Dinamarca es un país repleto, como muchos otros en realidad, de viejas leyendas de héroes y soldados. En esta oportunidad hablaremos de cómo se gesto un escudo de armas muy singular, representado por una botella medio llena.
Resulta que en una de las tantas invasiones a Dinamarca, el combate se volvió cruento. Centenas de cuerpos moribundos yacían en el terreno, algunos a poco de exhalar su último respiro, otros heridos de gravedad, otros ignorantes de lo que el futuro les tenía guardado.
Los daneses ganaron este combate en particular, y resulta que uno de los soldados daneses se encontraba tendido en el suelo, exhausto. Se levanto y saco una pequeña botella con cerveza. Cerca de él yacía un enemigo, herido pero consciente y muy quejoso. El danés se acerco y comenzó a inclinarse para darle la botella cuando su enemigo saco su pistola y disparó, pero fallando el disparo.
Sin mucho más que decir, el danés bebió cerca de la mitad de la botella y se la lanzó a su enemigo, “por tonto solo te quedarás con la mitad”. Eso fue lo único que dijo.
El rey, al oír esta peculiar historia, y debido a la actitud caballerosa del soldado, le otorgó el rango de caballeros y un escudo para que pasará a sus descendientes, este escudo estaba representado por una botella medio vacía que hacía alusión al suceso que había acontecido.