro tras matar al dragón que, confiado, le había franqueado las puertas de aquel paraíso. Aunque la intención de Atlas era huir y dejar a Hércules cargando para siempre la cúpula terrestre, finalmente Hércules logró engañarle y devolverle a su lugar.

Como castigo por el robo, las Hespérides fueron convertidas en árboles (sauce, álamo y olmo). Las manzanas de oro fueron devueltas al jardín, y Zeus puso al dragón en el cielo como constelación

Cuenta la leyenda, que las gotas de sangre que derramó Ladón, el dragón, cuando llegaron al suelo se convirtieron cada una de ellas en dragos, cuyas ramas se parecen a las cien cabezas del dragón y cuyo tronco desprende una sabia o resina de color rojo, llamada sangre de drago, que actualmente se sigue usando con fines curativo.

El drago más conocido de Tenerife, es el Drago Milenario de Icod de los Vinos, que actualmente se puede visitar.


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